Los diputados Macarena Olona y Juan Luis Steegmann, del Grupo Parlamentario VOX, han registrado una Proposición no de Ley en la que insta al Gobierno de España "a garantizar la seguridad de los farmacéuticos de la oficina de farmacia, así como a sus técnicos en farmacia y parafarmacia y auxiliares, en el desempeño de sus funciones de atención farmacéutica, dispensación y recomendación de medicamentos y otros productos sanitarios".
En este sentido, reclaman, "siendo la oficina de farmacia un establecimiento sanitario privado de interés público, y siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad en sus documentos técnicos destinados a personal sanitario, que se provea al personal de la farmacia de equipos de protección individual, de manera que las medidas de protección a los profesionales sanitarios se extiendan a las oficinas de farmacia".
Entre esos equipos, incluyen, tal y como indica el Ministerio para los sanitarios, bata, mascarilla (quirúrgica o FFP2 si hay disponibilidad y siempre asegurando la existencia de stocks suficientes para las situaciones en las que su uso esté indicado de forma más priorizada), guantes y protección ocular antisalpicaduras.
VOX solicita también que se surta a las farmacias, además de con esos equipos de protección, con paneles de metacrilato y geles hidroalcohólicos, o, en caso contrario, que les abonen "los gastos de las dotaciones e instalaciones realizadas por ellos". Para la formación que lidera Santiago Abascal, esto se justificaría por "el flujo constante (hacia las oficinas de farmacia) de personas con diferente sintomatología, abarcando, desde formas más leves, a formas más agresivas de la infección por coronavirus, así como toda clase de pacientes con patología crónica, polimedicados, de edad avanzada, de vulnerabilidad por patología concomitante, etc.".
Aprovechan esta PNL para pedir la constitución de una Mesa de atención primaria, "con todos los colectivos expuestos y vulnerables en esta crisis". Incluyen al "personal médico, farmacéutico y de enfermería, principalmente", y piden "medidas coordinadas y efectivas para su protección".
Finalmente, exigen que los farmacéuticos sean amparados por un entorno jurídico "que les autorice la excepcional actuación de atención farmacéutica domiciliaria que llevan realizando, de facto, desde el comienzo de la crisis sanitaria actual, ante la extrema necesidad de los enfermos en situación de alta vulnerabilidad y fragilidad, y en el contexto del colapso del sistema sanitario producido".