La Comisión de Gestión Económica y Servicios de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) ha presentado un posicionamiento estratégico para exigir una reforma profunda del modelo de contratación pública en sanidad. La entidad denuncia que el actual marco normativo, basado en la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público (LCSP), dificulta una gestión ágil, legal y centrada en el paciente, y solicita medidas urgentes en formación, recursos humanos y autonomía para los gestores sanitarios.
“Los Directivos de la Salud operan de forma ininterrumpida ya que exige respuestas rápidas, flexibles y garantistas. La rigidez actual de los procesos de contratación, su estructura secuencial y la falta de medios hacen inviable este objetivo”, destaca José Manuel Pérez Gordo, Coordinador de la Comisión de Gestión Económica y Servicios de Sedisa y Tesorero y miembro de la Junta Directa de Sedisa.
Aunque la LCSP representa un avance en transparencia y control, su aplicación literal y sin adaptación sectorial genera sobrecarga y riesgo para los gestores, quienes deben atender simultáneamente la legalidad administrativa y las urgencias clínicas. Esta situación repercute directamente en la eficiencia del sistema y en la atención a los pacientes.
Sedisa identifica como uno de los principales obstáculos la escasez de personal técnico cualificado y la inexistencia de programas de formación especializados. “Los equipos de contratación son limitados, inestables y sin apoyo formativo, lo que deriva en errores involuntarios y procesos lentos o ineficaces”, indica Pérez Gordo.
La organización subraya la necesidad de contar con perfiles que combinen conocimientos jurídicos, económicos, clínicos y digitales, capaces de gestionar procesos de compra complejos en un entorno cambiante y de alta exigencia tecnológica.
“Una contratación pública centrada en el paciente solo será posible si los gestores cuentan con herramientas, formación y autonomía para actuar con responsabilidad y rigor técnico”, subraya D. Jose Soto Bonel, presidente de Sedisa.
Además, Sedisa destaca el papel imprescindible de los profesionales asistenciales en estos procesos: “Son ellos quienes detectan necesidades clínicas, evalúan tecnologías y definen recursos. Su visión debe incorporarse en la estrategia de contratación, ya que muchas decisiones impactan de forma directa e inmediata sobre los resultados en salud”, añade José Manuel Pérez Gordo.
Otro eje del posicionamiento es la crítica a la tendencia creciente a la centralización de las compras sanitarias. Si bien puede ser útil en determinados casos, SEDISA advierte de sus efectos adversos en términos de eficiencia, equidad e innovación. “La centralización impone lógicas externas a la realidad asistencial de cada centro, dilatando plazos, limitando la capacidad de adaptación local y entorpeciendo la incorporación de tecnologías y soluciones específicas”, explica José Manuel Pérez Gordo.
En contraposición, defiende el principio de autonomía de gestión como condición indispensable para garantizar la continuidad asistencial, la calidad del servicio y la adecuada respuesta a las necesidades clínicas.
Con el objetivo de transformar el modelo actual, SEDISA plantea una triple propuesta que pasa por la constitución de equipos estables e interdisciplinares, especializados en contratación pública sanitaria, con perfil jurídico-económico-clínico; la dotación adecuada de medios técnicos y profesionales, para asegurar procesos de compra rigurosos, seguros y eficientes y finalmente, el Impulso de planes de formación continua, dirigidos a gestores y personal asistencial implicado en la toma de decisiones relacionadas con la adquisición de bienes y servicios.