El Movimiento para la Defensa de un Modelo Farmacéutico Asistencial en España (Modemfa España) ha informado de que cientos de farmacéuticos madrileños se han dirigido al Colegio Oficial de Farmacéuticos (COF) para pedirle que solicite a la Consejería de Sanidad de este comunidad autónoma que autorice a las oficinas de farmacia para realizar los tests rápidos del coronavirus a cualquiera que desee acceder a esta prueba.
La medida también la ha reclamado Modemfa Madrid y la Asociación por la Defensa del Modelo Sanitario Asistencia (ADMSA), que solicitan "a la Administración a nivel autonómico y nacional que habilite la normativa que permita realizar tests masivos en farmacias", lo que, dicen, reportará información necesaria para que las autoridades conozcan de forma más certera la extensión del virus y puedan tomar las medidas más oportunas en la desescalada del confinamiento sin perjudicar a la salud de la población.
La propuesta incluye recabar los resultados masivos de los análisis de forma confidencial y anónima, y proporcionárselos a las autoridades sanitarias para su tratamiento estadístico, permitiendo conocer el grado de afectación real de la población por la enfermedad en un breve periodo de tiempo.
Estos farmacéuticos entienden que el fin del confinamiento y la vuelta a la actividad laboral deben ir acompañados de las más exigentes cautelas sanitarias, entre las que se encontraría el inmediato y generalizado acceso de la ciudadanía a los tests rápidos, y entienden que los poderes públicos están obligados a emplear cuántos medios materiales y humanos estén a su alcance. A este respecto, consideran "inadmisible que se renuncie a la colaboración de la red de oficinas de farmacia de España esgrimiendo argumentos legalistas y burocráticos que resultan ofensivos en estos momentos críticos".
Además de esta reivindicación, han negado que los farmacéuticos hayan especulado con la venta de mascarillas. Básicamente, aseguran, se han limitado a aplicar "el margen habitual" para este tipo de productos. "Ante el desabastecimiento de los canales habituales, las farmacias han tenido que acudir a importadores del mercado chino", y se han tenido que adaptar, dicen, "a las subidas constantes del precio en origen que la gran demanda mundial y los transportes aéreos han causado", subidas que, admiten, han tenido que repercutirla en el precio final al cliente.
Finalmente, estas asociaciones solicitan al Gobierno la exención del IVA para estos productos, que actualmente están gravados con el 21% más el 5,2 de recargo de equivalencia, que afecta al precio que paga el consumidor final.