Profesión

“Detecto un compromiso en el Ministerio para avanzar en asuntos clave de la farmacia”

Jesus Aguilar aborda su cuarto periodo al frente del CGCOF con la voluntad de fijar al conjunto de la profesión farmacéutica como un firme pilar del Sistema Nacional de Salud
Jesús Aguilar, presidente del CGCOF

Cuando en 2015, el recién electo presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar fue nombrado por primera vez como máximo responsable de esta entidad colegial, nadie podía pensar que en menos de cinco años España quedaría paralizada por un problema de salud como fue la pandemia. Este periodo condicionó a todo el país. La farmacia no quedó al margen de esta transformación social, más bien ha sido uno de los sectores profesionales sobre los que más ha influido y más ha transformado su propio concepto, tanto en un nivel interno de la propia profesión, como en la percepción social que se tiene de ella. En ese contexto de transformación, Aguilar afronta un nuevo mandato, el cuarto, con el objetivo de llevar a término un buen número de proyectos que aspiran a convertir a la farmacia española en un referente de peso en el conjunto del Sistema Nacional de Salud y en el eje por el que debe transcurrir todo aquello que concierne al medicamento: “Allí donde haya un medicamento tiene que haber un farmacéutico detrás”, asegura

Pregunta.- Usted fue elegido por primera vez en 2015 hace nueve años. Han pasado desde entonces nueve ministros de sanidad…

Respuesta.- Sí, la verdad es que no está nada mal, para uno que sale de su tierra de Burgos….

P.- Nueve ministros y una pandemia…

R.- Sí, sí y una pandemia… por eso ahora cuando me dicen y que pasará dentro de tres años yo digo que no tengo ni idea; he aprendido a ir al día a día

P.- Seguramente los ministros han influido mucho en el devenir de la farmacia, pero está claro que la pandemia si ha cambiado el concepto de la profesión.

R.- Este periodo ha sido muy intenso. Es evidente que hay un antes y un después para profesión farmacéutica, como profesión, pero también con respecto a la ciudadanía y de manera clarísima con respecto a las administraciones, e incluso, con respeto también a los medios de comunicación. Es verdad que nosotros antes de la pandemia ya entendíamos que la profesión necesitaba un cambio. En cada momento toca lo que toca; la profesión ya estaba viendo que tocaba cambiar y que la sociedad nos lo demandaba. Cuando llegamos creamos esa estrategia en la que decimos que los farmacéuticos, somos asistenciales, sociales y digitales. En aquellos momentos eran nuestros 3 ejes, de futuro y está claro que los acontecimientos lo han demostrado.

P.- Un futuro para el que hubo que aprender de la pandemia

R.- Cuando finalizó la pandemia, nos preguntamos: ¿Qué hemos hecho en la pandemia? Y realmente creo que hemos sido precisamente eso: hemos sido asistenciales hemos sido sociales y hemos sido digitales. La propia ciudadanía te va tirando hacia donde quieren verte y cómo quieren que vayas a ayudándoles en su en su bien vivir.

P.-A lo mejor sería necesario hacer un libro, pero ahora le voy a pedir que intente resumir en una frase qué es lo que ha aprendido la profesión farmacéutica de aquel periodo

R.- Lo primero que hemos aprendido; lo primero y fundamental es que nosotros queremos seguir teniendo el contacto directo con el ciudadano. Esa relación cara a cara con el ciudadano es fundamental. La profesión  farmacéutica siempre ha estado muy informatizada y a la vanguardia de las nuevas tecnologías…. pero ese contacto directo con el ciudadano es la base de todo. Por eso hay veces que nos dan miedo ciertas derivadas, como ese uso y abuso, de lo que son las tecnologías de las pantallas y de ver a los ciudadanos a través de un ordenador. Hemos aprendido de esa necesidad que tiene el ciudadano en confiar en un profesional... esas luces verdes que nunca se apagaron y que fueron el refugio de nuestros ciudadanos y también de nuestros gobiernos. Los ciudadanos querían saber la verdad de las cosas y acudieron a nosotros. En el primer mes de confinamiento 30 millones de ciudadanos pasaron por una farmacia. Es una cifra impresionante.

P.- ¿Y todo eso se va a olvidar?

R.- El otro día nos convocaron para conmemoración del cuarto año del inicio de todo aquello y a uno de los ministros le decía: No sé si olvidamos demasiado pronto y no somos capaces de entender que tenemos que dar pasos importantes y que estamos olvidando lo que hemos pasado. Las administraciones son las que tienen que dar esos pasos importantes a la hora de poder integrar de manera rotunda todo lo que es el farmacéutico dentro del sistema sanitario.

P.- ¿Las administraciones caminan en el mismo sentido y al mismo paso que la farmacia?

R.- No. Lo que veo, desde mi punto de vista por desgracia cada vez más, es que tenemos menos coordinación entre las comunidades autónomas y en el caso de la farmacia y de los servicios farmacéuticos hay cada vez más diferencias entre las distintas comunidades autónomas. Nos preocupa que una política importante como es la política farmacéutica se tenga que llevar con 17 interlocutores distintos y no seamos capaces ni de ponernos de acuerdo para tener un calendario vacunal. Deberíamos hacer un esfuerzo importantísimo en poder llegar a una serie de acuerdos, que darían una estabilidad y un horizonte importante a todo el sistema sanitario.

