Los farmacéuticos adjuntos creen que están en desventaja ante otros profesionales que trabajan en las farmacias, para lograr representación en la mesa de negociación del Convenio Colectivo. De este modo, aunque lograran constituir un sindicato centrado en sus necesidades, les “duele la desventaja en que nos sitúa el sistema de elección, que anula prácticamente cualquier posibilidad de decidir o participar en la toma de decisiones”.
Tal y como indican, según la legislación vigente, la gran mayoría de farmacias en las que hay 6 empleados el mayor porcentaje lo componen los técnicos o auxiliares, por lo que, en caso de elecciones tienen más posibilidades de salir elegidos como delegados sindicales, explica a Diariofarma Vanessa Caamaño, vocal de la Asociación Gallega de Farmacéuticos Adjuntos (Asgafa). De este modo, se afianza la representatividad de la Federacion de trabajadores de farmacia (Fetrafa) y Unión de Trabajadores de Farmacia (UTF), que se suma a la de Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT).
Caamaño señala que a pesar de que muchos de los farmacéuticos adjuntos también se encuentran sindicados, la realidad es que estos sindicatos no suelen defender sus derechos. “¿Cómo un sindicato que desconoce nuestra realidad, va a defender nuestros intereses?”, se pregunta.
En lo que se refiere al convenio en sí, la portavoz de los farmacéuticos adjuntos gallegos pone de manifiesto la “injusticia” que supone que se consideren laborables todos los días del año. Según indica, “para quienes firmaron el convenio parece ser que las farmacias deberían ser algo así como los ‘24 horas’ del medicamento”.
Esta farmacéutica también pone de manifiesto las dificultades que tienen que afrontar algunos adjuntos para formarse y crecer profesionalmente ya que consideran que su obligación es "mantenernos al día, permanentemente actualizados para poder ofrecer la mejor calidad asistencial". Pero la realidad es que en muchos casos ni siquiera pueden "salir media hora antes del trabajo para asistir a un curso de formación”, algunos de ellos, a más de 100 km de distancia del puesto de trabajo, tal y como indica. Ante esta situación, es el trabajador el que asume todos los gastos de la formación, pero quien recauda los beneficios es la empresa. Es un ejemplo de lo que Asgafa considera importante cambiar.
Tal y como indican, han enviado sus “reivindaciones a los sindicatos participantes a través de nuestros socios-sindicados, ya que consideramos que, al menos, se podrían tomar la molestia de echarles un vistazo y defender la postura de sus representados”, pero no tienen demasiada esperanza. “Sólo podemos encomendarnos a Santa Rita para que nos garantice que nuestra situación laboral no vaya a empeorar o a estancarse como sucedió hace unos años”, explica Caamaño.
Por último, esta farmacéutica recuerda el papel tan relevante que ofrecen en las farmacias de toda España. “Consideramos que nuestro trabajo ayuda a que los pacientes tengan una mejor calidad de vida porque damos un valor añadido en cada dispensación, somos un colectivo con un potencial enorme”. Eso sí, no renuncian a la defensa de sus derechos y explica que están “consiguiendo que muchos compañeros se unan a nosotros y peleen por sus derechos, que son los nuestros, no sólo en Galicia, sino también en otras comunidades”.