La variante ómicron se ha propagado a gran velocidad por todo el mundo y se ha convertido en la variante dominante del coronavirus. Aunque las evidencias apuntan a que la enfermedad que genera es menos grave, lo cierto es que su propagación es mucho más veloz que las anteriores variantes.
Esta es la principal conclusión que se desprende de la última oleada del mes de enero del estudio de What Worries the World llevado a cabo por Ipsos en 28 países, que señala que la covid es la principal preocupación para el 35% de la población mundial, de media, tres puntos más que el mes anterior. Los datos reflejan un aumento de la preocupación por la pandemia después de que en noviembre de 2021 se situara en un 28%, cayendo hasta el tercer puesto del ranking, el nivel más bajo desde su inclusión en este estudio. No obstante, el panorama es más relajado que hace un año, cuando una de cada dos personas encuestadas (50% de media) en todo el mundo afirmó que el covid-19 era su principal preocupación.
Por su parte, en España, a pesar de que las cifras comienzan a apuntar a un ligero descenso de los contagios, la preocupación por el covid-19 aumenta entre la población, y se sitúa en un 41%, ocho puntos más que el mes anterior y seis puntos por encima de la media global (35%). Sin embargo, según la Comisión de Salud Pública la vacunación con la dosis de refuerzo ahora deberá retrasarse hasta cinco meses tras superar la infección, debido a que Sanidad y las comunidades exponen que las infecciones por la variante ómicron aumentan la respuesta de células de memoria y amplían la inmunidad. Este importante aumento de la incidencia ha tenido también consecuencias notables en el marco de la sanidad. En este sentido, la preocupación por la atención sanitaria también crece entre la población española y sube siete puntos respecto al mes anterior, posicionándose, con un 35%, como la tercera principal inquietud para la ciudadanía.
La pobreza y la desigualdad social se sitúan como la segunda mayor preocupación mundial este mes, con un 31% de la población mundial, de media, que las señala como el principal problema al que se enfrenta su país en la actualidad. En tercera posición se encuentra la preocupación por el desempleo, compartida por un 28% de la población mundial, de media. De hecho, el desempleo continúa siendo la principal preocupación para la población de España e Italia que, con un 53%, encabezan el ranking de los países europeos en los que más inquieta este asunto. A más distancia se encuentran Hungría (23%), Bélgica y Suecia (ambos con un 15%).
En cuarta posición se encuentra la preocupación por la corrupción política y financiera, compartida por un 27% de la ciudadanía global, de media. Y, en quinto lugar, completando el listado de las cinco principales preocupaciones a nivel mundial, se encuentran la delincuencia y la violencia que, con un 26%, de media, se han mantenido sin cambios durante los últimos cuatro meses. Los siguientes problemas en la lista son la atención médica (23%), la inflación (20%), los impuestos (16%), la educación y el cambio climático (ambos con un 15%).
La población, además de estar preocupada, tiene la percepción de que las cosas, en general, no van bien. Según indica el informe de Ipsos, a nivel mundial, solamente el 37% de las personas encuestadas, de media, consideran que las cosas avanzan en la dirección correcta. Por el contrario, continúa habiendo una gran mayoría, que se mantiene estable desde el año pasado con un 63%, de media, que considera que en su país las cosas van en la dirección equivocada.
Por su parte, la mayoría de la población española considera que las cosas en su país van a peor (63%), frente a un 37% que piensan que se va por el buen camino, datos que coinciden con la media global. Polonia (79%), Francia (72%) y Hungría (68%) encabezan el listado de los países europeos más pesimistas, mientras que Alemania, con un 52%, es el único país del viejo continente en el que la mayoría de la población opina que las cosas evolucionan favorablemente en el país.
El estudio se ha realizado por una muestra de 1.000 personas en cada uno de los siguientes países: Alemania, Arabia Saudí, Australia, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Israel, Japón, México y Suecia, y de aproximadamente 500 personas en cada uno de los siguientes países: Argentina, Chile, Colombia, Corea del Sur, Hungría, India, Malasia, Países Bajos, Perú, Polonia, Rusia y Turquía.