El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, es, desde el pasado 1 de enero y hasta el 31 de diciembre, también presidente de la Agrupación Farmacéutica de la Unión Europea (PGEU). A los pocos días de iniciar esta andadura, ha concedido a Diariofarma una entrevista en la que desgrana las líneas maestras y objetivos principales de su mandato europeo. Aguilar ha transmitido un compromiso firme de cumplir unos objetivos que tiene muy claros.
Pregunta.- ¿Cuáles son los principales retos que se marca como presidente de la PGEU?
Respuesta.- La presidencia de la PGEU siempre es anual, solo tenemos un año y teniendo en cuenta la brevedad, vamos a trabajar fundamentalmente en tres proyectos. En primer lugar, vamos seguir el ‘test de proporcionalidad’, en el que se reconoce especialmente a las profesiones sanitarias, que tanto nos preocupaba, y en concreto la regulación de estas profesiones. En segundo lugar, tenemos que seguir coordinando, el ‘Sistema de Verificación de Medicamentos’, sistema que, al encontrarse regulado mediante una Directiva de la UE, no solo repercute en nuestro país sino en el resto de Europa. En tercer lugar, queremos hacer una fotografía actual de la farmacia europea. En 2019 la PGEU cumplirá 60 años, y creemos que es un buen momento para hacer esa radiografía con actualización de todos los datos y países. Estos son los principales, pero, además, queremos trabajar también en un cuarto: la concienciación de que los medicamentos siempre tienen que estar en las farmacias.
Primera reunión de la PGEU
P. El ‘test de proporcionalidad’, es probablemente uno de los asuntos clave en los que trabajará esta presidencia, ya que se tiene que resolver en este mandato...
R. Efectivamente, se tiene que aprobar a lo largo de este año. Me aventuro a decir que en este primer semestre debe quedar solucionado. Ya ha pasado todas las comisiones del Parlamento y ahora tiene que pasar al Pleno. Después de su aprobación pasará a la fase de trílogos [reuniones informales que mantienen el Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo para agilizar los asuntos], donde ya se tendrá un texto que será el definitivo.
P. En su discurso de los Premios Panorama, hizo hincapié al trabajo que se había hecho en Europa. ¿Qué labor han desarrollado y qué falta por hacer?
R. Hemos tenido que trabajar con todos los eurodiputados, nosotros nos hemos ‘batido el cobre’ con todos los eurodiputados de todos los partidos políticos. Pero claro, la política a nivel europeo no solamente son los eurodiputados españoles, estos han aprobado todas las pretensiones que teníamos desde el punto de vista sanitario, pero también hay una parte importantísima que es el resto de los países, teniendo en cuenta que los intereses de cada país son diferentes. Efectivamente. en el discurso yo intente hacer hincapié en este punto, era imprescindible y absolutamente necesario que fuese en primer lugar la Administración española, en concreto el Ministerio de Sanidad, el que apoyase estas pretensiones. Siempre hemos tenido el apoyo de la Ministra de Sanidad, pero en la fase de trílogos tenemos que tener el apoyo de todo el Gobierno, no solamente el Ministerio de Sanidad sino también el de Economía entre otros, que tendrá que estar de acuerdo.
P. Entonces, ¿se pondrá el foco en aquellos otros miembros del Gobierno que pueden tener algo que decir?
R. Creo que tendremos que trabajar principalmente con el Ministerio de Sanidad, que es nuestro interlocutor, para que en la línea de lo que ellos están haciendo en defensa de un sistema sanitario público, seamos capaces de convencer al resto del Gobierno que se regule de esta forma.
P. En todo caso parece una petición lógica, con lo cual no parece que tengan que existir problemas dentro del Gobierno...
R. Bueno, siempre hay opiniones que pueden ser contradictorias, recordemos la fallida Ley de Servicios Profesionales, es un claro ejemplo.
P. Hasta ahora, la Directiva ha reconocido una particularidad especial a estas profesiones, pero el objetivo era la exclusión… ¿están satisfechos?
R. Nosotros pedíamos un reconocimiento, en concreto una exclusión de las profesiones sanitarias, esto está claro, lo que nos preocupa es que desde Europa se marcase lo que tiene que hacer cada uno de los países. Nosotros tenemos un servicio público nacional muy importante, uno de los mejores sistemas sanitarios públicos y podría ser, que este sistema al que se llega después de tanto tiempo acabáramos estropeándolo, por implantarse o entrar en nuevas aventuras de otros países, que no tienen el mismo sistema. Para que no existiese ningún tipo de duda, queríamos esta exclusión. Con el Parlamento y los distintos grupos se llegó a esta fase intermedia de ‘especial reconocimiento’, y creo que queda recogido claramente. Aparece tanto en el articulado como en el preámbulo, donde dice que se tiene que tener esa especial consideración con la naturaleza de las profesiones sanitarias, por tanto, ha ido en línea con la Ley de Servicios. Por ello, mientras se mantenga como está podríamos decir que todo está bien.
