Política

“El problema del CISNS es que no tiene un modelo de gobernanza para cuando no hay consenso”

Entrevista con la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, en la que analiza lo vivido en relación con la pandemia durante el primer año de su mandato al frente de la sanidad vasca.
Gotzone Sagardui, consejera vasca de Salud.

Entrevista a la consejera vasca de Salud, Gotzone Sagardui, justo cuando se cumple un año de su nombramiento al frente de la Sanidad vasca, periodo que ha estado protagonizado por la gestión de la pandemia de la covid-19. Sagardui ofrece su visión sobre la pandemia, así como avanza otras cuestiones de importancia para el sistema sanitario y la salud de los vascos.

Pregunta. Acaba de cumplir un año desde que fuera nombrada consejera de Salud. ¿Qué balance realiza?

Respuesta. El balance es positivo. El año ha sido difícil, como para todos. La sociedad de Euskadi ha demostrado ser adulta y ha acompañado a un sistema sanitario firme. Un sistema consolidado y acostumbrado a un trabajo en red gracias a la labor y las inversiones realizadas en años anteriores, que ha permitido poder afrontar mejor las necesidades de la pandemia. Contamos con unos profesionales que han puesto lo mejor de sí mismos a lo largo de los 18 meses de pandemia.

P. ¿Cómo valora la situación actual de la covid en su región?

R. Estamos actualmente en una tendencia descendente de la última ola. Una ola que se inició en junio y que nos ha llevado a porcentajes de contagios que no habíamos tenido a lo largo de la pandemia. Sin embargo, como teníamos la vacunación iniciada y ya estaba completada en las personas más vulnerables, ha habido un menor impacto sobre hospitales y unidades de cuidados intensivos. Vamos a seguir conviviendo con este virus durante algún tiempo y tenemos que estar con fuerza, los sistemas preparados y disponibles ya que seguimos atendiendo al resto de patologías. En cualquier caso, iniciamos un momento interesante y de esperanza. Estamos por encima del 88% de población con al menos una dosis. Manteniéndonos en la alerta y la prudencia que hay que mantener, estamos en buena disposición para afrontar el mes de septiembre con la vuelta al colegio.

P. ¿Con qué miras afronta el País Vasco el próximo otoño-invierno?

R. La pandemia no va a depender solo de nosotros mismos, ni de Europa. Tenemos un gran porcentaje de población vacunada, pero esa no es la realidad de la totalidad de la población mundial. Hasta que el conjunto de la población global tenga acceso a las vacunas el riesgo va a seguir siendo alto ya que el virus circula con gran rapidez y la movilidad es mucha. La mejor herramienta la tenemos nosotros, que somos unos privilegiados, pero hay que hacer extensiva su utilización al resto de población. Es cierto que falta la población de 0 a 12 años, pero también se está trabajando en ello.

P. Así que los países occidentales tenemos que procurar la vacunación en las zonas más desfavorecidas…

R. Es una cuestión de solidaridad, pero también de interés para todos para poder parar el avance de la pandemia y la aparición de nuevas variantes.

P. Más allá de las muertes, el dolor y los problemas económicos, ¿qué otras cuestiones negativas son las que cree que se han producido en el ámbito de la política y la gestión sanitaria?

R. Creo que la pandemia nos ha pillado con una falta de experiencias en las que vernos reflejados y ver qué respuestas se dieron en situaciones similares, lo que ha hecho que nos moviéramos en terrenos de elevada incertidumbre. Los debates políticos e ideológicos no han ayudado excesivamente a la gestión sanitaria, que era en lo que nos teníamos que centrar.

P. No teníamos experiencias previas, pero de aquí en adelante, sí. ¿Que tendríamos que haber aprendido…?

R. Estoy segura de que hemos sacado aprendizajes, tanto la ciudadanía, como los políticos o los gestores. Nosotros estábamos elaborando nuestro proyecto de Ley de Salud Pública y ahora lo hemos revisado para adaptarlo a la perspectiva que nos ha dado la pandemia y las experiencias vividas. Ahora el proyecto está reforzado y mejorado.

