La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ha informado de la presencia destacada de los FH españoles en el Congreso Europeo de Farmacia Hospitalaria organizado por la EAHP (Asociación Europea de Farmacéuticos de Hospital), y han puesto como ejemplo las comunicaciones orales seleccionadas, entre las 12 mejores, presentadas desde los servicios de Farmacia de los hospitales Universitario de Puerto Real, General de San Jorge de Huesca y Ramón y Cajal junto a la Universidad de Sevilla.
Por un lado, la comunicación ‘Network meta-analysis of first-line antiangiogenic drugs in advanced renal cell carcinoma’, que fue presentada por Manuel David Gil, quien ha realizado este trabajo multicéntrico junto a David Gil, Vicente Gimeno-Ballester, María del Pilar Briceño-Casado, Marina Sánchez, Catalina Alarcón, Silvia Fénix-Caballero, Esmeralda Ríos, Jorge Díaz, Carmen Martínez-Díaz, Juan Manuel Borrero y Emilio Jesús Alegre, integrantes del Hospital Universitario de Puerto Real, Hospital General de San Jorge de Huesca y la Universidad de Sevilla.
Se trata de un meta-análisis en red con modelos bayesianos que permite comparar la eficacia de los diferentes inhibidores de tirosina-quinasa en primera línea de cáncer renal avanzado. En este trabajo se observó que sunitinib, bevacizumab más interferon, pazopanib y tivozanib fueron las alternativas con mejores resultados de supervivencia libre de progresión. Estos fármacos presentaron una eficacia similar, sin diferencias estadísticamente significativas.
Para los autores, el estudio permite "seleccionar adecuadamente las alternativas terapéuticas para este grupo de pacientes y avanzar en el tratamiento de esta enfermedad. Los resultados obtenidos nos permiten determinar que disponemos de varias opciones con buenos resultados de eficacia". Además, apuntan que su desarrollo ha sido posible gracias "a la colaboración de integrantes del grupo de evaluación de fármacos Génesis de la SEFH".
Por su parte, Esther Gómez, del Servicio de Farmacia del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, presentó la comunicación ‘Chemotherapy near the end of lifie in onco-haematological adult patients’ realizada junto a sus compañeras de Servicio, Marina Sánchez, Cristina Pueyo, Lorena García y Teresa Bermejo.
Las autoras explicaron que "el uso de quimioterapia al final de la vida del paciente oncohematológico no es aconsejable, especialmente cuando las probabilidades de recuperación son escasas". Para ello, se basan en un estudio observacional retrospectivo en pacientes oncohematológicos fallecidos en un año en este hospital, evaluando el uso de quimioterapia dentro de sus dos últimas semanas de vida, así como el tipo de tratamiento y la vía de administración. Los resultados mostraron que un 28,2% de pacientes hematológicos y un 25,9% de pacientes oncológicos había recibido quimioterapia (mayoritariamente quimioterapia convencional y por vía parenteral) durante sus últimas dos semanas de vida, lo que les permitió concluir que se adopta una actitud terapéutica excesivamente agresiva, con probable influencia negativa en la calidad de vida de estos pacientes en fase terminal de su enfermedad.