Política

Baleares sienta las bases de su modelo estratégico de atención a la cronicidad

Estratificación de los pacientes, rutas asistenciales específicas, evaluación social, coordinación y colaboración entre profesionales y con servicios sociales son algunas de las claves para la puesta en marcha de una estrategia de cronicidad que dé resultados y ofrezca una asistencia adecuada a las necesidades de los pacientes.
Representantes de la Consejería de Sanidad de Islas Baleares y el Servicio de Salud de la región (IbSalut) junto al director de Diariofarma, José María López, antes del Encuentro de Expertos sobre ‘La Estrategia de cronicidad en Islas Baleares”
Representantes de la Consejería de Sanidad de Islas Baleares y el Servicio de Salud de la región (IbSalut) junto al director de Diariofarma, José María López, antes del Encuentro de Expertos sobre ‘La Estrategia de cronicidad en Islas Baleares”

Estratificación de los pacientes, rutas asistenciales específicas, evaluación social, coordinación y colaboración entre profesionales y con servicios sociales son algunas de las claves para la puesta en marcha de una estrategia de cronicidad que dé resultados y ofrezca una asistencia adecuada a las necesidades de los pacientes y, al tiempo, no consuma más recursos de los necesarios. Así lo explicaron los responsables de la consejería de Salud de Islas Baleares a Diariofarma en un Encuentro de Expertos sobre ‘La estrategia de Cronicidad de Islas Baleares’ celebrado en Palma y organizado por este periódico.

En el encuentro, donde participaron la consejera de Salud de Baleares, Patricia Gómez, el director general del Servicio de Salud de Islas Baleares (IbSalut), Juli Fuster, la subdirectora de Cronicidad y Coordinación Sociosanitaria del IbSalut, Angelica Miguélez y el Coordinador Sociosanitario y de Atención a la Cronicidad, Francisco Albertí, se profundizó en el trabajo realizado en los dos últimos años en este ámbito.

La consejera de Salud quiso poner en valor el bagaje sanitario y la experiencia en gestión que tiene todo el equipo directivo de la consejería. Para Gómez, eso les permite avanzar desde la medicina basada en la evidencia, a la gestión basada en la evidencia y, por último a la “política basada en la evidencia”, es decir “tomar decisiones mucho más estudiadas”.

Patricia Gómez, consejera de Salud de Baleares
Patricia Gómez, consejera de Salud de Baleares

En relación a la estrategia de cronicidad, tal y como explicó, una de las claves es el acercamiento al domicilio del paciente. Por ello, los profesionales de primaria son clave. En este sentido explicó que en dos años han incrementado el presupuesto en un 20% y el número de profesionales, como las gestoras de casos han pasado de dos o tres a 30, explicó Gómez.

El director del IbSalut expuso que “es un proceso largo” en el que hay que “cambiar la manera de actuar”. Pero lo primero que hay que hacer es conocer la población y estratificarla. De este modo, se ha llegado a la conclusión de que el 4% de la población cumple con una serie de criterios para ser calificada como PCC (paciente crónico complejo). De ellos, un subgrupo pasan a ser considerados PCA (paciente crónico avanzado) que suponen el 1% del total.

Según Albertí, en el caso del PCA, se trata de un paciente del que ya se conoce lo que le ocurre y no tiene indicada la realización de más estudios. “Se hace una valoración integral, un cuidado interdisciplinar, una atención domiciliaria, se adecua la ruta asistencial y los cuidados y se aplican acciones específicas”, aseguró.

Juli Fuster, director del Servicio de Salud de Islas Baleares (IbSalut)
Juli Fuster, director del Servicio de Salud de Islas Baleares (IbSalut)

Esa valoración y estratificación debe ser incorporada en los sistemas de información. Una cuestión clave para la subdirectora de Cronicidad, ya que la estratificación de pacientes, las tecnologías de la comunicación y sistemas de información adecuados, “nos permiten saber qué nivel de intervención necesita, identificar, actuar y medir resultados, el empoderamiento del paciente y del propio cuidador”.

El siguiente paso, como explicó Fuster, es la formación. “Debemos explicar a los profesionales de qué estamos hablando ya que los médicos y enfermeras ya estaban tratando a pacientes crónicos, pero esto requiere actuar de otra manera”. Esa otra manera, como expuso Albertí, se basa en el trabajo en equipo, un equipo de carácter multidisciplinar, que trabaja de manera interdisciplinar.

Otra de las claves de la asistencia al paciente crónico está en la visita domiciliaria. Gómez explicó que los profesionales tienden a dedicar mucho tiempo en el centro de salud y menos en la visita domiciliaria, “pero eso es lo que precisamente tenemos que potenciar”. En este sentido, Miguélez aseguró que “los mejores resultados en los modelos que se han  implantado y dirigidos a la cronicidad han sido con la visita domiciliaria proactiva y el seguimiento de la enfermera”, incidiendo de forma positiva en cuestiones como el autocuidado o la disminución de reingresos. La esencia de toda esta forma de actuar es “una actividad proactiva, para disminuir complicaciones, para utilizar los recursos que existen en todos los sectores, no solamente el sanitario”.

