Dentro del catálogo de propuestas incluidas en el programa de los socialistas vascos (PSE-EE) para las elecciones del 25 de septiembre, destaca su alusión al acceso los nuevos tratamientos. De forma literal, la candidatura encabezada por Idoia Mendia habla de garantizar "el acceso a los tratamientos más adecuados para cada paciente, de acuerdo a la evidencia científica y al coste-efectividad de los mismos, para el cáncer, las enfermedades raras o las enfermedades infecciosas graves, como la hepatitis C".
Y aunque no se establece una relación causa efecto en el programa, todo hace pensar que ese planteamiento sólo será posible con una mayor asignación de recursos, algo que han defendido representantes del partido a nivel nacional. En el programa, sí que hay una alusión genérica a la necesidad "de establecer una política de suficiencia financiera", partiendo de la base, dicen, de que España es "uno de los países de nuestro entorno que menos invertimos en sanidad, por lo que debe aumentar el porcentaje del PIB destinado a la salud".
En el plano del acceso, también, sacan pecho por haber sido, aseguran, promotores "de la eliminación del efecto del copago de medicamentos sobre los pensionistas, tras haber forzado al Gobierno del PNV "a que lleve a cabo la devolución a este colectivo de lo pagado por las medicinas".
Rol sanitario de la farmacia
En cuanto al rol que debería jugar la farmacia dentro del sistema vasco de salud, el PSE-EE optaría por "potenciar a las farmacias como agentes de salud que deben facilitar la adherencia a los tratamientos, controlando los efectos adversos y colaborando en la transparencia de los servicios sanitarios". Eso no quita, prosiguen, para que se tengan que ajustar, en la prestación de esos servicios, "a las políticas fijadas por el Gobierno".