P. ¿Cómo valora el cambio en la gobernanza del CISNS que se ha producido con la pandemia?

R. Creo que el problema del Consejo Interterritorial es que no tiene un modelo de gobernanza para cuando no hay consenso. Es un órgano creado desde la perspectiva de que desde los órganos técnicos de las comunidades se hagan propuestas, se discutan y se puedan elevar al acuerdo político. Se han vivido momentos de desacuerdo, cuestionando la forma de hacerse las votaciones, pero también ha habido grandes consensos que luego todos hemos tenido que llevar a nuestras comunidades, porque no olvidemos que las competencias en salud están transferidas a las comunidades autónomas. Nosotros siempre hemos mostrado disposición a compartir experiencias, alcanzar consensos con criterios comunes y que fueran respetados, pero siempre defendiendo que la decisión y las competencias son de los gobiernos autonómicos. Hay que mantener el respeto al autogobierno

P. ¿Cómo valora la gestión de la pandemia a través del estado de alarma?

R. Con el estado de alarma, las comunidades podíamos tomar decisiones necesarias y adecuadas a la realidad epidemiológica, pero sin él no podemos, aunque se adopten medidas desde el ámbito de la competencia de la salud y sabiendo la situación epidemiológica.

P. Tampoco se ha avanzado en una legislación ordinaria que permita tomar las decisiones necesarias…

R. No, y eso también ha sido algo que se ha reiterado a la ministra.

P. ¿Qué cuestiones positivas ha traído la pandemia?

R. La pandemia ha contribuido a aflorar diferentes cuestiones. Por ejemplo, la importancia de la investigación en el ámbito sanitario, con la formación y la inversión que requiere y la relación entre la asistencia y la investigación. También el impulso a las nuevas tecnologías, que se deben incorporar a la asistencia diaria, por ejemplo, facilitando la relación entre profesionales y pacientes. Otro aspecto muy importante es profundizar en el trabajo en red; en Osakidetza ya trabajábamos así y ha sido fundamental para afrontar la pandemia. También quiero destacar un aspecto social, como es la conciencia que los ciudadanos tengan respecto de su salud y el impacto que puede tener en el resto de la sociedad, así se ha concienciado en responsabilidad para los diagnósticos y las comunicaciones ante contagios o la propia vacunación. Son muchas las cosas aprendidas.

P. ¿Cree que las transformaciones que se han introducido en el sistema sanitario para enfrentarse a la covid se mantendrán en el futuro?

R. Creo que sí. Ya se han introducido algunas de estas prácticas y quedarán. Es importante dejar un legado a las nuevas generaciones sobre la experiencia en combatir esta pandemia.

P. ¿Cree que la pandemia ha servido para que profesionales transversales, como los de los servicios de sistemas, ingeniería o incluso farmacia hospitalaria hayan ganado en su integración con el resto?

R. Yo siempre he pensado que cada uno de los profesionales tiene importancia en aquella tarea que le corresponde en su aportación al cuidado de la salud. La pandemia lo ha hecho evidente. Los informáticos han creado soluciones de un día para otro que nos han ayudado muchísimo. Igual que ellos, todo el resto de profesionales. Todos han sido cruciales para dar la respuesta asistencial que hemos podido dar.

P. ¿Cómo valora el trabajo de los farmacéuticos comunitarios? 

R. El papel de los farmacéuticos y su adaptación a las necesidades que surgían ha sido enorme. En el confinamiento estuvieron adaptando los tratamientos para evitar los desplazamientos de pacientes crónicos. También para evitar que nadie se quedara sin medicamentos. Igualmente es importante la labor informativa y derivativa de los farmacéuticos.

P. ¿Cree que se podría haber impulsado más la colaboración con los farmacéuticos a lo largo de la pandemia (atención domiciliaria, adelantando la venta de test, vacunas, dispensación de medicamentos hospitalarios etc.)

R. Siempre es posible, y fruto de la experiencia obtenida es posible que ahora cambiáramos algunas cosas. Pero lo importante es que la colaboración existe y es continuada; los farmacéuticos forman parte del sistema y eso ha hecho posible dar respuesta a las necesidades que surgían ya que han tenido una disposición absoluta a adaptarse a lo que el Departamento de Salud solicitaba en cada momento.

