Terapéutica

El FH defiende su papel para optimizar el uso de inmuno-oncológicos

El presidente de la SEFH, Miguel Ángel Calleja, y la farmacéutica de hospital, Ana Cercós, destacan el valor de la identificación de biomarcadores para seleccionar pacientes.

El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Miguel Ángel Calleja, participó en la jornada sobre ‘Innovación en los Programas de Acceso en oncología’, celebrado en la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, y puso en valor "el beneficio de los equipos multidisciplinares con farmacéutico de hospital integrado para el manejo de la innovación que supone la inmunoterapia en el tratamiento del cáncer".

Durante su intervención, Calleja señaló las oportunidades que se abren con la medicina de precisión y la selección de pacientes mediante biomarcadores, de cara a la obtención de "mejores resultados de efectividad y de seguridad, lo que nos permite ganar en salud y en tiempo de vida para los pacientes". Esto, en su opinión, "hace más sostenible el sistema, ya que permite que el impacto presupuestario sea gradual y progresivo”.

En esta misma línea se produjo la intervención de Ana Cristina Cercós, farmacéutica especialista del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Dr. Peset de Valencia, quien reconoció que "la inmunooncología supone un cambio de paradigma en la forma de entender el cáncer, con tratamientos que suponen una innovación disruptiva que en algunos tipos de pacientes con cáncer". Por eso señaló la importancia de la "identificación de biomarcadores capaces de predecir cuál será la respuesta al tratamiento".

 

Evaluación de resultados 

Cercós también defendió la participación activa del fármacéutico en la evaluación de los resultados en salud en la práctica clínica real, de manera cooperativa y coordinada con el resto de profesionales, ya que, explicó, "conocer la efectividad y evaluar la eficiencia es una herramienta clave de gestión, que nos permitirá seleccionar los pacientes en los que se pueda obtener la mejor relación coste-efectividad”.

Además de la utilidad de los biomarcadores para seleccionar a los pacientes, Calleja hizo referencia a la aportación de los Informes de Posicionamiento Terapéutico (IPT), que están permitiendo "posicionar a los fármacos con respecto al resto de alternativas". A éstos, prosiguió, habría que añadir "un informe económico adicional o bien que esté incluido en el propio IPT".

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