P. El reto que ha planteado sobre la necesidad de dispensación de los medicamentos en farmacias, ¿es porque puede haber riesgo de contagio de la regulación que permite su dispensación fuera de la farmacia a otros países?
R. No lo creo, pero le voy a referir un ejemplo de incoherencia que está ocurriendo en Europa. Uno de los retos y proyectos más importantes que tenemos es el Sistema Español de Verificación de Medicamentos (Sevem). La Directiva es para asegurarnos que todos los medicamentos que llegan a los pacientes son auténticos y no existe ningún tipo de falsificación. Esto se entiende, es lógico y loable, pero cuando vamos a España, resulta que nunca en la vida se ha dado ningún caso de falsificación de medicamentos. Esto se debe a que, en España, a través de la distribución farmacéutica española y de la oficina de farmacia, es imposible que se puedan dispensar un medicamento que esté falsificado. A pesar de ello, los españoles nos hemos puesto a trabajar en este sistema para ponerlo en funcionamiento en la fecha prevista. Pero he aquí la incoherencia, este sistema valdrá para todos los medicamentos de prescripción, pero no para todos los medicamentos.
P. ¿Y eso…?
R. Hay otros países, en los que determinados medicamentos no están en el canal farmacéutico. Esto es lo suficientemente importante y tiene un gran peso para entender que los medicamentos tienen que estar en la farmacia. No podemos tener medicamentos de primera y de segunda; medicamentos que llegan a los ciudadanos con garantías y otros que no las tienen. Yo personalmente no lo entiendo. Esto se debe solamente a que hay ciertos medicamentos, en ciertos países que no están en el canal. Pero no dejan de ser medicamentos y por tanto drogas. Aquí está el ejemplo del porque los medicamentos tienen que estar en las farmacias, en un canal protegido al servicio del ciudadano y no al servicio de los intereses comerciales.
P. Entonces, se pone un sistema de seguridad que no se aplica a los medicamentos sin receta porque en algunos países no están en el canal…
R. Los excluye en todos los países, estas son las incongruencias de cuando las cosas no se hacen con criterios sanitarios. En España no habría ningún problema para que se aplicara, pero al ser una directiva europea no se puede aplicar en unos países de una manera y en otros de otra.
P. El otro gran tema es el ‘Sistema de Verificación de Medicamentos’ (Sevem). ¿Su mandato en la PGEU también tendrá que dejarlo cerrado?
R. En febrero de 2019 arranca, a partir de ese momento irá poco a poco y se tendrá que adecuar. No solamente a todos los sistemas, lo que conllevará unas inversiones importantísimas a nivel de farmacia sino también a nivel industrial. Es un cambio muy importante: pasamos de tener precintos a tener un sistema en el que a través de unos códigos de barras seremos capaces de identificar los medicamentos.
P. ¿Van todos los países a la misma velocidad?
R. A nivel europeo hay muchísimas diferencias, sobre todo hay países que están en distintas fases, alguno me parece que tiene un periodo carencia, entre ellos Italia, desconozco la razón. Hay situaciones distintas, en España hay 22.000 farmacias, en Francia 20.000, en Dinamarca 314, cada país tendrá soluciones distintas siempre respetando lo que marca la directiva. Yo creo que todos los países están trabajando, y aunque me temo que habrá problemas de fechas en algunos, en España no.
P. La última cuestión que ha comentado como tema relevante es la fotografía actual de la farmacia europea...
R. Lo que queremos hacer es un libro blanco de la farmacia, ir viendo como está avanzando en números, en proyectos, en servicios y profesionalmente. Pensamos que es un buen momento ya que han cambiado muchas cosas, tenemos sistemas que han ido para adelante y hacia atrás, hay países que han tomado diferentes tipos de decisiones a nivel farmacéutico y sanitario. Es bueno medir cual es el valor de estas 160.000 farmacias en todo el territorio europeo y esos 400.000 farmacéuticos que están trabajando en ellas. Poner en valor ese papel del farmacéutico, con número y cifras de cada uno de los países y presentarlo al año siguiente cuando la PGEU cumplirá 60 años.
P. Se trata de poner en valor la figura del farmacéutico, pero, ¿se analizará las diferencias de modelos?
R. No, en Europa cada uno tiene sus modelos farmacéuticos y sanitarios. La manera de pensar y entender las cosas es diferente en cada país.