El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha publicado un nuevo informe sobre 'Asistencia Farmacéutica en Centros Sociosanitarios. Papel de la Farmacia Comunitaria. Análisis y propuestas', que ha sido elaborado por el Grupo de Trabajo de Atención Sociosanitaria y Domiciliaria y recoge, además de un repaso por la legislación estatal y autonómica vigente, las consideraciones generales para asegurar una asistencia farmacéutica de calidad a centros sociosanitarios desde la oficina de farmacia.
Para conseguirlo, el informe establece, en primer lugar, que se debe garantizar el derecho de los ciudadanos a recibir la prestación farmacéutica "en condiciones de igualdad", ya sea en su propio domicilio o en el ámbito sociosanitario en el que pudiera estar ingresado, permitiendo con ello "que sea considerado como un paciente más de la atención primaria".
También señalan la importancia de que los centros sociosanitarios, de titularidad pública o privada, con menos de 100 camas que no hayan optado por disponer de un servicio de farmacia propio puedan contar con depósitos de medicamentos vinculados preferentemente a farmacias comunitarias de la misma área o zona sanitaria de influencia correspondiente, y que éstas puedan prestar, a través del farmacéutico titular o bajo la responsabilidad de éste, servicios profesionales para complementar la prestación. "Las actuaciones desarrolladas por las farmacias comunitarias no solo se referirán a la dispensación de medicamentos y productos sanitarios, sino que también comprenderán otros servicios profesionales", indican.
Entre las funciones concretas que se le atribuyen a los farmacéuticos comunitarios, éstas son variadas. Así, en el ámbito de los medicamentos y productos sanitarios, serán encargados de la adquisición, custodia, conservación, dispensación, la formulación, el seguimiento farmacoterapéutico, la información sobre medicamentos al resto de profesionales, usuarios y familiares, así como la colaboración en farmacovigilancia. En lo que respecta a las funciones concretas dentro del depósito del centro sanitario, destaca su papel como integrante del equipo multidisciplinar, como experto en medicación, como profesional adecuado para la selección de medicamentos, productos sanitarios y dietoterápicos o la elaboración de una guía farmacoterapéutica que tenga en cuenta las características de los pacientes del centro. También tendrá un papel relevante a la hora de adecuar los sistemas de dispensación, proponer actividades que mejoren la adherencia y colaborar en la conciliación, entre otras.
Cambio de paradigma
El documento parte de un cambio de paradigma en el sistema sanitario, consistente en el progresivo envejecimiento de la población y el incremento de la cronicidad y la pluripatología, que obliga, en opinión de los autores, a introducir cambios en el sistema para garantizar la continuidad asistencial, la integración de los procesos y coordinación sociosanitaria, todo ello garantizando la sostenibilidad del propio SNS. "La red asistencial de farmacias, por su profesionalidad, cercanía, accesibilidad y plena disponibilidad, es una estructura sanitaria fundamental que constituye una potente red de apoyo, de atención personalizada y dispuesta a prestar servicios de calidad a los mayores", afirman.
Así, entienden que un modelo que integre a las boticas va a permitir "que los ciudadanos reciban la prestación farmacéutica en condiciones de igualdad, ya sea en su propio domicilio o en el ámbito sociosanitario en el que pudiera estar ingresado, permitiendo con ello, que sea considerado como un paciente más de la atención primaria". El documento recoge, la necesidad de seguir promoviendo el desarrollo profesional continuo y de las herramientas tecnológicas adecuadas para acompañar al farmacéutico en la adopción de los nuevos roles con la máxima garantía.