Atraer el talento profesional, retenerlo y convertirlo en un activo que incremente el valor de la farmacia es una fórmula de éxito que no siempre es fácil conseguir y que plantea una pregunta: ¿cuáles son las claves para impulsar la carrera profesional dentro de la farmacia comunitaria a través de la atracción de talento y la generación de valor? Para resolverla, farmacéuticas titulares y adjuntas debatieron este miércoles en una mesa de actualidad celebrada en Infarma, el Congreso Europeo de Farmacia y Salón de Medicamentos y Parafarmacia organizado por los Colegios Oficiales de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y Barcelona (COFB) y CloserStill.
Bajo el título Titulares y adjuntos: cómo desarrollar una carrera profesional en la farmacia comunitaria, en este foro se analizó el estado actual del ejercicio profesional en la oficina de farmacia y las posibilidades de desarrollo que tienen los profesionales que trabajan en ella. La mesa de debate estuvo moderada por Mari Carmen Magro, vocal de Ejercientes no titulares en oficina de farmacia del Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM), y en ella participaron Idoia Carlota Fernández Bereciartua, vocal de Adjuntos, Sustitutos y Regentes de Oficina de Farmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa; Alicia González Rodríguez, farmacéutica adjunta en Madrid; Paola González Hernández, farmacéutica adjunta en Colmenar Viejo (Madrid), y Fanny Ruiz, farmacéutica titular en San Fulgencio (Alicante).
El debate arrancó con la exposición de un trabajo realizado en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Gipuzkoa en la que Fernández Bereciartua señaló que los principales problemas detectados por los adjuntos para mejorar su situación están ligados a horarios, condiciones laborales, conciliación y desarrollo profesional. Por ello, defendió que la farmacia comunitaria tiene que impulsar la carrera profesional de sus trabajadores y que la falta de esta carrera profesional, junto con otros factores, hace el trabajo diario menos atractivo.
Además, expuso que la farmacia asistencial debe tener su base en una buena formación, ya que sin ella la farmacia asistencial no será posible, y que está formación ayudará a titulares y adjuntos a tener un objeto común, que no es otro que la mejorar con sus actos la salud de los pacientes. Y añadió: “Horarios, condiciones laborales, conciliación y desarrollo profesional harán más atractivo el trabajo”.
Junto a ella, González Rodríguez remarcó que la falta de apoyo y reconocimiento son un freno que puede llevar a un farmacéutico adjunto a perder a la motivación para seguir ejerciendo su labor en la farmacia comunitaria. Sobre esto, señaló que “se necesita una buena política de personal” para adaptarse a cada farmacéutico según sus circunstancias y particularidades en cuanto a horarios, conciliación familiar y salario.
“También es una dificultad la existencia de techo profesional para el farmacéutico adjunto, dado que una mayor formación normalmente no se incentiva, ni se traduce en un reconocimiento y en remuneración. Al igual que en otros sectores, todo trabajador aspira a ser reconocido y a poder mejorar en el ejercicio de su profesión”, planteó.
Por su parte, González Hernández puso de manifiesto la importancia del trabajo conjunto entre el farmacéutico titular y el adjunto. Dentro de ese trabajo colaborativo defendió “la carrera profesional como aliciente para evitar la fuga de talentos en farmacia comunitaria”.
Unido a esto, subrayó la importancia de la especialidad en Farmacia Comunitaria, ya que, según expuso, igualaría en oportunidades en futuros concursos al farmacéutico comunitario con otros sectores que, hoy en día, tienen más beneficios en cuanto a puntuación en concursos de farmacia sin haber ejercido nunca en la misma.
La importancia de los servicios profesionales
Durante su intervención, Ruiz resaltó que el desarrollo de la carrera profesional en la farmacia comunitaria pasa en la actualidad por la prestación de servicios profesionales farmacéuticos asistenciales. Para ello, recalcó que, además de la dedicación y entrega del titular de la farmacia, es necesaria la implicación de los farmacéuticos adjuntos a los que se debe incentivar mediante la formación continua, la capacitación y la participación en foros científicos y de discusión.
Además, incidió en que ello conlleva el reconocimiento de éstos como profesionales sanitarios imprescindibles para el buen funcionamiento de las farmacias.
"Sin la participación de universidades y farmacéuticos titulares, una formación de posgrado de calidad y el reconocimiento de los farmacéuticos adjuntos, no podremos poner en marcha una verdadera carrera profesional en la farmacia comunitaria", afirmó.
Sobre esta cuestión, Magro aseveró que “si queremos un verdadero reconocimiento por parte de las autoridades sanitarias, el desarrollo de la carrera profesional del adjunto tiene que integrarse en la farmacia comunitaria junto con el titular”, contando con su respaldo.
Unido a esto, recalcó que la formación, la comunicación activa entre el titular y el adjunto, la apuesta por el crecimiento y una adecuada gestión de los equipos son la base sobre la que cimentar la carrera profesional en la farmacia comunitaria