En una nota difundida el jueves, el Ministerio de Sanidad de Portugal ha anunciado que durante la primera mitad de 2023 van a ponerse en marcha en el país una serie de medidas pensadas para facilitar el acceso a los medicamentos y evitar desabastecimientos, incluyendo una subida de precio del 5% para los fármacos con precios de 10 euros o menos. Los precios de los que cuestan entre 10 y 15 euros se actualizarán con una subida del 2%.
La medida se ha adoptado tomando como referencia la media de los precios en España, Francia, Italia y Eslovenia. En este caso, y siempre que el precio esté por encima de la media, se producirá una reducción de hasta un máximo del 5%.
De acuerdo con el departamento que dirige Manuel Pizarro, “el aumento controlado de los precios de los medicamentos más baratos busca garantizar su disponibilidad permanente en el mercado y se compensa con la reducción del precio de los medicamentos más caros”.
Teniendo en cuenta el volumen de medicamentos vendidos en Portugal en 2022, estas medidas, que se aplicarán durante los 10 meses que van hasta el final del año, pueden generar un aumento del gasto del Estado de alrededor del 0,4% y de los ciudadanos, en global, en torno al 0,5%, muy por debajo de los valores de inflación.
Medidas adicionales
Además, está prevista la creación de una lista de medicamentos “esenciales críticos” cuya disponibilidad será vigilada con especial atención. Los medicamentos incluidos podrían pasar por revisiones excepcionales de precio, ha indicado el ministerio.
Además, se prevé la “definición del concepto de medicamento de precio excesivo”. En estos casos, el aumento del volumen de ventas y la participación en el mercado podrían llevar a revisiones del precio a la baja.
La lista de medicamentos cuya exportación está limitada o suspendida también será objeto de actualización periódica, incluyendo, por el momento, 110 presentaciones.
“Los problemas en la producción y distribución de medicamentos han afectado transversalmente a los países europeos, con denuncias públicas de situaciones de indisponibilidad de medicamentos, correspondientes a casos en los que se hace más difícil acomodar los efectos de la inflación y en los que existe el riesgo de que estos productos sean retirado del mercado”, dice el comunicado.
Si bien, en la gran mayoría de los casos, existen medicamentos equivalentes que se pueden dispensar a los pacientes, esta situación puede causar problemas a los pacientes y a los profesionales de la salud, por lo que es importante mantener la precaución, indican.