Las estadísticas colocan a Asturias como la comunidad autónoma con mayor población envejecida del país. Las cifras que lo confirman son alarmantes: casi un 25% de población asturiana es mayor de 65 años, de los cuales, un 9% son octogenarios. Otros datos preocupantes, el 32% de sus ciudadanos sufre alguna enfermedad crónica, índice que se incrementará en un 68% en el año 2030. Casi un 4% son dependientes y la previsión de futuro apunta a que el nivel de envejecimiento aumentará progresivamente durante los próximos años, agravando aún más la situación.
Ante este baño de realidad y con el objetivo de dar respuestas sostenibles, atender y proteger a los grupos de población más vulnerables de la región, el Gobierno del Principado de Asturias a través de una labor coordinada entre las Consejerías de Sanidad y de Servicios Sociales, trabaja desde hace tres años, en un ambicioso Plan Sociosanitario, que enfoca todos sus esfuerzos en impulsar acciones, que potencien y garanticen una atención eficaz, personalizada, equitativa, integral y de continuidad a todos los colectivos con necesidades especiales, contemplados en el proyecto.
Dar servicio y apoyo a los enfermos crónicos en una sociedad envejecida es uno de los grandes retos actuales a los que se enfrenta, no sólo la Administración regional, sino también la mayor parte de los países occidentales. Para abordar este tema, el Consejero de Sanidad del Principado de Asturias, Francisco del Busto, enfatizó que para “añadir salud a los años de los ciudadanos” el trabajo conjunto y coordinado entre los diversos servicios sociosanitarios es un elemento fundamental para obtener los resultados deseados.
Estas palabras pronunciadas por el consejero asturiano, durante el Encuentro de Expertos organizado por el Diariofarma y celebrado el pasado 12 de julio en Oviedo, han sido subrayadas de forma unánime también por el resto de agentes del ámbito sanitario, social y farmacéutico presentes en el evento.
En el marco del debate, donde se contó además con la participación de Concepción Saavedra, directora general de Planificación Sanitaria, David Trigos, miembro de la Academia Europea de Pacientes, Neri Iglesias, vocal del Colegio Oficial de Trabajo Social de Asturias y María Victoria del Pino, representante del Departamento de Relaciones Institucionales de Celgene, compañía que ha colaborado para la celebración del evento, se profundizó en las principales líneas de trabajo, objetivos y medidas estrella que el renovado Plan Sociosanitario de Asturias tiene previsto desarrollar hasta finales del año 2021.
Los profesionales sociosanitarios: impulsores clave del Plan
Durante su intervención, del Busto ha querido remarcar también la importante labor de base que están realizando cada día los sanitarios de Atención Primaria y los Trabajadores Sociales, cuya labor es “fundamental y absolutamente necesaria dentro de este sistema”. Según el consejero, “estos profesionales, que trabajan desde la trinchera, son los verdaderos impulsores del plan, ya que gracias al contacto directo que mantienen con el ciudadano diariamente, pueden identificar y poner sobre la mesa los problemas y las necesidades reales que les traslada el paciente”.
Dos de los temas que más demanda el usuario y en el que ambas consejerías involucradas en el Plan están trabajando, es poder acortar las estancias dentro del hospital y disponer de los recursos y la atención adecuada para estar en su propio domicilio, sobre todo si se trata de personas altamente vulnerables que viven solas. En relación con este asunto también se busca intensificar el bienestar del “cuidado del cuidador”, un perfil que ha cambiado mucho en los últimos tiempos y que en la actualidad también requiere de apoyos.
Para cubrir todas estas necesidades, Del Busto, remarcó que para los que no requieran de atención hospitalaria, se ofrecen recursos externos, como las Unidades de Convalecencia o las estructuras intermedias, dentro de las residencias de ancianos públicas (ERA), en las que los usuarios recibirán fundamentalmente apoyo de enfermería, auxiliares y de trabajadores sociales. Próximamente, está previsto que comience a funcionar la Residencia Mixta de Gijón.
Dentro de esta misma línea, Neri Iglesias, vocal del Colegio Oficial de Trabajadores Sociales de Asturias, subrayó la necesidad de “bajar a la arena” para “flexibilizar y regular equitativamente los requisitos de acceso a los servicios sociales, ya que no todo el mundo parte de la misma situación y en la actualidad son bastante cerrados”.
Objetivos y novedades
El Plan Sociosanitario, que nació del trabajo elaborado por los técnicos y de los equipos que estaban cerca del paciente, con el fin de mejorar las estructuras que ya existían y de dar forma a las cinco líneas estratégicas que la conforman, se desarrolló con los siguientes objetivos: dar una atención integral al paciente, sensibilizar y formar a los profesionales de ambos ámbitos, el sanitario y el social, en coordinación y resolución de casos, poner en marcha un sistema de información, que permita compartir y acceder a datos, intercambiar recursos para ser más eficientes y facilitar la colaboración entre instituciones.
Junto a las cinco líneas estratégicas que constituyen el Plan Sociosanitario Asturiano, entre las que destacan las acciones dirigidas a los colectivos diana, centrados sobre todo en personas mayores, frágiles, enfermas o en riesgo de excusión, el desarrollo de una plataforma de información compartida y la transferencia de conocimiento entre profesionales, se suman también algunas novedades, como la creación de nuevos equipos de trabajo.
