Terapéutica

El mundo se compromete a adoptar medidas decisivas contra la resistencia antimicrobiana

La Asamblea General de Naciones Unidas saca adelante el compromiso mundial de reducir las muertes humanas por resistencia a los antimicrobianos en un 10% para 2030

Los líderes mundiales que han participado en la 79.ª Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) se han comprometido a tomar “medidas decisivas” frente a la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Los objetivos han quedado comprometidos en una declaración en el que entre otras cuestiones se plantea una reducción del 10% para 2030, de las muertes atribuibles a las RAM, actualmente establecidas en 4,95 millones anuales.

La declaración también pide financiación nacional sostenible y 100 millones de dólares en financiación catalizadora, para ayudar a alcanzar el objetivo de que al menos el 60% de los países hayan financiado planes de acción nacionales sobre la resistencia a los antimicrobianos para 2030. Este objetivo se alcanzará, por ejemplo, diversificando fuentes de financiación y conseguir más contribuyentes al Fondo Fiduciario de Asociados Múltiples para la Resistencia a los Antimicrobianos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), conocida como ‘Cuatripartito’, “acogen con satisfacción la declaración”.

El Cuatripartito “aplaude a los países por reconocer la necesidad de realizar esfuerzos globales, regionales y nacionales para abordar la resistencia a los antimicrobianos a través de un enfoque de Una Salud, que reconoce que la salud de las personas, los animales, las plantas y el medio ambiente en general, incluidos los ecosistemas, están estrechamente vinculados y son interdependientes”.

Acción multisectorial

En cuanto a la salud humana, la declaración establece un objetivo más ambicioso: que al menos el 70% de los antibióticos utilizados para la salud humana a nivel mundial pertenezcan al grupo de antibióticos de acceso de la OMS con efectos secundarios relativamente mínimos y un menor potencial de causar resistencia a los antimicrobianos.

También incluye objetivos en torno a la prevención y el control de infecciones (IPC), como que el 100% de los países tengan servicios básicos de agua, saneamiento, higiene y gestión de desechos en todos los centros de atención médica y que el 90% de los países cumplan todos los requisitos mínimos de la OMS para los programas de PCI para 2030. También existen compromisos sobre inversiones para facilitar el acceso equitativo y el uso apropiado de los antimicrobianos, así como sobre la presentación de datos de vigilancia sobre el uso de antimicrobianos y la resistencia a los antimicrobianos en todos los sectores.

En materia de agricultura y salud animal, la declaración se compromete a reducir significativamente, de aquí a 2030, la cantidad de antimicrobianos utilizados a nivel mundial en los sistemas agroalimentarios, priorizando y financiando la implementación de medidas para prevenir y controlar infecciones y garantizando medidas prudentes, responsables y basadas en evidencia.

En cuanto al medio ambiente, la declaración subraya la necesidad de prevenir y abordar el vertido de antimicrobianos al medio ambiente. También exige una mayor investigación y conocimiento sobre las dimensiones ambientales de la resistencia a los antimicrobianos y catalizar acciones para abordar las fuentes clave de contaminación antimicrobiana.

“El desafío intersectorial de la RAM exige un enfoque de sistemas de Una Salud que una la salud humana, animal, vegetal y ambiental, respaldado por una gobernanza global sólida y responsable de la RAM. La financiación sostenible y diversificada es esencial para apoyar el establecimiento de prioridades claras y objetivos mensurables que impulsen acciones decisivas reconociendo al mismo tiempo los contextos nacionales y regionales.", afirmó el Director General de la FAO, QU Dongyu.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS indicó que “la resistencia a los antimicrobianos amenaza con frenar el progreso, lo que la convierte sin duda en uno de los problemas de salud más acuciantes de nuestro tiempo. La declaración incluye compromisos vitales que, si se traducen en acciones, ayudarán a rastrear la resistencia a los antimicrobianos, frenarla, ampliar el acceso a medicamentos antimicrobianos como los antibióticos y estimular el desarrollo de otros nuevos”.

