El modelo asistencial de las terapias CAR-T avanza con paso firme hacia la atención ambulatoria, una evolución que, gracias al mejor conocimiento del comportamiento del paciente ante la administración de un CAR-T, permite mantener la eficacia y seguridad clínicas de estos tratamientos y, al mismo tiempo, mejorar la eficiencia y la calidad de vida de los pacientes. Así se puso de manifiesto en la mesa ‘CAR-T en evolución: hacia un modelo ambulatorio sostenible y colaborativo’, celebrada en el 70 Congreso de la SEFH, moderada por Laura Quintanilla, jefa de División de la Unidad de Terapias Avanzadas de la Comunidad de Madrid.
Quintanilla abrió la sesión recordando la evolución experimentada desde la incorporación de las terapias avanzadas al Sistema Nacional de Salud. “En muy poco tiempo hemos aprendido a trabajar con ellas”, afirmó, subrayando la colaboración entre profesionales, industria y administraciones. “Los modelos de financiación también han cambiado hacia una forma más sostenible, y eso nos ha traído hasta el punto en el que estamos hoy”, añadió.
A partir de esa experiencia acumulada, la aplicación ambulatoria de las CAR-T comienza a consolidarse como un nuevo estándar asistencial. “Es el momento de revisar los procesos y plantear modelos que sean más eficientes y que mantengan la calidad y la seguridad”, destacó.
El conocimiento clínico, clave del modelo ambulatorio
La hematóloga Concha Herrera, jefa del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, expuso la evolución del uso clínico de las CAR-T en su centro y en el conjunto de hospitales acreditados. Señaló que el paso a la atención ambulatoria “ha sido posible gracias al conocimiento del comportamiento de los pacientes y a la identificación de las características del tumor y de la situación clínica que permiten anticipar complicaciones” como el síndrome de liberación de citoquinas o el síndrome de neurotoxicidad asociada a células inmunoefectoras.
“Sabemos en qué pacientes podemos esperar una toxicidad menor o más controlable, y eso nos ha permitido trasladar parte del tratamiento fuera del ingreso hospitalario”, explicó. Según Herrera, este modelo “mantiene la misma eficacia y seguridad que la administración convencional, pero mejora la eficiencia asistencial y la calidad de vida de los pacientes”.
La especialista recalcó que el cambio no se basa solo en reorganización, sino en evidencia. “Los resultados clínicos que estamos observando confirman que el manejo ambulatorio es viable y seguro en los pacientes seleccionados”, apuntó. Añadió que “la experiencia acumulada nos permite aplicar criterios más finos de selección y optimizar la monitorización sin necesidad de ingreso prolongado”.
Seguridad y selección del paciente
Herrera insistió en que la clave está en la selección adecuada. “No todos los pacientes son candidatos a un modelo ambulatorio, pero cada vez son más los que pueden beneficiarse”, aseguró. Entre los factores decisivos, citó el tipo de producto CAR-T, la carga tumoral, el estado funcional del paciente y la capacidad de respuesta ante una eventual toxicidad. “La coordinación entre hematología, enfermería y farmacia es esencial para garantizar la seguridad, tanto en la preparación como en el seguimiento”, añadió.
La especialista destacó que este modelo “requiere formación y protocolos específicos”, pero permite “liberar recursos, reducir la estancia hospitalaria y mejorar la satisfacción del paciente y su entorno”. En su opinión, la atención ambulatoria “es la evolución natural de un tratamiento que hemos aprendido a conocer a fondo”.
Farmacia hospitalaria y eficiencia asistencial
El farmacéutico Vicente Escudero Vilaplana, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, coincidió en que el modelo ambulatorio implica “un cambio organizativo profundo” que ofrece unos resultados muy relevantes, de acuerdo con lo expuesto por Herrera. A este respecto, destacó el papel de la farmacia hospitalaria en su desarrollo, ya que “el seguimiento farmacoterapéutico y la trazabilidad pueden garantizarse perfectamente fuera del ingreso, siempre que exista una estructura de coordinación sólida”, explicó.
Escudero detalló que la implantación de este modelo en su hospital “ha demostrado mantener la seguridad del proceso y mejorar la eficiencia del sistema”. Además, añadió, “la reducción de días de hospitalización libera recursos, mejora la capacidad asistencial y reduce costes sin impacto negativo en los resultados clínicos”. A este respecto, Escudero explicó que las fichas técnicas de los medicamentos no obligan a una administración en ingreso hospitalario, sino que hace “recomendaciones de seguimiento”. Por ello, insistió en la necesidad de contar con “protocolos de selección, consentimiento, plantes de gestión de riesgo, farmacovigilancia, circuitos asistenciales, disponibilidad de tocilizumab, etc”. Igualmente, planteó que debe haber programas de hospitalización a domicilio, telefarmacia y protocolos de manejo de efectos adversos o reserva de cama en el hospital.
El especialista resaltó que la digitalización mediante dispositivos wearables que permiten el registro de constantes vitales y ofrecen datos sobre resultados en vida real, por lo que son aliados imprescindibles. “Nos permiten monitorizar cada paso del proceso y reaccionar de forma inmediata ante cualquier incidencia”, afirmó. De este modo, el modelo ambulatorio “no solo es más eficiente, sino que refuerza la calidad y la continuidad asistencial”.
En este contexto, Escudero explicó que su hospital ha desarrollado programas de alta precoz y hospitalización a domicilio específicos para pacientes tratados con CAR-T. “Contamos con criterios generales de elegibilidad y con criterios propios para CAR-T, que nos permiten decidir de forma segura cuándo un paciente puede continuar el seguimiento en su domicilio”, señaló.
El especialista precisó que aproximadamente la mitad de las linfodepleciones se realizan ya en régimen ambulatorio, y que esta práctica se apoya en estándares internacionales. “Trabajamos conforme a los Joint Commission International Accreditation Standards for Home Care, que avalan la seguridad y la trazabilidad del proceso en el entorno domiciliario”, añadió.













César Hernández, director general de Cartera y Farmacia del Ministerio de Sanidad:
Kilian Sánchez, secretario de Sanidad del PSOE y portavoz de la Comisión de Sanidad del Senado.:
Rocío Hernández, consejera de Salud de Andalucía:
Nicolás González Casares, eurodiputado de Socialistas & Demócratas (S&D - PSOE):
Juan José Pedreño, consejero de Salud de Murcia: