Los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general pero aumenta el riesgo de que sufran comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad. Los profesionales sanitarios piden incluir un cuarto objetivo, además de los marcados por Onusida, con el fin de que todas las personas que logran la supresión viral alcancen una buena salud global y calidad de vida a largo plazo.
La jornada 'Los Retos Actuales en el Abordaje del VIH’ organizada por Grant Thornton y Gilead, ha abordado las claves para el manejo del VIH, señalando entre otras, la concienciación sobre las prácticas de riesgo, la promoción de la accesibilidad del test en entornos sanitarios y comunitarios, la automatización la petición de pruebas en la historia clínica a las personas entre 20-59 años sexualmente activas al menos una vez aprovechando la extracción de sangre, así como impulsar el tratamiento temprano y inmediato.
La apertura institucional del acto ha contado con la participación de Enrique Ruiz Escudero, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Jornada que ha contado con la participación de expertos en VIH que han estado presentes a lo largo de las distintas mesas redondas.
Durante la jornada se ha destacado que la revolución de los tratamientos para el VIH basados en la terapia triple, los planes de salud pública de combate al VIH y el trabajo incansable de profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes han contribuido decisivamente a la tendencia general de reducción progresiva de nuevos casos, con una disminución del 26% desde 2009. Aun así, según los datos del último informe de vigilancia epidemiológica presentado en diciembre de 2018, en 2017 se registraron casi 4,000 nuevos casos colocando España como uno dos países con mayor incidencia en Europa occidental.
Portadores sin saberlo
En nuestro país, el 18% de las personas infectadas desconocen que son portadores del VIH y 48% son diagnosticados tardíamente. Las prácticas sexuales de riesgo, la pérdida del miedo a la infección y los prejuicios entorno a las vías de contagio y a la población infectada influyen en la evolución del perfil de los nuevos casos: mayoritariamente hombres, con 1 de cada 6 casos mayores de 50 años y donde los hombres que mantienen sexo con hombres (HSH) suponen el 50% del total.
Hoy en día, con acceso a un tratamiento apropiado, los pacientes con VIH pueden vivir casi tanto tiempo como la población en general. No obstante, aumenta el riesgo de sufrir comorbilidades relacionadas con la propia patología, el tratamiento y la edad. Más de la mitad de de los pacientes tiene más de 50 años y casi la mitad enfermedad coronaria y/o renal. Esto significa que ayudar a conservar la salud a largo plazo debería ser la máxima prioridad a la hora de adoptar decisiones sobre tratamiento. En paralelo es necesario plantear un abordaje integral y multidisciplinar del VIH con la coordinación de los centros de salud y las unidades especializadas hospitalarias para reforzar el control y seguimiento de estos pacientes.
Otro de los retos actuales en el abordaje del VIH es la lucha contra la exclusión y el estigma social. A pesar de la aprobación de iniciativas para eliminar barreras en el acceso a la función pública, al mercado de productos y servicios, etc. Todavía queda mucho trabajo por hacer, señalan los expertos. Además, se explicó que sufrir cambios en las condiciones laborales e incluso la posibilidad del despido, son alguna de las situaciones a las que todavía se enfrentan estos pacientes cuando dan a conocer su patología en el entorno de trabajo.
Para combatirlo, los expertos han explicado que el impulso de las políticas públicas, las campañas de concienciación y el uso de recursos de todos los agentes implicados son clave para poder prevenir, diagnosticar y tratar el VIH. En este sentido, los centros comunitarios y asociaciones no gubernamentales son una pieza fundamental en el proceso asistencial.
Tres más un objetivo 90-90-90-90
En este sentido, han señalado que España está haciendo todos los esfuerzos necesarios para conseguir el objetivo marcado para 2020 por ONUSIDA de 90-90-90: que el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico; que el 90% de las personas diagnosticadas con el VIH reciban terapia antirretrovírica continuada y que el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica tengan supresión viral.
Pero, además de estos tres objetivos, los profesionales de salud pública están pidiendo un cuarto objetivo: que el 90% de todas las personas que logran la supresión viral alcancen una buena salud global y calidad de vida a largo plazo.
Para María Río, vicepresidenta y directora general de Gilead España: “esta jornada es un punto de encuentro y debate entre los especialistas de VIH de nuestro país para abordar los principales retos de esta infección. Es un ejemplo del compromiso de Gilead con el VIH donde a lo largo de más de 30 años hemos transformado la vida de los pacientes con VIH desarrollado medicamentos que han ido evolucionando en eficacia, posología y seguridad para así ofrecerles la respuesta adecuada a sus necesidades en cada momento”.
Por su parte, José Antonio Hernández, socio director de Healthcare & Pharma de Grant Thornton, recalcó que “este evento es muy útil para volver a posicionar al VIH como una patología clave a afrontar por parte de las autoridades sanitarias tanto a nivel nacional como en los diferentes sistemas autonómicos de salud”.