Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma.
Una semana más hemos asistido a una nueva decisión del Ministerio de Sanidad, junto a las comunidades autónomas que, lejos de ayudar en lo que quede de pandemia, pone una nueva losa sobre la credibilidad de las medidas que impulsa. Dos días después de que el Congreso de los Diputados convalidara el Real Decreto-ley 30/2021, que recuperó la obligación del uso de mascarillas en exteriores, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha anunciado que la medida será derogada en unos pocos días.
Estoy plenamente convencido de que la medida impulsada en diciembre fue un error. De nuevo, la necesidad de aparentar la puesta en marcha de medidas, aunque no fueran necesarias. Son numerosos los expertos que insisten en que el uso de mascarillas en exterior, lejos de contribuir positivamente a vencer a la pandemia, pueden acarrear consecuencias negativas tanto en materia de covid como desde un punto de vista inmunológico más general.
Pero, una vez aprobado, no quedaba más remedio que proceder a su convalidación, o no, del real decreto-ley en el Congreso. Lo normal, lo lógico, lo coherente y lo que menos mareo y hartazgo habría producido a la sociedad hubiera sido que el Congreso no convalidara el real decreto y, por tanto, decayera la obligación. No obstante, como el decreto había sido utilizado para introducir otros cambios legales en materia de pensiones o títulos de especialista en materia sanitaria, habría habido otras consecuencias colaterales. Con lo fácil que hubiera sido aprobar las medidas en reales decreto-ley diferentes…. Total, en 2021 hubo 32 reales decretos-ley, qué más hubiera dado 33, o 34….
La medida, una vez más, viene a marear a la población, que no puede entender los cambios de obligatoriedad de medidas como las mascarillas, especialmente cuando la incidencia acumulada a 14 días actual (2.299 casos por cada 100.000 habitantes a fecha del viernes 4 de febrero) es mucho menor que la registrada el 23 de diciembre, cuando se aprobó la obligatoriedad de las mascarillas, cuando se cifraba en 911 casos por cada 100.000 habitantes. De este modo, cualquiera se puede preguntar ¿cuál es el criterio que se ha seguido para imponer su utilización, así como para retirar esa obligación?
Como ya he expresado en numerosas ocasiones estos vaivenes distraen de la observación estricta de las medidas que sí son efectivas, como la adecuada ventilación de interiores y la utilización (correcta) de (buenas) mascarillas en interior.
Consejero de Extremadura
Por otro lado, el pasado miércoles tuve la oportunidad de conversar un rato con el consejero de Sanidad de Extremadura, José María Vergeles. Siempre es una experiencia enriquecedora entrevistar a un consejero, pero en este caso, siendo uno de los decanos del Consejo Interterritorial del SNS (CISNS) actual, junto a Patricia Gomez, consejera de Salud de las Islas Baleares y Jesús Fernández Sanz, consejero de Castilla-La Mancha, resulta muy relevante ya que su experiencia precovid al frente de una consejería le permite tener muy claras las conclusiones que no hay que perder de vista en el escenario poscovid que esperemos tengamos próximo.
Vergeles tiene muy claro que el CISNS tiene que evolucionar hasta convertir al menos algunas de sus decisiones en vinculantes. La postura del consejero extremeño no es nueva. Ni siquiera corresponde a una visión a consecuencia de la pandemia; ya que, años atrás, cuando el Gobierno del PP quería modificar el reglamento del CISNS para adaptarlo a la Ley 40/2015, fue uno de los pocos consejeros socialistas que se mostraban a favor. Ahora, pandemia mediante, las dificultades para avanzar en esta línea siguen siendo las mismas, pero el consejero extremeño mantiene su postura sobre el carácter ejecutivo del CISNS, una coherencia que le honra y que no es demasiado habitual en el ámbito de la política.
Vergeles también ha mostrado tener claras una serie de cuestiones muy relevantes en materia farmacéutica. Por un lado, su postura inequívoca de la necesidad de revertir algunas de las decisiones que han llevado a que la gran mayoría de las innovaciones se prescriban y dispensen a nivel hospitalario ya que, según explica dificulta la asistencia a los pacientes al limitarse el conocimiento que los profesionales del ámbito de la primaria tienen sobre los nuevos medicamentos. Por otro, el consejero extremeño se muestra contrario a la aprobación del Plan de Genéricos y Biosimilares. Según dijo, la situación en la que se redactó el mismo no es asimilable a la actual y, por tanto, hay que tener en cuenta la necesidad de conservar independencia sobre la fabricación de medicamentos estratégicos, algo que se podría dificultar con ese plan, según el consejero. Además, otra línea roja que cita Vergeles es la separación del plan en dos, uno para genéricos y otro para biosimilares, postura que es compartida tanto por el sector como por otros gestores sanitarios.
Condiciones especiales de financiación
Esta semana también hemos publicado en Diariofarma un análisis sobre las condiciones especiales de financiación que se han impuesto a los nuevos medicamentos autorizados durante 2021. Del estudio realizado destacan dos cifras muy clarificadoras: el 27% de las innovaciones aprobadas en 2021 fueron afectadas por estas medidas y los medicamentos afectados en 2021 multiplica por cinco los de 2020.
Ambas cifras dan muestra del impulso que desde la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia (DGCCSF), así como desde la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) se está dando a la generalización de estas condiciones en las innovaciones terapéuticas. El objetivo es asegurar el uso adecuado de los medicamentos y contribuir a la sostenibilidad.
Pese al objetivo inicial, de su incremento me preocupa que haga inabarcable su gestión y, por tanto, que genere retrasos en el acceso de los pacientes a las innovaciones, especialmente a consecuencia de los escasos recursos con los que cuenta la DGCCSF. Espero que la búsqueda de un mayor control e información para la toma de decisiones no acabe imposibilitando la comercialización efectiva de los medicamentos.
José María López Alemany es director de Diariofarma.