Artículo de opinión de Jacinto Bátiz Cantera, responsable de Bioética de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y director del Instituto para Cuidar Mejor del Hospital San Juan de Dios de Santurce (Vizcaya).
¿Cuáles son las necesidades de quienes se encuentra en el umbral de salida de esta vida? Quienes no dedicamos a cuidar a estas personas en esta etapa tan difícil para ellos y para sus familias somos conscientes de sus necesidades y estamos convencidos de que si las satisfacemos estaremos ayudando a vivir dignamente mientras llega su muerte. Tienen necesidad de que se les alivie el dolor y cualquier otro síntoma que le provoque sufrimiento; tienen derecho a que se les alivie el dolor. Tienen necesidad de que se les apoye emocionalmente; tienen derecho a la ayuda psicológica. Tienen necesidad de ser acompañados durante su etapa final; tienen derecho a no morir en una soledad no deseada. Tienen necesidad de satisfacer sus necesidades espirituales; tienen derecho a recibir el apoyo espiritual que ellos deseen según sus creencias y sus valores. Por todo ello, considero que los cuidados paliativos son una necesidad de las personas que han de transformarse en un derecho.
Pero aún, estos cuidados no son ni un derecho de todos ni se contemplan como una prestación sanitaria básica. Hasta el momento actual, su desarrollo no es armónico, los modelos son diferentes donde existen y su puesta en práctica es muy variable. Es lícito que los distintos planes contengan elementos diferenciales propios de cada una de las comunidades autónomas, pero es conveniente que contemplen un mínimo común obligatorio donde se incluyan medidas formativas, medidas de coordinación entre los niveles asistenciales, así como la consolidación de equipos específicos domiciliarios y hospitalarios.
El Estado ha legislado para unos pocos que quieren ejercer su libertad para elegir cuándo morir y nos ha otorgado una Ley de Eutanasia. Pero continúa sin legislar para una gran mayoría a la que le preocupa cómo morir sin sufrir. Esa mayoría desea tener el derecho a ser cuidada evitando el sufrimiento, no el derecho de adelantar su muerte para dejar de sufrir.
Seguimos reclamando una Ley Nacional de Cuidados Paliativos que ordene los recursos y ofrezca garantías para que en España nadie padezca un sufrimiento evitable al final de su vida. Que se contemplen los cuidados paliativos como un derecho a recibir una buena atención, y no sólo durante los días o semanas previas al fallecimiento, sino también desde que se detecta la incurabilidad del proceso, para acompañar a la persona enferma desde su inicio.
De las 228.000 personas que fallecen anualmente en nuestro país con necesidad de cuidados paliativos, alrededor de 80.000 lo hacen sin acceder a ellos. ¿De quién es la responsabilidad? ¿de los profesionales? ¿de la sociedad? ¿de los políticos? Quienes, estoy seguro, no tienen responsabilidad alguna son los enfermos.
Por todo ello considero que sí es oportuna y necesaria una Ley Nacional de Cuidados Paliativos. Los enfermos, sus familias y los profesionales que les atendemos estamos convencidos de que la atención al final de la vida es una necesidad. Pero es muy necesario que esta necesidad se transforme en un derecho de todos los ciudadanos de nuestro país, que debiera ser garantizado por una Ley.
Jacinto Bátiz Cantera es responsable de Bioética de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y director del Instituto para Cuidar Mejor del Hospital San Juan de Dios de Santurce (Vizcaya)..