La intervención vacunal se está extendiendo a nuevas enfermedades y poblaciones diana; además, las vacunas son más fáciles y rápidas de producir, más flexibles en condicionantes de distribución y cuentan con más opciones de personalización para su aplicación individual. Estas son algunas de las consideraciones que arroja el documento ‘Vacunas, un futuro prometedor’, un trabajo desarrollado por un grupo de 10 expertos multidisciplinares, GSK y la consultora Si-Health, que pone en valor el potencial preventivo de la vacunación y valora las tendencias de futuro.
En Europa, actualmente se están desarrollando más de 100 vacunas futuras en el campo de la prevención, de las cuales un 80% están centradas en adultos. Más de la mitad (54%) se dirigirán a mejorar las vacunas existentes e incorporar otras nuevas frente a la tuberculosis, el dengue y virus respiratorios como la gripe, el covid-19 y el VRS.
Entre las ya existentes, las vacunas del virus de la hepatitis B (VHB) y el virus del papiloma humano (VPH), por ejemplo, previenen 1,1 millones de casos de cáncer de hígado, cérvix, ortofaringe y anorectal al año en el mundo. Y junto a ellas, están surgiendo también vacunas terapéuticas personalizadas que permiten reconfigurar el sistema inmune contra las células cancerosas, y representan un futuro esperanzador para los pacientes oncológicos.
Dentro de los programas de vacunación adulta, los mayores de 60 años representan uno de los grupos poblacionales de mayor interés, dado el creciente envejecimiento de la población. En este sentido, el calendario vacunal actual incluye para este grupo en España vacunas frente a gripe, neumococo, herpes zóster y difteria-tétanos, pero se espera su ampliación a más vacunas en el futuro.
Sin embargo, el documento señala que aún quedan retos pendientes a los que dar respuesta por parte de los colectivos médicos, investigadores científicos y gestores de las administraciones públicas. El envejecimiento inmunitario asociado a la edad y otras comorbilidades médicas, como la obesidad, son capaces de influir de manera negativa en las respuestas inmunitarias inducidas por la vacunación. Así mismo, el acceso desigual a las vacunas, las barreras regulatorias, el reto logístico derivado de problemas de abastecimiento y/o distribución, y la saturación de la Atención Primaria, donde se centralizan la mayoría de las campañas de vacunación, merecen ser analizados en búsqueda de soluciones.
Para intentar hacer frente a estos nuevos desafíos, el grupo de expertos aboga por seguir potenciando una cultura de credibilidad y confianza en torno a la vacunación, mediante campañas educativas y de formación ciudadana.
También es necesario fortalecer la educación en salud y el estilo de vida saludable entre la población, mejorar la experiencia de vida de los pacientes y hacer que se sientan partícipes en la toma de decisiones, así como involucrar a los profesionales sanitarios en este proceso. Por último, los profesionales reclaman una mayor inversión y una mejora de las estructuras y la coordinación de iniciativas con foco en la vacunación. “Solo así conseguiremos que la implementación de la vacunación a lo largo de toda la vida pueda ser una práctica asistencial rutinaria de la que podamos beneficiarnos todas las personas”.
Punto de inflexión
La pasada pandemia ha supuesto para los autores un punto de inflexión que ha marcado un antes y un después en la historia de la vacunación, abriendo una ventana de oportunidad sin precedentes gracias al uso de las nuevas tecnologías, como la técnica de ARNm.
Por otro lado, la crisis sanitaria ha evidenciado que los virus no conocen fronteras y, en un contexto de globalización con movimientos migratorios continuos, las vacunas, tanto en personas como en animales, se han convertido en un escudo protector fundamental, especialmente frente a enfermedades víricas y/o zoonóticas, de mayor y más rápida propagación. Además, la información general y la formación sobre vacunas y su desarrollo, así como la transparencia en la vigilancia de su seguridad pre y poscomercialización, han contribuido a aumentar la cultura vacunal, tanto entre los profesionales de la salud como en la población general.
En particular, la pandemia ha propiciado un aumento de la concienciación social respecto a la eficacia de la vacunación, así como un cambio de paradigma poblacional, capaz de dar mayor protagonismo a la vacunación en adultos, hasta ahora mucho menos desarrollada que la vacunación infantil.
El cambio hacia una “vacunación a lo largo de toda la vida” es necesario, explican los expertos, ya que entre los adultos existen grupos poblacionales que pueden ver mejorada su calidad de vida gracias al potencial vacunal: personas que conviven con patologías crónicas de base, que están viviendo o han pasado por procesos oncológicos u otros problemas de salud que comprometen su sistema inmunitario, pacientes institucionalizados, así como personas mayores con respuestas inmunitarias deficientes asociadas a la edad.
Campaña
El documento ‘Vacunas, un futuro prometedor’, presentado este miércoles en los estudios de Mediaset España en el marco de la campaña desarrollada de la mano de la iniciativa de comunicación social empresarial Valor Mediaset España con el lema “Juntos, por el valor de la salud”.
Esta acción conjunta tiene como objetivo poner en valor el poder de las vacunas para proteger y prevenir ante infecciones causadas por diferentes patógenos y mejorar la calidad de vida de grupos de riesgo y personas con enfermedades crónicas y degenerativas, así como concienciar a la sociedad del impacto positivo del ‘entrenamiento’ constante del sistema inmune, supervisado siempre por profesionales sanitarios, en una vida saludable.