La Asociación Española de Bioempresas (AseBio), la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (Aesemi), la Fundación Cotec y Secpho, “hemos unido nuestros intereses como representantes en España de las distintas tecnologías estratégicas profundas señaladas por la Comisión Europea para solicitar al nuevo Gobierno la creación de un Alto Comisionado para Tecnologías Estratégicas Profundas”.
Según explican estas tres organizaciones, encuadradas dentro del ‘cluster’ de la innovación nacional, este nuevo organismo debe servir como “instrumento a través del que catalizar las necesidades específicas de estas áreas fundamentales para la consecución de la autonomía estratégica de Europa de forma estratégica y colaborativa, en torno a desafíos concretos ante los que los países tienen que ofrecer respuestas”.
En un comunicado conjunto estas entidades consideran que “ahora es el momento de poner en marcha un Alto Comisionado para Tecnologías Estratégicas Profundas a través del que impulsar el legado de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea, mantener el impulso de los fondos Next-Gen y los PERTE, continuar con el legado de la Ley de Start-ups y contribuir a los esfuerzos realizados por la Comisión Europea para poner en valor el papel crucial para el futuro de Europa que suponen las tecnologías estratégicas profundas”.
El nuevo organismo debe ser base para “dar solidas respuestas” a los desafíos globales como “instrumento de coordinación de las políticas, regulación e instrumentos que requiere el impulso de estas tecnologías críticas en nuestro país”. “Es la figura idónea para dotar de visión de conjunto, tanto de la problemática como de las soluciones, a todos los departamentos ministeriales que tienen parte en este desafío y maximizar así los resultados de las acciones desarrolladas por los distintos ministerios”, aseguran.
El Alto Comisionado fija sus objetivos “en la definición, selección e impulso de las tecnologías estratégicas profundas en España, así como en la sensibilización para generar conciencia pública sobre su papel clave en la prosperidad de España”. Este instrumento tiene como misión “realizar un seguimiento y vigilancia del estado de estas tecnologías en nuestro país, así como acompañar la naturaleza y ritmo de sus innovaciones a través de instrumentos y regulación adecuadas”.
De esta forma, las organizaciones firmantes aseguran que esta figura es la “consolidación de la apuesta de España hacia Europa por las tecnologías profundas estratégicas, en un momento crítico para el futuro de la Unión en el que tenemos la responsabilidad de poner de relieve todo el potencial científico-tecnológico con el que podemos contribuir desde nuestro país a la autonomía estratégica de Europa”.