El efecto de las vacunas que se integran en los calendarios de vacunación suele acabar con el riesgo de padecer la enfermedad o el riesgo de muerte en un 100% de los casos. En pleno debate por la emergencia de los movimientos antivacunas y los riesgos de salud que suponen para la población el incumplimiento de los calendarios de vacunación, Our World in Data (Nuestro Mundo en Datos), ha elaborado una tabla con datos estadísticos que detallan los efectos de las vacunaciones más comunes.
En el caso de la vacuna contra Difteria, que se administra desde los primeros meses de vida del bebé hasta la adolescencia, se logran resultados plenamente eficaces, anulando la aparición de la enfermedad en el 100% de los casos. Lo mismo ocurre con las vacunas contra la Poliomelitis y la Viruela, enfermedades graves y altamente infecciosas.
Otras vacunaciones, aunque no logran ser exitosas en la totalidad de los casos, arrojan resultados altamente eficaces en los que la aparición de la enfermedad es muy marginal. En este aspecto, podemos hablar de la vacuna del sarampión que, aunque su efectividad es del 99,9% anula toda posibilidad de que derive en el fallecimiento del paciente. La vacunación contra las paperas y la tos ferina también reducen al mínimo la posibilidad de muerte y la tasa de contracción de la enfermedad después de ser vacunado apenas alcanza al 3 y al 4% de los beneficiarios.
Como muestra la tabla, casi todas las vacunas de los calendarios de vacunación tienen una eficacia por encima del 80% y, la mayoría de ellas, consiguen prevenir la enfermedad y atajar cualquier efecto mortal en tasas del 100% o muy cercanas a esta cifra.
La vacuna del neumococo es una de las que menores tasas de prevención aporta y, sin embargo, estas alcanzan tasas del 40% si hablamos de prevención y del 30% en el caso de evitar la muerte del paciente una vez contraída la enfermedad. En parte, esta disminución de la eficacia, a la existencia de un centenar de variedades del neumococo, lo que dificulta la eficacia sobre el foco común de la enfermedad. Además de neumonía, el neumococo puede provocar otras enfermedades de carácter muy grave como la meningitis, y otras de menor peligro como la sinusitis.
El seguimiento de los calendarios de vacunación marcados por las instituciones generan efectos positivos en la salud y vida de los pacientes, evitando, además de la contracción de la enfermedad o que tenga efectos mortales, contagios masivos que pongan en riesgo al resto de la población.