Los alumnos de Farmacia de la Universidad de Salamanca han podido aprender cómo funciona el engranaje de la receta electrónica, qué posibilidades profesionales le proporciona al farmacéutico, qué datos debe recoger una farmacia centinela y cómo notifican éstas los posibles efectos adversos, gracias a una jornada celebrado por la Facultad del ramo en colaboración con el Consejo General de Colegios Farmacéuticos de Castilla y Léon (Concyl).
Concretamente, a actividad formativa, fruto del convenio firmado por la Universidad y el Concyl en 2019, han asistido los alumnos de último curso del Grado, justo antes de realizar los seis meses de prácticas tuteladas en farmacias o servicios de Farmacia Hospitalaria. Los encargados de impartir la formación han sido profesores asociados de la asignatura, así como técnicos del Concyl y de la Consejería de Sanidad, con el objetivo de que los alumnos puedan conocer con detalle las distintas actividades que realizan los farmacéuticos en su trabajo diario.
En la parte referida a la la receta electrónica, se les han presentado las nuevas funcionalidades en el ámbito de la seguridad, se les ha mostrado cómo funciona el soporte, qué dudas resuelve, qué herramientas tiene o cómo se recupera de pequeñas incidencias o caídas generales del sistema. Todo ello, a través de talleres prácticos y en una farmacia simulada desde la que se han realizado conexiones reales.
En relación con la seguridad, también han podido conocer de primera mano cómo se realiza la vigilancia a través de la red de farmacias centinela, qué datos aportan estas boticas, cómo se hacen las notificaciones y qué estudios de investigación pueden llevar aparejados. También se abordaron otros asuntos como la formulación magistral, la atención farmacéutica y la farmacia hospitalaria.
Durante la inauguración de la jornada, el presidente del Concyl, Carlos Treceño, ha puesto el acento en la necesidad de facilitar a los alumnos que conozcan "la realidad profesional".