En todo el circuito asistencial de estos pacientes también es clave observar y actuar en función de sus preferencias personales. Por ello, “el paciente debe participar y tener información sobre  el proceso de su salud y enfermedad, tiene que tener toda la información para decidir mejor”, explicó la subdirectora de Cronicidad.

 

Recursos para la cronicidad

La región, por su insularidad, aspecto que condiciona de mayor manera la organización sanitaria de Baleares, dispone en la actualidad un total de 297 camas de media estancia distribuidas por todas las áreas.

Francisco Albertí, coordinador de Sociosanitario y de Atención a la Cronicidad
Francisco Albertí, coordinador de Sociosanitario y de Atención a la Cronicidad

En este sentido, uno de los elementos en los que han innovado es en el establecimiento de camas de media estancia en residencias de mayores. Un ejemplo es el acuerdo alcanzado por la Consejería de Salud con una residencia situada en Felanitx, que es gestionada por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS). El acuerdo prevé destinar una de sus plantas a pacientes de media estancia, crónicos, en los que se prevea una estancia más larga. En la actualidad se dedican diez camas y, según los responsables de la consejería, “está funcionando de forma satisfactoria”. De este modo, a esa residencia se derivan pacientes que precisan rehabilitación, cuidados o continuación de tratamiento tras el alta del hospital de agudos. Además, cabe destacar que en el proyecto de remodelación del antiguo Son Dureta, se destinarán 450 camas para crónicos y 120 camas para uso sociosanitario.

El objetivo de este tipo nuevo de camas es dar una asistencia adecuada a pacientes que, tras el alta médica en el hospital de agudos siguen requiriendo de cuidados para poder recuperarse de forma satisfactoria, algo que en su entorno domiciliario tendrían dificultades. Esta situación es vital ya que, como explicó Albertí, “el abordaje integral incluye una valoración clínica, funcional, cognitiva, emocional y social”. Según este experto “abordar la cronicidad sin tener en cuenta el aspecto social es un fracaso seguro”. Además, si no se da esta solución alternativa, la única posibilidad es que los pacientes que lo necesiten ocupen camas de agudos, mucho más caras de mantener.

En este sentido, se ha pedido a los hospitales que destinen algunas camas a este nuevo concepto en el que se crean unidades de cronicidad atendidas por un equipo multidisciplinar, interdisciplinar, que haga valoración integral del paciente. Una valoración que en este ámbito debe ser dirigida por el especialista de medicina interna y el geriatra, además del médico de primaria.

 

Coordinación con Servicios Sociales

Otra de las claves del éxito en cronicidad es la colaboración y coordinación con otros ámbitos de la administración y, en especial, los servicios sociales. En relación a este asunto, la consejera explicó que “la colaboración es fundamental”. Por ello, explicó que hay que crear “mapas de recursos disponibles que podrían utilizarse en beneficio de los pacientes” ya que los profesionales reclaman saber más sobre los recursos disponibles o sobre el trabajo de los trabajadores sociales. Además, señaló que se está trabajando en rutas saludables en colaboración con los ayuntamientos.

Angélica Miguélez, subdirectora de Cronicidad y Coordinación Sociosanitaria del IbSalut
Angélica Miguélez, subdirectora de Cronicidad y Coordinación Sociosanitaria del IbSalut

El director del IbSalut tiene claro, a la vista de todos estos elementos que, si no se coordina el ámbito sanitario y el social, “por mucho que avancemos, estamos condenados al fracaso”.

La farmacia también puede tener un papel que jugar en la asistencia sociosanitaria. Según Gómez, “la farmacia es fundamental”. En este sentido, pusieron encima de la mesa que hay diversos proyectos que están estudiando propuestos por las farmacias. El último de ellos, ya puesto en marcha, se trata de la elaboración de sistemas personalizados de dosificación. Servicio en el que la farmacia pedía el aval público y la difusión de su existencia en los centros de salud, algo que ya se ha iniciado.

 

Resultados

Aunque aún es pronto para obtener resultados claros, sí que los responsables de la Consejería han identificado algunos indicadores esperanzadores. Uno de los más relevantes se obtuvo en el Hospital de Inca, donde sus profesionales, al igual que los de Atención Primaria se volcaron con el Plan. Se incrementó la visita domiciliaria, la comunicación con los pacientes, pidiéndoles que contactaran con el servicio sanitario antes de acudir al mismo, con lo que en caso necesario un profesional se acercaría al domicilio y el resultado obtenido fue la inexistencia de colapso de urgencias a lo largo del último invierno. Situación muy diferente a la observada en otros hospitales pertenecientes a zonas con menor implantación del plan.

De lo que están seguros, tal y como explicó Fuster, es que “no tiene marcha atrás”, aunque hay que hacerlo en colaboración con los profesionales, requiere su tiempo y su presupuesto. En este sentido, destacan que la estrategia defiende involucrar a los profesionales ya que “hay múltiples estrategias de los directivos adornando estanterías”, tal y como explicó la consejera.

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