La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha hecho pública la nueva edición del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) 2019-2021, con el que se pretende dar respuesta a un fenómeno que estaría causando unas 3.000 muertes anuales en España, que podrían alcanzar las 40.000 en los próximos 35 años "si no se toman medidas de carácter urgente", reza el documento.
Este nuevo PRAN, explican, es heredero del que se puso en marcha en 2014, tras la aprobación por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) y la Conferencia Intersectoral de Agricultura. Y es que, tanto el primer PRAN como esta nueva versión cuentan con un enfoque integral, que aglutina en su análisis y sus propuestas tanto a la salud humana como la animal y el medioambiente. Destacan como resultado de la aplicación de este primer Plan la reducción del consumo de antibióticos en humanos del 7,2% entre 2015 y 2018, y una bajada de las ventas de antibióticos para animales del 32,4% entre 2014 y 2017.
En esta nueva versión, la idea es "continuar avanzando sobre la base construida entre 2014 y 2018, con el objetivo general de reducir o, al menos, frenar el crecimiento de la resistencia a los antibióticos y su impacto en la salud de la población", para lo que se plantean dos estrategias generales: reducir el consumo de antibióticos y disminuir la necesidad de emplearlos, tanto en humanos como en el ámbito veterinario.
Uno de los objetivos fundamentales dentro de la estrategia en salud humana pasa por consolidar el sistema de vigilancia de las resistencias, para permitir una detección temprana. Para ello, está previsto establecer el marco e implementar de forma efectiva un sistema nacional de vigilancia. Se creará, en línea con lo aprobado en el CISNS de marzo de 2019, una Red Nacional de Laboratorios de Apoyo para el Diagnóstico de la Resistencia a Antibióticos, coordinada por el Ministerio de Sanidad y el Instituto de Salud Carlos III. También se ha planteado el análisis, explotación y difusión de los datos de resistencia, generando indicadores comunes para informar a los profesionales, garantizando el retorno de la información. Para ello, se creará una plataforma de información.
Otra propuesta destacada en este ámbito es la de la consolidación del sistema nacional de vigilancia del consumo de antibióticos, de modo que se incluyan todas las dispensaciones, ya se realicen en los hospitales, en los centros sociosanitarios, en la oficina de farmacia, a través de receta pública, o bien a través de receta privada.
En el ámbito de la salud animal, también se detallan una serie de medidas para mejorar la vigilancia del consumo de antibióticos veterinarios, y también de la resistencia a los antibióticos.
Consolidar los PROA en las CCAA
Volviendo a la salud humana, el siguiente apartado de medidas está conformado por las que se dirigen al control de las resistencias. En este sentido, subrayan la importancia de consolidar la implementación de los programas de optimización de uso de antibióticos (PROA) en las distintas comunidades autónomas y diseñar y difundir guías de terapéutica antimicrobiana nacionales en el ámbito hospitalario de Atención Primaria.
Asimismo, se aboga en el nuevo plan por fomentar la prescripción diferida de los antibióticos, siempre "que exista evidencia favorable a dicha intervención", y también por revisar el formato de los envases, y promover el uso de aquellos que se adecuen a la duración mínima recomendada del tratamiento. Finalmente, se explicita la apuesta por controlar el uso de antibióticos de importancia crítica, para lo que se propone la creación de un registro de utilización, que abarque todos los ámbitos (local, regional y nacional), así como el control y la vigilancia de la dispensación sin receta en farmacias.
Éstas son solo algunas de las medidas propuestas. A éstas se le suman otras en el ámbito de la divulgación, la investigación y la formación. Todas ellas, con un mismo fin: conseguir hacer frente a esta amenaza para la salud pública.
Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox.: 
Ion Arocena, director general de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio): 
Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad: 
Marciano Gómez, consejero de Sanidad de la Comunidad Valenciana.: 
Enrique Ruiz Escudero, portavoz del PP en la Comisión de Sanidad del Senado.:
Buena experiencia, 7,2 todavía baja pero por algo se empieza, no todos los países toman estas medidas, principalmente los países pobres o en vías de desarrollo, la educación más allá de la propia educación, al pueblo llano, al médico, a los farmacéutas y a la industria farmacéutica (que todo lo hacen para vender sin importar el costo) se forma una rosquilla dura de romper, ese nexo adultero entre los galenos y las operadoras de medicamentos debe de ser tratado muy acusiosamente, esto atenta contra la salud de los pueblos, principalmente de los que menos tienen y para el colmo de… Read more »