La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) han mostrado su sintonía en materia de terapias avanzadas en el marco de la mesa sobre Sociedades Científicas que, bajo el título ‘Olimpismo oncológico: Unidades de Terapias avanzadas, Excelencia, amistad y respeto’, se ha celebrado en el 12º Congreso ‘Tendiendo Puentes’ de oncología médica, hematología y farmacia oncohematológica que tiene lugar en Toledo.
A lo largo del diálogo mantenido entre Cecilia Martínez, presidenta de la SEFH; César A. Rodríguez, presidente de la SEOM y Mª Victoria Mateos, presidenta de la SEHH, con la moderación de Garbiñe Lizeaga, coordinadora del Grupo de Farmacia Oncológica de la SEFH (Gedefo), se ha transmitido una sintonía, en línea con el nombre del Congreso (Tendiendo Puentes) en la mayoría de las cuestiones que, con las terapias avanzadas como protagonistas, afectan a la gestión y organización del trabajo en los hospitales.
Todos los participantes coincidieron en la necesidad de un abordaje multidisciplinar de los tratamientos con terapias avanzadas. La presidenta de la SEHH explicó que los servicios de hematología, en la actualidad, están colaborando con otros que se inician en terapias avanzadas. Por ese motivo, reclamó un dimensionamiento adecuado de los servicios implicados, como también puede ser Farmacia. Con ella coincidió Cecilia Martínez, quien planteó la necesidad de coordinación y que Farmacia tenga un papel para la conservación de los medicamentos, cada uno de los cuales tiene un diferente requisito de temperatura, lo que complica la logística según crecen los productos utilizados.
Otro punto de coincidencia fue la dificultad que se genera en los hospitales con las diferentes acreditaciones y requisitos que cada proveedor exige para utilizar su medicamento. La presidenta de los farmacéuticos hospitalarios explicó que los titulares de la licencia de comercialización son los responsables de los resultados y ese es el motivo por el que se audita a los hospitales. Sin embargo, de cara al futuro, auguró que “si nada cambia, llegaremos a un bloqueo operativo”. Por ese motivo, reclamó desarrollar una solución para hacer este procedimiento “sostenible en lo económico, pero también en lo operativo y funcional”.
El presidente de la SEOM se planteó si no sería posible una acreditación global del hospital, que, una vez obtenida, sea válida para múltiples especialidades y productos. No obstante, como aclaró Cecilia Martínez, debería ser la industria la que “tendría que dar esa respuesta”. Además, la presidenta de la SEFH planteó la dificultad en la gestión para cumplir con los requisitos de las plataformas de cada fabricante para los pedidos y la facturación, que son distintas en cada caso.
“El teclear se va a acabar”
Otra cuestión planteada, que suscitó el consenso entre los participantes, fueron las dificultades relacionadas con los sistemas de información y la incorporación de todos los indicadores que se piden para el seguimiento, de acuerdo con los protocolos farmacoclínicos y Valtermed. César A. Rodríguez planteó que la exigencia de recopilación de datos es “relativamente fácil cuando hay pocos pacientes”, pero cuando la cifra crece, se vuelve muy complicado ya que “no hay un sistema de recogida de datos global” que lo facilite.
Los participantes, e incluso el público a preguntas de la moderadora, coincidieron en afirmar que los datos de Valtermed no se llevan “al día”, mientras que la facturación sí.
Además, Mª Victoria Mateos planteó, para el caso de los CART, que el seguimiento a largo plazo del paciente a través de Valtermed es complicado ya que, cuando el paciente se desplaza, el centro administrador, que es el que tiene que seguir introduciendo la información a mano, tiene que ponerse en contacto con el hospital de origen para conocer el estado del paciente. “Esto supone un problema” y no facilita que los profesionales implicados tengan información sobre la evolución del paciente.
Esta situación debería solventarse a medio plazo, ya que, como se explicó, hay un proyecto financiado por el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Salud de Vanguardia que tiene como objetivo los desarrollos tecnológicos necesarios para la extracción automática de datos de la historia clínica. Por ello, los integrantes de la mesa se congratularon ante la posibilidad de automatizar el proceso y plantearon que “el teclear se va a acabar” ya que es una tarea que ejecuta personal facultativo.
En cualquier caso, Cecilia Martínez reconoció que se trata de un proyecto que puede ir para largo y que algunas comunidades como Galicia, País Vasco o Comunidad Valenciana lo podrían tener más sencillo al disponer de historias clínicas únicas en todo el territorio.
A este respecto, César A. Rodríguez también planteó la dificultad vinculada a la traducción a lenguaje estructurado de las historias clínicas en lenguaje natural, un proyecto en el que SEOM está trabajando desde 2020: “Es complicado que se pueda extraer fácilmente”, aseguró.
Relacionado con los datos, el presidente de la SEOM también planteó los retos vinculados al nuevo reglamento europeo del Espacio Europeo de Datos Sanitarios y las implicaciones que va a tener, especialmente, en lo que se refiere a la recolección de datos.
Los CART, coste-efectivos
La mesa también permitió profundizar en cómo ha evolucionado el tratamiento con los CART en los últimos años. La presidenta de la SEHH explicó que, en la actualidad, el manejo de los pacientes es mucho más fácil que cuando se empezaron a utilizar estos medicamentos. Anteriormente, los pacientes se pasaban 14 días ingresados, pero en la actualidad ya se dan altas precoces con hospitalización a domicilio. “Una vez que pasa el periodo crítico que conoces con cada producto, el riesgo de desarrollar síndrome de liberación de citoquinas disminuye y se pueden dar altas precoces, hospitalizaciones a domicilio”, explicó Mª Victoria Mateos.
Además, planteó que los CART son de las terapias “más agradecidas que existen”. En este sentido, señaló que, aunque al principio hay que poner gran cantidad de recursos, “la gran ventaja de los CART” es que en un periodo más o menos corto de tiempo, “la mayoría de los pacientes se quedan sin enfermedad y sin tratamiento”. Por ello, la presidenta de la SEHH se mostró convencida de que resulta una “inversión eficiente” y con una buena relación de coste-efectividad a largo plazo, ya que los pacientes no tienen que volver a recibir tratamiento y se pueden incorporar a su vida habitual.