Terapéutica

Acceso, diagnóstico y lucha contra estigma, claves para alinear a España con Onusida

GeSida pone de relevancia en el Día Mundial del Sida la necesidad de seguir trabajando en el Objetivo 95-95-95 y demanda nuevos esfuerzos para lograr el reto de cero nuevas infecciones de VIH y reducir al mínimo la mortalidad y el desarrollo de eventos Sida.

GeSIDA, Grupo de Estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), ha solicitado a las administraciones sanitarias españolas  incrementar los esfuerzos para superar los tres objetivos marcados por Onusida en relación con el VIH y, particularmente, para lograr el reto de cero nuevas infecciones de VIH y reducir al mínimo la mortalidad y el desarrollo de eventos SIDA.

Unos desafíos para los que los expertos de esta entidad proponen una hoja de ruta basada en las siguientes estrategias fundamentales: facilitar el acceso a la PrEP (Profilaxis Pre-Exposición),  sorteando las barreras asistenciales y socioculturales actuales; adelantar en la mayor medida posible el diagnóstico y el inicio del tratamiento; lograr la retención en cuidados y la continuidad en la atención médica, evitando la interrupción temprana, que se asocia a más muertes y eventos de SIDA; combatir el repunte de las ITS en edades cada vez más tempranas y de las prácticas sexuales de riesgo, intensificando la información y la vigilancia epidemiológica, y mejorando el diagnóstico y manejo de las coinfecciones; y,como objetivo transversal, luchar contra el estigma, que se asocia a mayor dificultad para el diagnóstico y el tratamiento y, por tanto, a una peor evolución de la enfermedad y también a peor salud mental, soledad y aislamiento social.

En los últimos años, España ha avanzado de una manera real y efectiva en el cumplimiento de los objetivos marcados por Onusida para 2030: 95% de personas diagnosticadas; 95% de personas diagnosticadas en tratamiento; y 95% de casos tratados con carga viral indetectable. Nuestro país supera ahora mismo el segundo de esos objetivos, con un cumplimiento del 96%, y se queda más cerca del primero (se estima que el 7,5% de las personas que viven con VIH no han sido diagnosticadas) que del tercero (hay casi un 10% de los pacientes tratados que no logran la supresión de la carga viral).

A ello hay que sumar que la prevención sigue sin ser suficiente, pues continúan produciendo en la actualidad en nuestro país nuevas infecciones anuales por encima de las cifras de la Unión Europea. Finalmente, y según una investigación multicéntrica recientemente presentada en el XIV Congreso de GeSIDA, la prevalencia de soledad y aislamiento social en la población con VIH es relativamente alta y mayor en personas por encima de los 50 años: el estigma no ha sido definitivamente derrotado.

Hoja de ruta

Frente a estos retos pendientes, las estrategias propuestas por GeSIDA son las  siguientes. En primer lugar, mejorar la prevención y evitar las nuevas infecciones, para lo cual se considera fundamental seguir facilitando el acceso a la PReP (Profilaxis PreExposición) y derribando las barreras existentes. Desde su implementación en 2019, y a pesar de las dificultades por la pandemia, la cifra de usuarios de PrEP se sitúa ya por encima de los 18.000 en nuestro país. En ese período, se ha pasado de 4.000 nuevos casos de VIH en 2019 a 2.786 en 2021, un descenso que refleja de forma clara la utilidad de esta medida. Los expertos de GeSIDA consideran fundamental acercar este tratamiento desde las farmacias hospitalarias a los dispositivos asistenciales que habitualmente atienden a estos usuarios más allá de los hospitales: clínicas de ITS, centros de Atención Primaria y centros comunitarios. Asimismo, abogan por derribar las barreras administrativas y de financiación para la población migrante, pues ahora mismo la población en situación de irregularidad documental no puede acceder a la PrEP, algo que limita al acceso. Finalmente, recomiendan la ampliación de la indicación a otras poblaciones con riesgo, tras realizar los correspondientes estudios de costo-efectividad.