La declaración formaliza la Secretaría Conjunta Cuatripartita permanente sobre la RAM como el mecanismo de coordinación central para apoyar la respuesta mundial a la RAM. También solicita a las organizaciones cuatripartitas que, junto con los países, actualicen el Plan de Acción Mundial (GAP) sobre la Resistencia a los Antimicrobianos para 2026 a fin de garantizar una respuesta multisectorial sólida e inclusiva, a través de un enfoque de Una Salud. La declaración también otorga al Cuatripartito el mandato de realizar un seguimiento e informar sobre la implementación del GAP y los resultados de la declaración política.

También reconoce las contribuciones fundamentales de los mecanismos de gobernanza mundial de la resistencia a los antimicrobianos, incluidos el Grupo de Líderes Mundiales y la Plataforma de Asociación de Múltiples Partes Interesadas en la Lucha contra la Resistencia a los Antimicrobianos, y se compromete a fortalecer esta última, entre otras cosas, para facilitar el intercambio multisectorial de experiencias, mejores prácticas y la evaluación del progreso de los Estados Miembros en la implementación de planes de acción nacionales multisectoriales sobre la resistencia a los antimicrobianos.

La declaración hace hincapié en aspectos clave, incluida la importancia del acceso a medicamentos, tratamientos y diagnósticos, al tiempo que pide incentivos y mecanismos de financiación para impulsar la investigación, la innovación y el desarrollo sanitario multisectoriales para abordar la resistencia a los antimicrobianos. Es fundamental una asociación más sólida y transparente entre los sectores público y privado, así como con el mundo académico.

La declaración también alienta a los países a que presenten datos de vigilancia de calidad sobre la resistencia a los antimicrobianos y el uso de antimicrobianos para 2030, utilizando los sistemas mundiales existentes, como el Sistema mundial de vigilancia de la resistencia y el uso de antimicrobianos (GLASS), la Base de datos mundial sobre el uso de antimicrobianos en animales (ANIMUSE) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (WOAH) y el Sistema internacional de vigilancia de la resistencia a los antimicrobianos de la FAO (InFARM). Además, pide que el 95% de los países informen anualmente sobre la aplicación de sus planes de acción nacionales contra la resistencia a los antimicrobianos a través de la Encuesta de autoevaluación de seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos en los países (TrACSS).

España pide solidaridad

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha pedido, mayor solidaridad en este problema porque “el uso incorrecto o innecesario de antimicrobianos nos afecta a todos”. En este sentido, ha reclamado un enfoque multisectorial, mayor coordinación internacional y más financiación de los planes frente a la resistencia de los antibióticos.
Por eso, considera que la clave para combatir este problema es la solidaridad y se necesita un enfoque multisectorial que involucre a pacientes, profesionales sanitarios y otros sectores clave.

La ministra, durante su participación en el foro de lucha contra los antimicrobianos el pasado miércoles.

Entre las líneas de acción más efectivas, García considera que la prevención ha demostrado ser la más costo-efectiva y es en la que muchos planes centran sus esfuerzos. La vigilancia es otro pilar clave: en esta era de la información y los datos, la interconexión de sistemas a nivel intersectorial y global es más
necesaria que nunca.

Por eso, la digitalización y el acceso a datos en tiempo real son el foco de muchos países y de los planes de acción. Otro aspecto crucial, en su opinión, es la comunicación: no solo hacia los profesionales sanitarios, quienes necesitan formación constante y actualizada en la práctica clínica, sino también hacia los pacientes. “Por eso, concienciar a la población sobre la importancia de un enfoque solidario y de un cambio de comportamiento como comunidad es esencial para abordar este desafío”.
Con todo lo que implica la resistencia a los antimicrobianos, después de 10 años de experiencia con el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la ministra de Sanidad considera que “está claro que necesitamos una gobernanza coordinada”.

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