Cuando está a punto de cumplirse dos años de la legislatura en la mayor parte de las comunidades autónomas es buen momento de hacer un balance del trabajo realizado que, como es lógico, ha estado marcado fundamentalmente por la gestión de la pandemia. Pablo Fernández, consejero de Sanidad de Asturias, ha recibido virtualmente a Diariofarma para analizar la gestión de la pandemia así como las claves para el futuro.
Pregunta. A punto de cumplir dos años de legislatura, ¿qué balance realiza de la actividad de la consejería que dirige?
Respuesta. Hemos tenido la suerte de contar con un equipo de profesionales impresionante que ha arrimado el hombro desde el primer momento. Han sido muchas horas de trabajo que sin el personal que conforma la Consejería y el Servicio de Salud no habría sido posible gestionar la pandemia como se ha hecho. Iniciamos la legislatura con un plan de salud vigente, pero pendiente de desarrollar y muchos proyectos que se habían comenzado, pero todos los esfuerzos se tuvieron que dirigir a defendernos del enemigo común.
P. ¿Qué proyectos eran?
R. Por ejemplo el refuerzo de la atención primaria, la coordinación sociosanitaria o el refuerzo de la Salud Pública son tres cuestiones que cuando empezó la pandemia quedó clara esa necesidad que veíamos de fortalecer.
P. Precisamente áreas de gran importancia en la pandemia…
R. Así es. Más del 80% de los pacientes tuvieron que ser atendidos por la Atención Primaria. Tuvimos que reforzar la Salud Pública, lo que nos ha servido para tener el control y tendremos que ver cuando todo acabe, cual es el lugar que tienen que alcanzar. Lo que está claro es que la salud pública y la primaria tienen que salir reforzadas de esta pandemia. Y en la coordinación sociosanitaria, también fue primordial tener el trabajo inicial y se ha visto la diferencia en comparación con otros sitios donde no estaban tan avanzados.
P. ¿Cómo valora la situación actual de la covid-19? ¿Se está viendo ya la luz al final del túnel?
R. Actualmente vemos un descenso semanal paulatino de los nuevos contagios y las incidencias acumuladas. Estamos abandonando una situación de meseta desde la tercera ola y avanzamos a un escenario muy positivo en cuanto a la evolución, según los expertos. La vacunación ha tenido mucho que ver en esto. Hemos vacunado desde el primer día en fines de semana y festivos muy señalados para que la campaña fuera muy ágil desde el primer día. Hay que agradecer a los profesionales que nos encontremos en esta tesitura. Se ve la luz al final del túnel, pero hay que evitar caer en el triunfalismo de que está todo hecho ya que aún queda un tramo y no debemos dar pasaos en falso con situaciones de riesgo.
P. Ya se está empezando a hablar de relajación de medidas clave como las mascarillas, ¿cómo lo ve?
R. Es una buena noticia que los epidemiólogos y expertos en Salud Pública empiecen a hablar de ello. Eso quiere decir que empiezan a ver la luz al final del túnel. Tenemos que confiar en que sepan encontrar el momento apropiado para dar pasos en este sentido.
P. ¿Cómo valora el fin del estado de alarma? ¿Cree que ya se dan las circunstancias para empezar a normalizar la situación?
R. Desde el Gobierno de Asturias se dio siempre un papel muy activo a los ciudadanos y todos tienen claro que su grado de responsabilidad es algo muy trascendente en la evolución de la pandemia. Hemos actuado con mucha transparencia desde el principio y la gente tiene confianza en que estamos haciendo las cosas bien y el llamamiento al cumplimiento de las normas, aunque no haya estado de alarma como a la vacunación, hace que las personas tengan paciencia y recuperen su vida poco a poco. Nuestra situación epidemiológica nos ha permitido actuar sin afectar a los derechos fundamentales hasta el momento y actuar de forma localizada donde hay un brote. En caso necesario acudiremos a los tribunales.
P. ¿Es posible empezar a marcar horizontes para dar un poco más de certidumbre en relación con la recuperación de la vida normal?
