La inversión en vacunas cayó un 32% entre 2007 y 2012

La inversión en vacunas financiadas por el sector público cayó entre 2007 y 2012 una 32,08% al pasar de una inversión de 334,9 millones de euros en 2007 a 227 millones en 2012. Esta reducción ha sido mucho mayor que la experimentada en los gastos sanitarios totales o en la factura farmacéutica. El primero de ellos subió en dicho periodo un 6,37% mientras que el segundo cayó un 9,9%. De este modo, mientras que en 2007 las vacunas suponían el 0,56% del gasto sanitario total, en 2012 solo alcanzaron el 0,35%. Una evolución que con las medidas puestas en los últimos años, especialmente con las compras centralizadas, es probable que se hayan reducido mucho más.

Estos datos, recogidos en el informe “El valor social de las vacunas, elementos de reflexión para facilitar el acceso”, elaborado por el departamento Life Sciences & Helathcare de Deloitte, pone de manifiesto la paulatina pérdida de importancia de las vacunas en el sistema sanitario. Al menos en su valoración económica.

Así, durante la presentación del informe, Gonzalo Casino, director de la división que ha realizado el informe, explicó que en los últimos tiempos "la sociedad le esta dando menos importancia a las vacunas". Según comentó es algo "muy peligroso" y que puede dar alas a los movimientos anti-vacunas. Por ello, según indicó, "es necesario que el valor de las vacunas siga estando en el discurso".

En este sentido, el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, puso de manifiesto que "el amor, el cariño que la sociedad tenía con las vacunas esta quebrado". Por ello, consideró que "hay mucho activismo" y que cualquier efecto secundario que se pueda desencadenar en un vacuna "es inaceptable para la sociedad". Por ello, animó a devolver a las vacunas al lugar que le corresponde y poner en valor lo que aportan. Igualmente, Emili Esteve, director Técnico de Farmaindustria, recordó que hace escasas fechas, el Consejo de la Unión Europea animó a los Estados miembros a mejorar la concienciación ciudadana y incrementar la vigilancia sobre los movimientos anti-vacunas.

Pero el problema es que en muchos sitios se ven las vacunas como una 'commodity' y no se valora su función. Es habitual haberse olvidado de las graves enfermedades contra las que protegen porque gracias a las vacunas se han erradicado o el número de casos es bajísimo. Además, en la mayoría de las compras públicas de vacunas en los últimos años el factor precio ha ganado peso en los concursos relegando a los aspectos técnicos a un segundo lugar o, incluso, obviándolo en algunos casos ya que hay autonomías como Madrid o Andalucía en las que el precio es el 100% de los criterios a valorar.