P.- Pues no será porque desde el sector no se manden mensajes continuos en favor de esa mayor integración de la farmacia. La farmacia en todos sus ámbitos, me refiero…

R.-  Sí, sí por supuesto, desde todos los sectores de la farmacia… Yo creo que es un poco irresponsabilidad por parte de quien tiene que tomar las decisiones, el no contar más con esos 80.000 profesionales. No llegamos a  entender muchas veces esas situaciones. Y no es  tanto un tema de los políticos como un tema de las administraciones en sí. Hay mucha más reticencia en las administraciones que los políticos.

P.-Cuando habla de administraciones, se refiere a…

R.-  Me refiero a las personas que trabajan para las administraciones.

P.- De cara al futuro y a su nuevo mandato. Tiene por delante una legislatura en la que se debe cerrar la Ley de garantías, la de salud pública, incluida la Agencia Estatal de Salud Pública y del papel que puede desempeñar en la en la farmacia en este ámbito, también se tiene que abordar el papel de la farmacia rural…. En definitiva, hablamos de un montón de asuntos clave que, a veces, y desde una visión desde fuera, da la impresión de que se están acumulando…

R.-Bueno, me habla de legislatura… tenga en cuenta de que cuando en una legislatura tienes tres ministros, pues para nosotros son tres legislaturas... y precisamente esa situación es uno de los problemas. No obstante, estoy confiado de que ahora realmente el plan que ha propuesto la ministra se va a llevar a cabo. También estoy convencido y en eso tengo que decir que apoyaremos todo lo que podamos al Director General de Farmacia, para que esa Ley de Garantías sea una realidad a finales de año, al igual que esos decretos sobre productos sanitarios. Yo creo que los temas clave no están tan apelotonados; he observado que lo que ha hecho el Ministerio es que cada uno de los directores generales tenga como dos proyectos que pueden ser los estratégicos. También es verdad que durante todo este tiempo se han ido madurando proyectos y es cierto que ahora es el momento en el que pueden estar más preparadas. La sanidad, es como en tantas otras cosas, los anteriores van preparando el terreno para que al final a uno le toque inaugurar ese pantano,… Creo que estamos ya en ese momento de intentar poner las bases para que esos proyectos sean realidades. Desde luego, sí he detectado, por lo menos a nivel del Ministerio, un firme compromiso de que esto sea una realidad.

P.- Por último, ya para finalizar. Se empieza un nuevo periodo en el CGCOF, ¿con qué objetivos se parte?

 R.- Venimos de un trabajo y de una labor que se ha venido haciendo y ahora no es el momento de crear cosas disruptivas. Es el momento de consolidar aquello que se ha ido planteando. La primera cuestión, ese importante acuerdo  que se hizo el año pasado, con tres ministerios, sobre el desarrollo de la farmacia rural. Este acuerdo rompe muchas barreras.  Por supuesto está también esa red de farmacias centinela, que tantos resultados y tan buenos desde el punto de vista sanitario, están dando en aquellas comunidades autónomas en las que se ha puesto en funcionamiento. Es el momento para que con esa nueva ley de salud pública las farmacias comunitarias sean capaces de empujar y de conseguir datos en tiempo real sobre distintos aspectos. Estos dos temas nos parecen que son que son fundamentales,  y junto a ellos, la ley de Garantías, porque es la que va a marcar lo que queremos que sea la profesión farmacéutica. Está es nuestra ley, es la ley del medicamento, es la ley de lo que somos expertos. Que una ley que lleva veintitantos años tenga una revisión es muy importante, al igual que la regulación para nosotros de los productos sanitarios, que están también en una situación inalterable desde hace muchísimos años y tenemos que adaptarla a la realidad de nuestros días.

P.- A nivel legislativo la agenda de trabajo está claro que está muy llena, a nivel colegial qué cuestiones consideran objetivos prioritarios

Tenemos un objetivo muy importante, como es todo el desarrollo de la política social que estamos intentando llevar a cabo a través de los observatorios, en colaboración con multitud de asociaciones… Queremos ayudar en esos problemas y en esa nueva pandemia social como es la lucha contra la soledad no deseada, la salud mental y sobre todo en los determinantes sociales en salud. Estos podrían ser un poco los puntos más importantes. Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar como esa mayor capacidad de los farmacéuticos a la hora de las sustituciones de los medicamentos; de ese cuidado que deberíamos empezar a intentar tener con respecto a los datos en salud. Y también creo que debemos trabajar en torno a todos estos negocios y negocietes que tan tristemente estamos viendo en las ultimas noticias nacionales, nos inundan todos los días y donde al final vemos que hay plataformas, que hay empresas, que pueden haber encontrado en la sanidad un nicho importante. Nosotros, los farmacéuticos tenemos que ser los garantes de los ciudadanos en lo que a nosotros nos corresponde, en los datos farmacológicos.  En esto también tenemos que hacer una apuesta muy importante para que tengamos una regulación correcta. Si hemos invertido tanto dinero para tener unos sistemas capaces de detectar cualquier problema en la medicación que se dispensa, con mayor razón tendremos que tener también cuidado con toda esa cadena de datos. Para nosotros el concepto es que donde haya un medicamento tiene que haber un farmacéutico; esto da seguridad al ciudadano y ahí es donde vamos a estar de manera permanente trabajando.

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