Las recomendaciones que marquen los expertos será la guía que seguirá el Ministerio de Sanidad a la hora de abordar cualquier cambio en el uso obligatorio de la mascarilla que aún sigue en España. Así lo ha asegurado el ministro de Sanidad José Miñones, quien por el momento ha evitado entrar en detalles sobre si el departamento que dirige ha entrado en algún tipo de valoración sobre esta cuestión.
Cuatro países europeos, Portugal, Reino Unido e Italia, este 30 de abril, además de Francia, donde es decisión de cada centro han abordado ya el final del uso obligatorio de mascarillas en hospitales, centros sanitarios, incluidas las farmacias, y centros sociosanitarios. Por otro lado, la OMS ha anunciado el fin de la emergencia de salud pública, probablemente este verano.
La posible desaparición del uso obligatorio de las mascarillas, que se mantiene en los hospitales y otros centros sanitarios fue lanzada desde la Comunidad de Madrid esta semana, basándose en la actual situación de la pandemia y la ausencia de necesidad de seguir usando los cubrebocas en estos centros, después de que ya fuera eliminado en el transporte sanitario.
En ese sentido, Miñones sigue los pasos de su predecesora, Carolina Darias, que siempre se refirió a la valoración de los expertos como elemento clave para abordar la desaparición del uso obligatorio.
Fue el pasado 8 de febrero cuando el Gobierno de España decidió poner fin a la obligación de llevar mascarilla en el transporte público, manteniéndola, eso sí se mantiene en los establecimientos y servicios sanitarios y para trabajadores y visitantes de los centros sociosanitarios.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha explicado que la decisión se produce con el parecer favorable de los expertos de la Ponencia de Alertas, Planes de Preparación y Respuestas y tras escuchar al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.
España se convirtió en aquel momento en ser el último país del entorno europeo que asumía esta medida, y según explicó la ministra, se adoptó “en un momento de estabilidad de los casos de Covid-19, con una clara tendencia a la baja”.