En segundo lugar, los expertos de GeSIDA inciden en la importancia de adelantar el diagnóstico e inicio de los tratamientos, cuyo retraso sigue pasando factura muchos años después. Gracias al tratamiento antirretroviral, el VIH ha pasado de considerarse una enfermedad mortal a una patología crónica y manejable pero el diagnóstico tardío perjudica la evolución y la calidad de vida de los pacientes. De ahí la importancia de seguir avanzando en detección temprana, para lo cual medidas como el cribado oportunista por edad en la población general, así como en los servicios de urgencias, pueden ser de gran utilidad.

Del mismo modo, también el abandono temprano del tratamiento se asocia a una peor  evolución de la enfermedad. Así lo demuestra un estudio multicéntrico de la cohorte CoRIS que ha sido presentado recientemente en el XIV Congreso de GeSIDA. Los más de mil pacientes de ese estudio con una interrupción temprana de la atención médica (un 7% por ciento del total) presentaron mayor riesgo de muerte y de desarrollar eventos Sida que los que no interrumpieron su atención médica. De ahí la importancia de asegurar la retención en la atención médica de las personas con VIH, especialmente en el periodo inicial tras el diagnóstico, el tercero de los desafíos planteados por GeSIDA.

En cuarto lugar, otro estudio multicéntrico presentado en el XIV Congreso GeSIDA y realizado en nueve hospitales, ha establecido el perfil de los nuevos diagnósticos de infección de transmisión sexual (ITS) en adolescentes en España. Un perfil que confirma que las ITS se diagnostican a edades precoces, con independencia del sexo biológico al nacimiento y la orientación sexual. Frente a esta realidad, los expertos de GeSIDA señalan la importancia de mejorar la información y la prevención en los jóvenes e intensificar la vigilancia epidemiológica. También inciden en que hay oportunidades de mejora en el cribado y tratamiento de los adolescentes con ITS, y advierten de que el cribado de otras ITS, para descartar coinfecciones, se realiza de forma minoritaria, por lo que es necesario mejorar la formación del personal sanitario al respecto.

Finalmente, como objetivo transversal, los expertos de GeSIDA destacan la importancia de combatir el estigma, que incide en la salud física, mental y calidad de vida de los pacientes con VIH. Así, según un estudio también recientemente presentado en el XIV Congreso GeSIDA, existe una prevalencia “relativamente elevada” de soledad y aislamiento social población mayor de 50 años. En concreto, la prevalencia de soledad fue en esta investigación del 16,5%, en tanto que la de aislamiento social se situó en el 12,3%. Asimismo, el 29,1% y el 21% refirió síntomas de ansiedad y depresión significativos (HADS) respectivamente.

Datos generales

Más de 40 años después de su irrupción, y pese a los significativos avances en  diagnóstico y, sobre todo, en el tratamiento, el VIH sigue siendo hoy día una cuestión de salud pública de primera magnitud. Hasta el 30 de junio de 2022 se había recibido la notificación de 2.786 nuevos diagnósticos de VIH en el año 2021, lo que representa una tasa de 5,89 por 100.000 habitantes sin ajustar por retraso en la notificación.

Tras corregir por este retraso, se estima que la tasa para 2023 será de 7,41 por 100.000 habitantes cuando se haya completado la notificación de todos los diagnósticos realizados ese año. El 86,1% de los nuevos diagnósticos de VIH fueron hombres, con una tasa de 10,3 por 100.000 habitantes, mientras que en mujeres la tasa fue de 1,6 por 100.000. La mediana de edad al diagnóstico de VIH fue de 36 años, siendo ligeramente más jóvenes los hombres (36 vs 38 años).

La transmisión en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) fue la más frecuente, 56,3%, seguida de la transmisión heterosexual, que supuso un 25,4%, y la ocurrida en personas que se inyectan drogas (PID), que sumó un 1,6%. Por tanto, al menos el 81,7% de los nuevos diagnósticos de VIH en 2021 fueron de transmisión sexual. Entre los hombres, la transmisión en HSH supuso el 65,4% de los nuevos diagnósticos de VIH y la transmisión heterosexual el 16,6%. Entre las mujeres, la transmisión heterosexual constituyó la gran mayoría, con un 79,9% de los nuevos diagnósticos.

La transmisión en HSH es la más frecuente en todos los grupos de edad, a excepción del grupo de 50 años o más. El 38,6% de los nuevos diagnósticos de infección por el VIH se realizaron en personas nacidas fuera de España.

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