El consejero de Salud, Jon Darpón, ha presentado el Plan Oncológico de Euskadi 2018-2023, en el que se definen los ámbitos de actuación en atención oncológica, incluidos aspectos relacionados con los tratamientos farmacológicos, con el fin de mejorar la supervivencia al cáncer. El documento, que, explican, está alineado con los principios que inspiran el Plan de Salud 2013-2020, ha sido elaborado con el asesoramiento de grupos de expertos y profesionales sanitarios implicados en la atención de pacientes oncológicos y sus familiares.
Dentro del nuevo plan, además de la apuesta por la humanización de la atención o el abordaje multidisciplinar, destaca el apartado centrado en el desarrollo sistemas de información para la evaluación de las intervenciones y la toma de decisiones basada en resultados. Así, el primer objetivo en este apartado es "desarrollar y desplegar un modelo de gestión del registro de cáncer que permita el análisis en tiempo real de la información disponible".
Concretamente, el Plan habla de definir y desarrollar un aplicativo integrado en la historia clínica electrónica (Osabide), que permita una gestión del proceso oncológico integrada para los diferentes profesionales y comités de tumores que intervienen en el proceso, con acceso abierto a la información para todos ellos. Además, se comprometen a implantar Onkobide, un sistema de información específico para el proceso farmacoterapéutico, que permita medir resultados en salud y calidad de vida. El fin último es poder establecer "un marco de diálogo con la industria farmacéutica dirigido al pago en función de los resultados obtenidos en el paciente".
Medicina de precisión
El Plan también incluye una apuesta clara por la medicina personalizada o de precisión (MPP) en esta área terapéutica, que, recuerdan, "permite ofrecer al paciente un tratamiento individualizado en función de sus características y las del tumor que padece, con el apoyo de un sistema informático que incluya en la Historia Clínica Electrónica toda la información del proceso oncológico, desde los tratamientos recibidos hasta la calidad de vida de la o el paciente, para que así pueda resultar de utilidad en la toma de decisiones".
En aras de avanzar en esa personalización, los autores del Plan indican que el Sistema Vasco de Salud debe incorporar nuevas técnicas diagnósticas, apoyadas en la evidencia científica disponible, que permitan el despliegue de este enfoque de precisión, clasificando a los pacientes en subpoblaciones que difieren en su susceptibilidad a experimentar una determinada enfermedad, en la biología y/o pronóstico de esta enfermedad, o en su respuesta a un determinado tratamiento. "De esta forma", continúan, "es posible aplicar intervenciones preventivas o terapéuticas en aquellos subgrupos de pacientes que pueden obtener un beneficio, maximizando la efectividad terapéutica al mismo tiempo que se evita el gasto innecesario y también posibles efectos secundarios a aquellas personas en las que no haya indicación de una intervención terapéutica concreta".
En relación a la medicina personalizada, de precisión o genómica, apuntan que Euskadi realiza desde hace tiempo el estudio de HER2 en neoplasias de mama, de mutaciones en EGFR o la translocación ALK en cáncer de pulmón, "un listado cada vez más amplio, que hace fundamental que las carteras de prestaciones deban ser flexibles, dinámicas y adecuarse a los adelantos con las garantías de calidad y validación necesarias en el ámbito asistencial".
No obstante, para avanzar en esta misma línea, se proponen de cara al periodo 2018-2023, la creación y puesta en marcha de un Comité de planificación y gestión de la MPP, que será responsable de la evaluación y análisis de las diferentes intervenciones diagnósticas y terapéuticas que deben incluirse en la cartera de prestaciones; de una unidad de referencia, que, en coordinación estrecha con el Comité de planificación y gestión, genere recomendaciones y guías para la realización de secuenciaciones estandarizadas, y de comités de Medicina de Precisión en Cáncer reglamentados en los centros sanitarios con servicios de oncología, para la gestión de casos y de procesos y con relación dinámica con el resto de comités de tumores. Además, como reto se plantea "la necesidad de conocer el perfil molecular de todos los pacientes de cáncer de pulmón fijándose en el 2019 el horizonte temporal para la consecución de este objetivo".
Organización de la actividad investigadora
Junto a estas cuestiones, el Plan del País Vasco incluye también una apuesta por la reorganización de la actividad investigadora. Para ello, tienen la intención de generar un marco común de gestión para la investigación clínica en
cáncer, en torno a una plataforma, que permita una oferta única del programa de ensayos clínicos a todos los pacientes oncológicos de Osakidetza. "La plataforma deberá permitir, en tiempo real, a cualquier clínico conocer la oferta para pacientes oncológicos", recoge el documento. Y prosigue: "De forma paralela, es preciso facilitar los procedimientos para remitir pacientes de un centro a otro para ser valorada su inclusión en ensayos clínicos".
Por último, se han marcado como objetivo el desarrollo y despliegue de un protocolo/procedimiento consensuado de
selección de centros de realización de ensayos que permita una oferta competitiva a los promotores. Para ello se comprometen a implantar medidas capaces de atraer ensayos clínicos al País Vasco y, en este sentido, dado que la disponibilidad poblacional condiciona la capacidad para la realización estudios en fases precoces, abogan por una gestión común y la selección de centros de referencia a los que puedan ser enviados los pacientes de otras zonas de Euskadi.
Se puede estar más de acuerdo pero es difícil. Excelente la iniciativa.