R. Nosotros seguimos fielmente lo que nos recomiendan los epidemiólogos y expertos de salud pública. Puede haber diferencias de visión, pero si ellos llegan a conclusiones claras con certidumbre, las seguiremos. Hay que aceptar que el nivel de incertidumbre tiene que ser alto y, por tanto, hay que tener más prudencia.
P. ¿Cómo valora el trabajo realizado por los profesionales sanitarios a lo largo de la pandemia?
R. Siempre hablamos de los profesionales sanitarios, pero también me quiero acordar de los no sanitarios. Todos han hecho una labor tremenda. Tenemos servicios de ingeniería y mantenimiento que han tenido que preparar locales para nuevas camas de UCI. Y, por supuesto, también los profesionales sanitarios, desde los que estaban en las UCI como los de Atención Primaria, psicólogos, los de sistemas, clave para la organización, etc. Todo el mundo ha tenido un papel clave, con una voluntariedad enorme y el grado de esfuerzo y acierto en su trabajo ha sido inmenso. Tenemos que agradecérselo continuamente.
“Lo que está claro es que la salud pública y la primaria tienen que salir reforzadas de esta pandemia” | “Hemos vacunado desde el primer día en fines de semana y festivos muy señalados para que la campaña fuera muy ágil desde el primer día”
P. Todo lo que se ha avanzado en salud digital con la covid-19, ¿ha llegado para quedarse?
R. Nosotros teníamos proyectos en marcha que con la pandemia pegaron un acelerón. La digitalización, poder realizar consultas virtuales interprofesionales en diferentes ámbitos se ha desarrollado mucho y es uno de los cambios que han venido para quedarse.
P. ¿Y el papel de los farmacéuticos comunitarios? ¿Cree que se podría haber impulsado más la colaboración con los farmacéuticos a lo largo de la pandemia (atención domiciliaria, test, vacunas, etc.)?
R. En Asturias hemos mantenido una colaboración muy estrecha con todos los colectivos necesarios en la lucha contra el virus. Desde el primer momento se ha contado con los farmacéuticos comunitarios, tanto con las mascarillas o ahora con la farmacovigilancia de las vacunas.
P. Asturias está siendo, junto a Extremadura y Murcia, la comunidad que más vacunas de ARNm está recibiendo respecto de su población mayor de 70 años. ¿Cree que es necesario cambiar el criterio para adaptarlo a la situación actual de inmunización de los mayores de 70 años y el avance equitativo de la vacunación en el resto de CCAA y grupos poblacionales?
R. Efectivamente, al inicio de la campaña de vacunación se hizo un reparto equitativo que era necesario. Al principio de la vacunación se incluyó a las personas institucionalizadas y posteriormente a los mayores. En Asturias tenemos una población más envejecida que en el resto, y por eso las vacunas recibidas eran proporcionales a la población diana. Posteriormente, desde principios de mayo la distribución ya no es equitativa sino capitativa.
P. ¿Cómo ha impactado en los planes de vacunación las restricciones que se han puesto a la vacuna de AstraZeneca?
R. En Asturias hemos seguido fielmente el documento consensuado en todo el país. Seguimos vacunando a la población que la tienen indicada, de entre 60 y 69 años. Hay algunas comunidades autónomas que parece que tienen problemas de estocaje y estaban planteando vacunar por debajo de 60 años con esta vacuna. Nosotros hemos pedido que se replantee la distribución de manera temporal y si en algunos lugares ya no tienen espacio de almacenamiento con congeladores para muchos miles de viales de estas vacunas, se dirijan estas vacunas a donde aún tenemos mucha población de 60 a 69 años por inmunizar. Posteriormente se realizaría la compensación. Es importante que las vacunas, en vez de estar en las neveras, se estén administrando.
P. ¿Cómo valora la situación de la vacuna de AZ (esta entrevista se celebró el martes, previamente a la decisión tomada por el Ministerio de Sanidad)?
P. Hoy (por el martes 18) se reúne la Ponencia Técnica de Vacunas y esta tarde habrá una Comisión de Salud Pública. Lo importante es que parece que tenemos nuevos argumentos. Se ha hecho público los resultados del estudio Combivacs, donde parece que se concluye que para esas personas a las que se ha administrado una dosis de AstraZeneca, poner una segunda de Pfizer, parece que tiene un alto grado de eficacia de protección y los efectos adversos son leves o como mucho moderados. Parece que hay más argumentos para tomar una decisión.
