La Confederación Salud Mental España ha celebrado este miercoles el acto conmemorativo del Día Mundial de la Salud Mental. En 2022, este día está dedicado a la infancia, adolescencia y juventud, ya que la salud mental infanto-juvenil” es una de las principales asignaturas pendientes de la sanidad española que es urgente mejorar”.
El evento, que reunió a un centenar de personas en el Auditorio Piamonte (Impact HUB) de Madrid, fue presidido por Su Majestad la Reina, que durante su intervención señaló que “la precariedad en la salud mental se ha hecho más visible después de la pandemia. Que sea más visible no significa que deba despojarse de su gravedad o se frivolice”. Asimismo, destacó que el abordaje de la salud mental “pasa por un enfoque complejo y multidisciplinar, con análisis y datos desagregados por género, que combine medidas efectivas en los ámbitos sanitario, educativo, familiar, laboral y social, con una perspectiva de los derechos humanos que englobe un modelo integral”. Por último, reconoció que en el caso de la juventud “la falta de empleo y de expectativas, la vulnerabilidad social y la pobreza son también causas asociadas al riesgo de padecer un trastorno mental”.
Nel González Zapico, presidente de Salud Mental Eespañ, destacó la importancia y la urgencia de prestar atención a la salud mental de las personas más jóvenes. “Cualquier acontecimiento durante estas primeras etapas puede marcar sus vidas para siempre, en positivo, pero también en negativo”, advirtió González.
Según González Zapico, el progreso y el actual sistema de vida de las sociedades occidentales están pasando factura emocional y psicológica a toda la sociedad, pero especialmente a niños, niñas, adolescentes y jóvenes. El presidente de la Confederación lo definió como “un sistema competitivo, en el que lo común y la comunidad han dejado de tener importancia; donde prima el individualismo; el éxito se mide en términos económicos y los momentos de felicidad se buscan en el consumo y en lo material, con la repercusión que esto tiene, además, en términos medioambientales, para el planeta”. González afirmó que “hemos admitido un modelo de vida que provoca demasiada incertidumbre, ansiedad y desesperanza en las generaciones venideras, a las que tampoco estamos sabiendo enseñar a gestionar esos sentimientos”.
En el acto, también participó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, advirtió que “tras demasiado tiempo en silencio, hemos roto el tabú” y valoró la importancia de “actos como este” para “normalizar que nos puede pasar a cualquiera de nosotros, para pasar al debate y a la acción”. Además, Darias aprovechó la ocasión para destacar el papel preventivo que está teniendo el teléfono 024 de atención a la conducta suicida, especialmente entre la población joven: “en torno al 30% de los usuarios del 024 son menores de 30 años”. En base a estos datos, la ministra anunció la puesta en marcha nuevas herramientas para facilitar la accesibilidad de las personas jóvenes al 024, por ejemplo, la atención vía chat.
La lectura del manifiesto, elaborado por el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres SALUD MENTAL ESPAÑA, corrió a cargo de Jonatan Yuste Carrasco y Ana María Martínez Melero integrantes de este comité y de la red, en representación de todo el movimiento asociativo. El documento asegura que “tenemos que transformar los síntomas de la tristeza, del cansancio, de la apatía, o de la ansiedad, en emociones como la esperanza o la ilusión. Y para que la vida sea, ante todo, un lugar para vivir”.
Entre las propuestas definidas en el manifiesto, se encuentra conseguir una mayor coordinación entre los ámbitos sanitario y educativo, poner en marcha una asignatura de educación emocional, formar a docentes, sensibilizar a la población juvenil sobre salud mental, y ofrecer más espacios de diálogo y reflexión en los que este sector de la población “no sienta temor o culpa a la hora de exteriorizar los sentimientos más íntimos”.
Se emplazó además “a los poderes públicos, y a la sociedad en general, a que hagamos una lectura sincera y exigente de los derechos humanos, y de los valores que los sustentan, como son la igualdad de oportunidades y la no discriminación”.
Barómetro Juvenil
El informe `Barómetro Juvenil sobre Salud y Bienestar 2021´, desarrollado por la Fundación Mutua Madrileña y Fundación FAD Juventud, indica que el porcentaje de población joven que declara haber tenido problemas de salud mental con mucha frecuencia ha pasado del 6,2% en 2017 al 15,9% en 2021 (casi el doble de mujeres que de hombres).
Son muchos los factores que influyen en la salud mental de la infancia, adolescencia y juventud. El empleo es uno de ellos. España es el país con más desempleo juvenil de toda Europa, ya que duplica la media europea de paro juvenil, según los últimos datos de Eurostat. Esto es así a pesar de que, según el Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE), ya se ha vuelto a los niveles de desempleo previos al Covid-1. Además, la precariedad laboral está más concentrada entre las personas jóvenes y las de peor posición socioeconómica.
Entre los factores de riesgo que pueden afectar a la salud mental, se encuentran los abusos sexuales y el maltrato. Según la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (ANPIR)[5], más de un tercio de las personas con problemas de salud mental ha sufrido algún tipo de abuso durante su infancia. La asociación indica que la depresión, la ansiedad, los trastornos graves de la personalidad o el doble de riesgo de intentos de suicidio, son algunas de las consecuencias del maltrato infantil en la edad adulta. Por otro lado, según Save the Children[6], entre un 10% y un 20% de la población en España ha sufrido algún tipo de abuso sexual durante su infancia. El abuso sexual tiene un impacto directo en la salud mental de la persona agredida y, si no se trata correctamente, puede llegar a provocar un trastorno mental grave.
En los últimos años, se ha incrementado la proporción de jóvenes que experimentan ideas de suicidio. En 2021, según el Barómetro Juvenil sobre Salud y Bienestar 2021, casi 9 de cada 100 jóvenes experimentó ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’, cuando en 2019 esa proporción era del 5,8%. Además, los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE)[9], indican que el número de suicidios ascendió a 3.941 en 2020, un 7,4% más que en 2019. De estas personas, un total de 300 tenían entre 14 y 29 años.
A la cola en Salud Mental
Los españoles son los segundos europeos con peor salud mental y además la asistencia sanitaria pública suspende con un 4,1, según el informe presentado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ante el Parlamento Europeo.
Este informe indica además que la pandemia del coronavirus ha incrementado en la Unión Europea, en un 25% los casos de ansiedad y depresión y esto podría ir en aumento
España es el Estado con mayor número de personas que padecen algún tipo de dolencia mental, tan sólo por detrás de Portugal y seguido de Grecia e Irlanda. Según las conclusiones del estudio realizado por el think tank The European House- Ambrosetti en colaboración con Angelini Phama, con datos de 2019, más de 20.000 personas por 100.000 habitantes en España sufren de dolencias como la depresión, autismo, ansiedad, esquizofrenia, alteraciones bipolares, déficit de atención e hiperactividad, desórdenes intelectuales y de conducta.
La media europea, contabilizando Reino Unido, se encuentra en los 15.000 casos por 100.000 habitantes. En el otro lado de la balanza se sitúan los países del Este como la República Checa, Rumanía y Eslovaquia que no llegan a esta cifra.