Terapéutica

La inmunoterapia se consolida como terapia de tratamiento más allá de la quimioterapia y radioterapia

El Grupo Español de Hematogeriatría de la SEHH vaticina en su workshop anual que a corto plazo se incrementarán los subgrupos histológicos de linfomas con indicación de CAR-T, en LBDCG y se valorará adelantar de línea el tratamiento con esta terapia

La hematogeriatría ha demostraso su utilidad para mejorar la atención médica al paciente mayor con patologías hematológicas, especialmente con cáncer hematológico, según explica Mónica Ballesteros Andrés, nueva presidenta del Grupo Español de Hematogeriatría (GEHEG) y especialista del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

En formato virtual, la GEHEG ha organizado el VIII Workshop de Hematogeriatría, con la participación de los expertos más destacados del ámbito nacional. En esta edición, cobra protagonismo la inmunoterapia en el paciente adulto mayor. La jornada de trabajo aborda la inmunosenescencia o envejecimiento del sistema inmune, así como el modelo VIVIFRAIL para la prevención de la fragilidad y las caídas en las personas mayores.

La inmunoterapia está más desarrollada en el linfoma y en el mieloma múltiple, por lo que el programa del GEHEG incluye la valoración de la fragilidad en cada una de estas patologías, así como la revisión de los datos en el paciente adulto mayor. Asimismo, se incluye una ponencia de la terapia celular, desde el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos hasta los CAR-T en el paciente anciano o adulto mayor.

Ballesteros explica que el objetivo del Grupo GEHEG a corto plazo es “formalizar la hematogeriatría como una disciplina transversal tanto en Hematología como en Geriatría, aunando fuerzas de ambas especialidades para mejorar la atención médica a los pacientes adultos mayores con patologías hematológicas”.

Un concepto que atañe a ambas especialidades es la inmunosenescencia o envejecimiento del sistema inmune que va acorde con la edad. “Cada vez hay más evidencia del papel del sistema inmune en el desarrollo de tumores y la inmunosenescencia explicaría en parte el aumento de la prevalencia de la mayoría de las neoplasias hematológicas en el paciente adulto mayor”, comenta la especialista.

“La hematogeriatría pretende ampliar conocimientos del paciente adulto mayor, cómo medir su fragilidad y cómo intervenir sobre la misma para ofrecer el mejor tratamiento a nuestros pacientes hematológicos ancianos que cada vez se incrementan más en número”, añade.

Durante la reunión, los expertos indican la necesidad de prescribir ejercicio físico en el paciente hemato-oncológico. El objetivo es prevenir la fragilidad y, en consecuencia, aumentar la resiliencia para optimizar el reto terapéutico del paciente anciano con neoplasia hematológica.

Opciones terapéuticas para el anciano hematológico La inmunoterapia se consolida como modalidad terapéutica que otorga opciones de tratamiento más allá de la quimioterapia y radioterapia. “Aunque los hematólogos tenemos experiencia en el trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos como modalidad de inmunoterapia, este no se oferta a los pacientes ancianos por su elevada mortalidad. En el momento actual se incrementan en la cartera terapéutica los anticuerpos monoclonales, más allá del anti-CD20 que llevamos utilizando desde hace años en linfomas. También se incluyen nuevos tratamientos de inmunoterapia como los anticuerpos inmunoconjugados, los anticuerpos biespecíficos y los cada vez más consolidados CAR-T, tratamientos todos que en principio podrían ser administrados en el paciente adulto mayor”, explica la doctora Ballesteros.

Novedades

El encuentro organizado por el Grupo Español de Hematogeriatría aborda también las novedades presentadas recientemente en cuanto al linfoma y el mieloma múltiple. En concreto, Ballesteros se refiere a la oferta de supervivencia libre de progresión a pacientes con linfoma en recaída o refractarios. “Ya tenemos aprobados polatazumab y tafasitamab para los pacientes con LDCBG R/R no candidatos a TASPE. Desde hace pocos años hemos conseguido experiencia con los CAR-T aprobados en determinados subgrupos histológicos de linfomas, concretamente LBDCG R/R y LBPM, después de dos o más líneas de tratamiento sistémico”.

Según comenta, en un futuro a corto plazo se incrementarán los subgrupos histológicos con indicación de CAR-T, en LBDCG se valorará adelantar de línea el tratamiento con esta terapia y se aprobarán nuevos fármacos, como los anticuerpos biespecíficos.

En cuanto al mieloma múltiple, está aprobado el belantamab (inmunoconjugado) para pacientes que ya hayan recibido IMIDS, inhibidores del proteosoma y anti-CD38 y están a punto de entrar en práctica clínica los CAR-T y los anticuerpos biespecíficos con resultados muy prometedores.

Tanto la terapia CAR-T como el resto de inmunoterapia, salvo la aloinmunoterapia del trasplante de progenitores hematopoyéticos, tienen la ventaja de no tener límite de edad en su prescripción, pero sí de fragilidad. Por tanto, dice la doctora Ballesteros, “se hace indispensable la correcta valoración de nuestros pacientes adultos mayores por edad para la administración de estas terapias. Los especialistas debemos valorar la fragilidad de nuestros pacientes para conseguir la mejor aplicación de los tratamientos de inmunoterapia que disponemos en la actualidad y que dispondremos a corto plazo”.

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