La biofarmacéutica vasca Histocell ha inaugurado este jueves su planta de fabricación en Larrabetzu, dedicada a medicamentos de terapia celular y biológicos. Según informa la empresa, la instalación multiplica por diez la capacidad productiva en este tipo de productos y en este ámbito constituye una de las plantas de fabricación con mayor capacidad de España.
El proyecto ha contado con la colaboración de la empresa Cardiva, socio de Histocell, y desde 2021 parte de su accionariado. Esta incorporación permitió a Cardiva ampliar el catálogo de referencias que distribuye en España -entre ellas la línea de producto Reoxcare para la cura de heridas- y adentrarse en el campo de la medicina regenerativa. Con su participación en el centro de producción, Cardiva profundiza en su apuesta por el desarrollo de productos de terapias avanzadas y por la fabricación local, de proximidad a los sistemas sanitarios de base.
A la inauguración han asistido Ainara Basurko, Diputada Foral de Promoción Económica, la viceconsejera de Tecnología, Innovación y Transformación Digital, Estíbaliz Hernáez, la viceconsejera de Administración y Financiación Sanitarias, Nerea Urien, el alcalde de Larrabetzu, Iñigo Gaztelu, y el presidente de Cardiva, Ignacio Vega, que han recorrido las instalaciones en compañía del director general de Histocell, Julio Font, y la subdirectora de Histocell, Marta Acilu.
Julio Font, ha destacado el momento como “Un hito muy importante para el presente y el futuro de la organización. El presente porque ya está suponiendo nuestro crecimiento y especialización y el futuro porque nos da entrada a una nueva dimensión de productos y servicios para los próximos años”.
Estas nuevas instalaciones suponen la ampliación de la planta de fabricación de medicamentos de terapia celular y biológicos que Histocell tiene operativa desde el año 2011 en el Parque Tecnológico de Vizcaya y necesitaba dimensionar. Contando con una superficie inicial de 65m2 ahora dispone de una extensión de 800m2 que integra zona de fabricación y también laboratorios de control de calidad. De este modo Histocell pasará de poder tratar hasta 150 pacientes al año a poder tratar más de 1.200 pacientes al año.
En la planta se fabrican medicamentos de terapia celular, basadas en células viables de diferentes tipos, y medicamentos biológicos, basados en las sustancias secretadas por las células.
La planta está diseñada para producir no solo medicamentos de terapia celular, sino también para poder afrontar la fabricación de medicamentos biológicos como secretomas, exosomas y medicamentos CAR-T. Además, cuenta con una planta piloto para desarrollar nuevas tecnologías que posteriormente se puedan incorporar en los procesos de producción.
Con compromisos de fabricación ya firmados con distintos clientes a nivel nacional e internacional, la planta entrará en producción en el primer semestre de 2023, tras realizar los procesos de validación y obtener la autorización de la Agencia Española del Medicamento.
Todo el proyecto ha supuesto una inversión de 2,5 millones de euros y se ha desarrollado en un año. Ha contado con el apoyo financiero del programa 3i de la Diputación Foral de Vizcaya. La instalación de la planta piloto ha estado apoyada por el programa Osasunberri del Gobierno Vasco.