P. ¿Cree que esa colaboración se podría traducir más adelante en una mayor integración de la farmacia con el sistema?

R. Tenemos que ver cuáles son los desarrollos que el sistema pueda efectuar. Venimos de años en los que no había ninguna relación, pero ahora ya hemos avanzado mucho. Seguro que vamos a seguir progresando, como va a ir progresando la sociedad en su conjunto, no nos vamos a quedar atrás.

P. ¿Ha cambiado la visión que tenía de la farmacia tras la covid-19?

R. No, para nada. Se ha reafirmado mi opinión y convencimiento de que tienen una disposición absoluta y que el trabajo que realizan día a día redunda en la mejora de la salud de la ciudadanía. Lo pensaba antes y ahora lo he reafirmado.

P. Más allá de la covid-19. ¿Cuáles son las prioridades que tiene actualmente? 

R. El Departamento de Salud del Gobierno Vasco en estos meses de pandemia ha seguido trabajando, revisando programas y elaborando nuevos planes ya que el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas va más allá de la covid. Es cierto que todo ha quedado recubierto por la pandemia, pero no hemos parado. Si tuviera que resumir el objetivo, tal y como se recoge en nuestro plan estratégico es mantener y mejorar en lo posible un sistema de salud universal, de calidad y que sea cercano y humano. Se trata de personas que necesitan cuidados por parte de las personas. Esto se concreta en el refuerzo de la Atención Primaria, que es fundamental en el cuidado de la salud y la prevención de múltiples enfermedades. También estamos trabajando en la nueva Ley de Salud Pública y tenemos que terminar la evaluación del Plan de Salud anterior así como elaborar el nuevo y, además, están los planes específicos de enfermedades y trastornos y todo ello desde la perspectiva de un sistema universal, lo que requiere que también sea sostenible.

P. Y en materia de medicamentos, ¿prevé algún cambio en su política de compras, acceso, etc.?

R. No prevemos ningún cambio en política de compras. Otro tema es tratar de avanzar en nuevos modelos que nos permitan incrementar la accesibilidad a medicamentos experimentales y más nuevos. Quiero poner de manifiesto que tenemos diálogo con la industria farmacéutica y creemos en la colaboración público-privado y que hay margen de mejora para avanzar en ello.

P. Ha comentado que considera necesario incrementar la colaboración público-privada. ¿Cree que sería necesario impulsar acuerdos con la industria para incrementar el acceso?

R. Indudablemente es una vía que puede ofrecer beneficios. Todos queremos aportar a las personas la mejor solución para la patología que puedan estar sufriendo, manteniendo los máximos estándares de seguridad y desde un ámbito en el que se pueda garantizar hacer más sostenible el sistema.

P. ¿Cómo valora el modelo de compra de vacunas de la covid-19 con la coordinación europea? ¿Cree que puede haber modelos similares para otros medicamentos en el futuro?

R. Probablemente sea una de las lecciones que nos deja la pandemia. A veces hay que tener una mirada a largo plazo y profundizar en colaboraciones que han tenido buen resultado y que va desde la investigación a la agregación de compras. Es un ámbito interesante a explorar en el que nosotros podríamos estar dispuestos a colaborar en la manera en que pudiéramos participar a nivel europeo.

P. Nos estamos adentrando en una crisis económica y de deuda a consecuencia de la covid-19. ¿Pagará la Sanidad, como ha sucedido en otras ocasiones los ajustes?

R. Cada uno tiene que hablar de su realidad y eso que comenta no es la realidad que se ha vivido en Euskadi. La apuesta por la salud del Gobierno vasco ha sido permanente en lo asistencial como en la investigación para avanzar en un sistema innovador y preparado para los retos. Eso es lo que nos ha permitido afrontar esta pandemia con solidez. En 2021 nuestro departamento ha tenido un presupuesto de 4.183 millones de euros, un 6% más que el del año pasado. También tenemos uno de los mayores ratios de gasto por habitante de toda Europa, 1.902 euros por persona. Creo que esos datos ya dicen que al menos en Euskadi esa realidad no creo que se le pueda achacar al Gobierno vasco. No hay sospecha de ello, los ciudadanos de Euskadi, no deben tener.

P. Entonces, la crisis porst-covid, si es por el Gobierno vasco, ¿no afectará a la sanidad?

R. La apuesta siempre ha sido clara y así va a seguir siendo.

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