Un estudio halló que una buena dieta y el ejercicio reducían las probabilidades de sufrir una enfermedad cardiaca en un 90 por ciento
LUNES, 5 de enero de 2015 (HealthDay News) -- Las mujeres pueden reducir de forma dramática sus probabilidades de sufrir una enfermedad cardiaca antes de la vejez si siguen las directrices para una vida saludable, según un estudio a largo plazo de gran tamaño.
El estudio encontró que las mujeres que seguían seis recomendaciones para una vida saludable, como comer una dieta saludable y hacer ejercicio de forma regular, reducían sus probabilidades de sufrir una enfermedad cardiaca en alrededor de un 90 por ciento en un transcurso de 20 años, en comparación con las mujeres con los estilos de vida más malsanos.
Los investigadores también estimaron que los estilos de vida malsanos eran responsables de casi el 75 por ciento de los casos de enfermedades cardiacas en las mujeres más jóvenes y de mediana edad.
"Adoptar o mantener un estilo de vida saludable podría reducir sustancialmente la incidencia de diabetes, hipertensión y colesterol alto, además de reducir la incidencia de enfermedad de la arteria coronaria en las mujeres jóvenes", afirmó la autora líder del estudio, Andrea Chomistek, profesora asistente de epidemiología y bioestadística de la Universidad de Indiana, en Bloomington.
Aunque las muertes por problemas cardiacos en las mujeres de 35 a 44 años son poco comunes, la tasa de esas muertes ha permanecido más o menos igual en las cuatro últimas décadas. Pero al mismo tiempo, en general menos gente muere de enfermedades cardiacas en Estados Unidos, dijo Chomistek. "Unas opciones malsanas de estilo de vida podrían explicar esas diferencias", aseguró.
"Un estilo de vida saludable también se asoció con una reducción significativa en el riesgo de contraer una enfermedad cardiaca entre las mujeres que ya habían desarrollado un factor de riesgo cardiovascular, como la diabetes, la hipertensión o el colesterol alto", comentó.
Los hallazgos aparecen en la nueva edición de la revista Journal of the American College of Cardiology.
El estudio siguió a casi 90,000 enfermeras entre 1991 y 2011. Las mujeres tenían de 27 a 44 años cuando comenzó el estudio.
Los investigadores se enfocaron en seis conductas descritas como saludables: no fumar, hacer al menos 2.5 horas de ejercicio a la semana, tener un peso normal, ver siete horas o menos de televisión a la semana, comer una dieta saludable y beber algo de alcohol pero no más de una copa al día.
Alrededor del 5 por ciento de las mujeres encajaban en esa categoría en un momento dado, según Chomistek.
El estudio también observó los factores de riesgo de las enfermedades cardiacas, como la diabetes, el colesterol alto y la hipertensión. "Aunque las enfermedades cardiacas son bastante raras en las mujeres jóvenes, contraer un factor de riesgo de enfermedades cardiacas no lo es", afirmó.
Alrededor del 45 por ciento de las mujeres contrajeron uno de esos factores de riesgo durante el periodo de 20 años del estudio, señaló Chomistek. Y un estilo de vida saludable también ayudó a esas mujeres, halló el estudio.
"Las mujeres que tenían diabetes, hipertensión o colesterol alto y que mantenían un estilo de vida saludable tenían un riesgo mucho más bajo de al final contraer una enfermedad cardiaca (como sufrir un ataque cardiaco) en comparación con las mujeres que no mantenían un estilo de vida saludable", planteó.
"Muchas de esas mujeres recibían tratamiento para sus factores de riesgo, pero el estilo de vida seguía siendo muy importante para la prevención de una enfermedad cardiaca posterior", anotó Chomistek.
¿Serían esos hallazgos similares en los hombres? Las tasas de mortalidad por enfermedad cardiaca en los hombres más jóvenes se han resistido de forma empecinada a declinar, como las de las mujeres, "y eso amerita más estudio", dijo Chomistek.
En ambos sexos, "hay una evidencia inequívoca de que un patrón alimentario saludable, ser físicamente activo, mantener un peso corporal ideal y no fumar se relacionan firmemente con una reducción en el riesgo de enfermedad cardiaca", señaló Donna Arnett, catedrática de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Alabama, en Birmingham, y ex presidenta de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Arnett escribió un comentario que acompaña al estudio.
Muchas mujeres "carecen del conocimiento de que las enfermedades cardiacas les puede afectar a cualquier edad, y quizá no reconozcan los síntomas de las enfermedades cardiacas", señaló Arnett. "Aunque muchas mujeres tienen síntomas clásicos de ataque cardiaco (como un dolor muy grande en el centro del pecho que se extiende al cuello o al brazo, falta de aire y sudoración copiosa), otras presentan dolor de espalda o indigestión".
Este estudio confirma la importancia de las conductas saludables, como no fumar y hacer más ejercicio, dijo Arnett. Y estos hallazgos también desempeñan un papel en cambiar la discusión pública hacia "crear un mundo en que hacer esas cosas sea la opción por defecto".
Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Andrea Chomistek, Sc.D., assistant professor, epidemiology and biostatistics, Indiana University Bloomington; Donna Arnett, Ph.D., M.S.P.H., chair of epidemiology, University of Alabama at Birmingham School of Public Health, and past president, American Heart Association; Jan. 6/13, 2015, Journal of the American College of Cardiology