Gestión

Ajustar la sobreestimación en la compra de vacunas mejoraría su impacto ambiental

El informe ‘La contratación pública como palanca para la sostenibilidad en las campañas de vacunación’ destaca que “los 23 millones de vacunas de suministro público que se producen anualmente en España conllevan el uso de entre 34 y 92 toneladas de plástico al año, el equivalente a entre 7 y 19 millones de bolsas de basura”

La vacunación, como principal política preventiva de salud pública en la sociedad moderna, juega un papel crucial en salvaguardar la vida de millones de personas. Siendo su valor incuestionable, podemos realizar avances para minimizar su impacto medioambiental al introducir soluciones innovadoras y adoptar prácticas que favorezcan su sostenibilidad. Varios factores contribuyen a que las vacunas generen una importante huella de carbono: desde el uso de plástico en los envases, la sobreproducción y destrucción de vacunas y agujas no utilizadas, así como el consumo energético asociado a su transporte y refrigeración.

Esta situación se aborda en el informe ‘La contratación pública como palanca para la sostenibilidad en las campañas de vacunación en España’, presentado en Madrid en un evento organizado por la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (Anenvac) y el Observatorio de Contratación Pública, con el respaldo de Sanofi. Este documento, resalta la urgencia y la viabilidad de implementar medidas de sostenibilidad a través de cambios en la contratación pública para reducir el impacto ambiental de las campañas de vacunación y así contribuir a la disminución de las emisiones del sector sanitario que representan aproximadamente el 4,5% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) en España.

La relevancia de avanzar hacia medidas de contratación pública más sostenibles se enmarca en el compromiso adquirido por España de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 y un lograr un Sistema Nacional de Salud neutro en emisiones netas en 2050. Para alcanzar estos objetivos, el Ministerio de Sanidad está elaborando el primer Plan para la Reducción de la Huella de Carbono en el sector sanitario para coordinar acciones que prioricen la salud y la acción climática.

Según expliba, María Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “debemos reconocer la necesidad de acciones colectivas para abordar y reducir la huella de carbono. Es sumamente importante unir esfuerzos público-privados. Necesitamos al sector privado para avanzar, innovar y tomar decisiones que repercutan en el sector público; sin olvidar que todo lo que se hace en favor del medioambiente no debe ir en detrimento de la calidad de los cuidados asistenciales.”

Soluciones

Este informe aborda la necesidad de optimizar el procedimiento de contratación pública para incorporar criterios de sostenibilidad en la adquisición de vacunas y así contribuir de manera efectiva a reducir el impacto ambiental.

En este documento se identifican medidas como favorecer el uso de envases biodegradables libres de plástico; el diseño compacto de las cajas de vacunas, que reduciría las emisiones asociadas al transporte y refrigeración para su conservación; revisar la necesidad de agujas adicionales en las vacunas; la mejora en la planificación de las dosis requeridas para evitar la sobreproducción de vacunas, entre otras propuestas.

Gerardo García-Álvarez, del Observatorio Contratación Pública, “la contratación pública permite impulsar cambios. Es fundamental un modelo adecuado de compra pública sanitaria, centrado en la calidad y la incorporación ágil de la innovación. También son imprescindibles los criterios ambientales y de sostenibilidad, minimizando la huella de carbono, en un marco de transparencia, objetividad y competencia leal".   

Algunas cifras que ilustran el impacto anual positivo que podrían tener estas medidas son, el ahorro de hasta 92 toneladas de plástico y residuos al incorporar el uso de envases libres de plástico; el uso de cajas compactas con las que se podría evitar el equivalente de hasta 457 toneladas de emisiones de Co2 derivadas del transporte y la conservación en frigoríficos y la optimización de agujas adicionales que  podría evitar 9,7 millones de residuos de agujas no necesarias para la administración de las vacunas. Asimismo, una mejor planificación y estimación de la compra evitaría la producción innecesaria y minimizaría las dosis desechadas. En 2022, se sobreestimaron hasta 800 mil vacunas antigripales.

La aplicación de estas medidas, entre otras, podría reducir las emisiones de carbono en casi 1.500 toneladas cada año. Esto equivale a casi 3.000 vuelos desde Madrid a Nueva York, cada año.

Profesionales

La eficacia en las campañas de vacunación y la reducción de su impacto medioambiental requieren una coordinación cuidadosa entre gestores sanitarios y profesionales de la salud, en particular el colectivo de enfermería, por su papel crucial en la administración. En este sentido, la utilización de envases compuestos preferiblemente de un solo material –sin plástico– se presenta como una medida ética y sostenible que, aparejada con la utilización de envases compactos podría mejorar la gestión logística al permitir conservar un número mayor de dosis de vacunas en los centros sanitarios y reducir así las emisiones generadas por el transporte y almacenamiento adicional.

José Antonio Forcada, enfermero de Salud Pública, presidente de Anenvac,  considera que “los profesionales sanitarios desempeñan un papel esencial en la reducción del impacto medioambiental. Su participación y compromiso pueden generar impactos muy significativos pues tienen la capacidad de promover y adoptar prácticas clínicas más ecoeficientes, como la gestión adecuada de residuos sanitarios, la optimización del uso de recursos y la implementación de tecnologías para la práctica asistencial más sostenibles”.

La mitigación y reducción del 4,5% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero generado por el sistema sanitario en España es una prioridad compartida por todos los actores que forman parte de él. La industria farmacéutica por su capacidad de innovación está llamada a poner en marcha estrategias y acciones concretas y medibles para minimizar el impacto de sus productos y actividades al adoptar prácticas respetuosas con el medio ambiente.

Ignacio Sáez-Torres, general manager de Vacunas de Sanofi España afirma que, “la colaboración público-privada es un compromiso que debemos asumir de manera urgente para poder acelerar la adopción de medidas eficaces para reducir los efectos negativos del cambio climático en el planeta y en la salud de la población. Como compañía incorporamos principios de sostenibilidad en todas las actividades que realizamos desde la investigación y desarrollo hasta la fabricación y distribución de los medicamentos, un ejemplo de ello es la eliminación del uso de plástico en los blísteres de todas nuestras vacunas para el 2027.”

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