P. Pero detectar un efecto adverso muy muy raro en un estudio con 600 personas…
R. Sí, pero hay también países que están poniendo ya la segunda dosis de ARNm como en Francia o Alemania y no parece que haya un problema añadido de seguridad. Lo importante de este estudio era ver que era eficaz y eso parece que está demostrado.
P. A lo largo de mayo y junio se prevé un incremento del número de vacunas a recibir. ¿Está preparada Asturias para asumir la vacunación al ritmo que lleguen las vacunas? ¿Van a buscar ayuda fuera del sistema público?
R. No cerramos puertas. Al igual que en otras comunidades hemos realizado un convenio con la Fundación de la CEOE por el cual, si fuese necesario, tendríamos una colaboración con las mutuas para poder vacunar en centros de trabajo. Hay interés por las dos partes tanto en vacunación como en medidas preventivas en puestos de trabajo. No creo que llegue a ser necesario ya que podemos hacerlo con nuestra organización con la misma agilidad que hasta ahora.
“Se ve la luz al final del túnel, pero hay que evitar caer en el triunfalismo de que está todo hecho ya que aún queda un tramo y no debemos dar pasaos en falso con situaciones de riesgo” | “Es importante que las vacunas, en vez de estar en las neveras, se estén administrando”
P. ¿Qué valoración hace sobre las actuaciones coordinadas en Salud Pública dictadas desde el Consejo Interterritorial? ¿Cree que se debería avanzar en esta línea para que las decisiones del CISNS fueran vinculantes en otros aspectos de la política y la gestión sanitaria?
R. La pandemia nos ha enseñado que la actuación conjunta y coordinada de los agentes nacionales e internacionales es fundamental. Lo vimos desde el principio con la dificultad de la adquisición de materiales de protección o respiradores ene l mercado mundial, donde estábamos todos compitiendo. Las acciones conjuntas, para evitar un impacto masivo en diferentes puntos del mundo ha demostrado ser una de las herramientas más eficaces. En nuestro país, por supuesto que tenemos que trabajar con total cohesión. Y en el seno del CISNS las declaraciones de actuación coordinada son importantísimas al ser de obligado cumplimiento. Este virus nos ha mostrado que hay que avanzar en muchos temas y dotarnos de más resortes que nos preparen y protejan en un futuro.
P. Pero ¿se debe profundizar en un CISNS más ejecutivos y con decisiones vinculantes más allá de la covid?
R. Las declaraciones de acción coordinada son una buena herramienta para hacerlo, no solo en situaciones de pandemia. Que lleguemos a acuerdos y que por mayoría nos pongamos en marcha, es una herramienta perfecta. Todo lo que se avance en sentido de darnos mayor cohesión, nos ayudará a poder salir adelante ante cuestiones que son clave para todos.
P. Más allá de la covid-19. ¿Cuáles son las prioridades que tiene actualmente?
R. La salud de los asturianos siempre ha sido nuestra principal prioridad. Brindarles una atención óptima y de calidad, independientemente del lugar donde resida ya que la realidad de Asturias es que, aunque es pequeña en el mapa las distancias son enormes. Las consecuencias de la covid serán numerosas y no solo en cuanto a las personas que habrán padecido la enfermedad. En el SNS se integran todos los servicios santiarios de carácter público, con profesionales altamente cualificados y seguiremos trabajando por mejorarlo. Trabajaremos de la mano del gobierno central y de Europa apoyándonos en todas las herramientas posibles, como es el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para que nuestro sistema sanitario no salga debilitado después de esta crisis sanitaria y paliar adecuadamente sus efectos para que las personas residentes en Asturias tengan un atención de la mejor calidad.
P. Al principio ha comentado que uno de sus objetivos es reforzar la Atención Primaria y la Salud Pública. Esta última ha sido la gran olvidada durante años y ahora hemos visto que es necesario impulsarla de verdad. ¿Será posible?
