La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha ha comunicado la asistencia del delegado de la Junta en Cuenca, Ángel Tomás Godoy, a la toma de posesión de la nueva Junta Directiva del Colegio Oficial de Farmacéuticos de esta provincia, en la que la nueva presidenta, María Luz Moya, sustituye en el cargo a Pedro Mombiedro. Godoy, que al parecer estuvo acompañado por la directora provincial de Sanidad, María Luz Fernández, habría agradecido el trabajo desempeñado por la directiva saliente y ha deseado éxito al nuevo equipo de trabajo encabezado por Moya.
Asimismo, delegado de la Junta habría trasladado "el reconocimiento y apoyo" del Gobierno regional a la labor de los farmacéuticos, especialmente del medio rural, mostrando la disposición de la Junta a seguir trabajando junto a estos profesionales en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
En este sentido, recordó que en Cuenca hay actualmente 176 farmacias, de las que tan sólo 28 están ubicadas en la capital y 148 en pueblos de la provincia. Por esa razón, Godoy incidió en la importancia del índice corrector del margen de dispensación que guía las ayudas que concede el Gobierno de Castilla-la Mancha en función de la facturación para contribuir a la viabilidad económica de las oficinas de farmacia de los núcleos rurales más pequeños. En 2017, explica Sanidad, "se beneficiaron de estas ayudas un total de 46 boticas".
También se refirió al hecho de que, gracias a la incorporación de Castilla-La Mancha al proyecto de receta electrónica interoperable, las oficinas de farmacia de la región puede dispensar, desde el pasado 1 de julio, la medicación prescrita de otras ocho regiones (Canarias, Extremadura, Navarra, Comunidad Valenciana, Galicia, Aragón, La Rioja y Castilla y León) sin que el ciudadano presente la receta en papel. "Hasta octubre se habían realizado 33.405 dispensaciones de receta electrónica a ciudadanos de otras comunidades en la provincia de Cuenca", afirman desde Sanidad.
Por último, Godoy destacó la creación de la Red de Farmacias Centinela, cuyo objetivo es, explican desde la Consejería, "emprender acciones conjuntas con los farmacéuticos, encaminadas al uso seguro del medicamento, la prevención de errores de medicación y la mejora de la seguridad en la utilización de los medicamentos".