Según señala, Concepción Saavedra, directora general de Planificación Sanitaria, dichos grupos formados por trabajadores a pie de calle, por técnicos de ambas consejerías y por profesionales externos se dedican a potenciar áreas como la Salud Mental, la Atención Primaria, la planificación del alta, la formación, la farmacia hospitalaria, la salud, los servicios sociales, el tercer sector e infancia.
Entre todos estos grupos, destacan también otros dos, que no estaban incluidos inicialmente en el texto del plan y que se añadieron a posteriori: el primero, enfocado a la creación de sistemas de información directos, agiles y dinámicos, que faciliten tareas a los profesionales, como, por ejemplo, la petición de informes. Y el segundo, dirigido a personas menores de 50 años con problemas sociosanitarios o de exclusión social, que debido al aumento de casos obliga, según apunta Saavedra, “a adaptar los recursos que ya tenemos o a crear otros nuevos para esas personas”. Además, la directora general señaló que precisamente este grupo es uno de los más difíciles de seguir y atender.
Otra novedad relevante anunciada durante el debate, es que se está estudiando y valorando, para enriquecer la transferencia de conocimiento entre profesionales, la germinación del diseño de la Historia Social Electrónica, cuyo objetivo es aportar aquella información de valor que complemente el historial clínico del paciente. Respecto a este tema, según explicó la directora de Planificación Sanitaria, se han planteado una serie de medidas: utilizar el mismo código de identificación para ambas historias y crear una plataforma interoperable, que decida qué profesionales, por ejemplo, acceden a los datos. Para ello, se requiere contar con el consentimiento expreso del paciente, cumpliendo de esta manera con la nueva normativa europea de protección de datos, uno de los principales escoyos, por el momento, para desarrollar la Historia Social Única.
También se está explorando, de cara a desarrollar estrategias de envejecimiento activo, la compra pública innovadora, con el objetivo de facilitar la accesibilidad, flexibilidad y la equidad del paciente al sistema sanitario. La idea es poder trabajar con gran cantidad de datos sanitarios a través de modelos predictivos, que sean capaces de adelantarse a las necesidades y riesgos futuros del paciente.
Para David Trigos, miembro de la Academia Europea de Pacientes (EUPATI), un plan de este estilo es “necesario siempre”. Pero, además, consideró que “si el sistema no se transforma y se enfoca a los crónicos, no será sostenible”. Por ese motivo, mostró su apoyo al mismo “como ciudadano y como paciente”.
La Investigación farmacéutica y clínica
Desde el lado de la Industria farmacéutica, María Victoria del Pino, representante del Departamento de Relaciones Institucionales de Celgene destacó dos aspectos: el primero, “que existen muchos puntos de confluencia entre la Industria y el ámbito sociosanitario, por lo que colaborar todos juntos resulta fundamental para conseguir un sistema costo-efectivo y sostenible” y segundo, “la importancia que tiene la investigación farmacéutica dentro del sistema sociosanitario”.
En ese sentido, señaló, que el proyecto asturiano actual necesita de mucha investigación para “poder documentar los magníficos resultados que se producirán a corto plazo durante el proceso de fusión social y sanitaria”.
Además, Del Pino quiso poner de manifiesto el interés de su compañía por ayudar a dar a conocer diferentes proyectos innovadores de las comunidades autónomas que generen una mejor asistencia sanitaria y una gestión eficiente de los recursos.
Respecto al punto de vista de la investigación, se pronunció también Trigos, que reseñó la importancia de formar a los pacientes en investigación clínica, un factor que considera “fundamental y necesario para aumentar el reclutamiento de personas en ensayos clínicos”. Según él, es necesario “trabajar juntos y coordinados, involucrando a los pacientes en estas iniciativas es esencial”.
El papel de la farmacia comunitaria y la oficina de farmacia
En cuanto al tema farmacéutico, el consejero de Sanidad señaló que “la oficina de farmacia forma parte del sistema sanitario y de alguna forma es también, un nexo de unión con el ciudadano que está en la calle”.
Por esa razón, dentro de las iniciativas que se incluyen en el Plan, se contemplan acciones que establecen: depósitos de medicamentos en los centros residenciales públicos de personas mayores dependientes de los servicios de farmacia hospitalarios, la implementación de programas de información de medicamentos y de ayuda a la preinscripción y potenciar la formación e intercambio de información relacionados con el uso adecuado de los medicamentos y de los productos sanitarios, dirigido a pacientes y a personal sanitario.
Presentación del Plan a la Junta
El Plan de Atención Sociosanitario Asturiano 2018-2021, que cuenta con un presupuesto total aproximado de 19 millones de euros, es uno de los compromisos prioritarios del Gobierno del Principado, con el que no sólo pretende mejorar los resultados entre las consejería de Sanidad y de Servicios Sociales sino también, garantizar una atención equitativa, integral y de continuidad para el paciente con necesidades especiales. El plan está previsto que llegue a la Junta General del Principado de Asturias, una vez que cuente con todos los informes preceptivos, el próximo mes de septiembre.
Texto y fotos: Susana Kourelis