R. Como he dicho, en Asturias habíamos puesto en marcha el plan de Salud 2020-2030 cuando llegó la pandemia. Ahí ya indicábamos que era importante impulsar la salud pública. También hay un concepto que lo impregna todo en el Plan de Salud como es la salud en todas las políticas.
P. Los farmacéuticos comunitarios son un colectivo que siempre se están ofreciendo para colaborar con el sistema sanitario. ¿Tiene en mente alguna medida de relevancia que les afecte?
R. En Asturias, aunque puede ser mejorable, el papel del farmacéutico ha adquirido una gran relevancia. Desde la Dirección General de Política y Planificación Sanitarias se está trabajando en ese sentido, como por ejemplo con la notificación de sospechas de reacciones adversas a medicamentos, extendiendo la farmacovigilancia a la dispensación de medicamentos. También destacar el papel de la red de farmacias centinela de Asturias, cuyo convenio con el Colegio de Farmacéuticos hemos renovado hace un año y que está constituida por 51 oficinas de farmacia acreditadas. Desde su implantaciópn se ha multiplicado la notificación.
P. Y en materia de medicamentos, ¿prevé algún cambio en su política de compras, acceso, etc.?
R. Estamos convencidos de que la compra centralizada es una política que mejora la gestión y aporta eficiencia. Durante el primer cuatrimestre hemos contratado unos 25 millones de euros y a lo largo del año pasado 105 millones de euros. Creemos que este es el camino.
“Las declaraciones de acción coordinada son una buena herramienta, no solo en situaciones de pandemia (…) Todo lo que se avance en sentido de darnos mayor cohesión, nos ayudará a poder salir adelante ante cuestiones que son clave para todos”
P. La utilización de la tecnología y los sistemas de información deben dar un salto cualitativo en su utilización a partir de ahora. ¿En qué aspectos están trabajando en esta línea?
R. Era un tema en el que ya estábamos trabajando previamente y con la pandemia se ha tenido que trabajar de manera mucho más acelerada. Telemedicina, receta electrónica, y otras muchas innovaciones recientes han demostrado ser de mucha ayuda durante la pandemia. Tenemos confianza en las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías y estas deben continuar ayudando en el ámbito farmacéutico. Mediante la creación y desarrollo de aplicaciones se puede simplificar mucho la vida de las personas y pueden hacernos el trabajo mucho más sencillo. Hay que aprovechar el acelerón en competencias digitales que hemos adquirido todos.
P. Nos adentramos en una crisis económica y un déficit y deuda muy importante. En situaciones similares anteriores, se ha tirado del ámbito sanitario para reducir gastos. ¿Cree que en esta situación y tras lo vivido estaría justificado?
R. Sería un error centrarlo todo en reducir el gasto. Si algo hemos aprendido es que la inversión en lo sanitario es esencial. Sin salud no hay economía. Hay que seguir en una senda de optimización de recursos, efectividad y eficiencia en la gestión, pero reducción como tal, no. La atención a la salud y la prevención de riesgos sanitarios es algo en lo que tenemos que seguir trabajado y no olvidar lo aprendido durante la pandemia.
P. Decía que sería un error reducir el gasto, pero respecto a las previsiones que había a principio de legislatura, el Gobierno ha renunciado a incrementar el gasto sanitario hasta el 7% en 2023, como se comprometió en el acuerdo de investidura. ¿Qué consecuencias tendrá?
R. Como decía, centrarlo todo en reducir gasto sería un error. Hay que optimizar recursos, ser eficientes en la gestión. Tuvimos años en que con motivo de una crisis económica se procedió a una gran desinversión sanitaria y hemos pagado las consecuencias posteriormente. Tenemos muchos ejemplos. Se decidió disminuir de manera tremenda el número de profesionales en formación para ser especialistas y ahora vemos que tenemos un problema de déficit de profesionales y tardaremos mucho tiempo en recuperar. La optimización de la inversión en sanidad, hay que trabajar en ella de forma inteligente, el objetivo no puede ser reducir el gasto.
P. ¿Aprenderemos de lo ocurrido en años pasados?
R. Es nuestra obligación aprender de ello, por supuesto.