Aunque todavía deberán pasar varias fases hasta conseguir un desarrollo sólido, el proyecto ya tiene nombre: SonIA; un nombre de persona, “como si fuera un amigo”, con las dos últimas letras en mayúsculas haciendo referencia al acrónimo de Inteligencia Artificial. Así explica Sonia González Costas, del servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo, el nacimiento de este nuevo proyecto que busca que a través de herramientas comunes al paciente, como Whatsapp o Telegram, se encuentre un camino para “solucionar la falta de acceso rápido y efectivo a información relevante sobre farmacoterapia para los pacientes crónicos”.
Sonia González, junto a Kiko Toja Camba, también especialista en Farmacia Hospitalaria pero en este caso del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, son los generadores de este proyecto, cuyo objetivo final es convertirse en una referencia para un nuevo modo de atención dentro del sistema sanitario.
Sonia González explica en qué consiste a través de lo que supone el día a día en el servicio de farmacia de su hospital “a nuestro hospital acuden de lunes a viernes, entre pacientes que vienen a la consulta de farmacia y hospital de día, una medida de unas 300 personas. En ese momento el paciente interactúa con el sistema sanitario (médico, farmacéutico, enfermera, psicólogo….) todo el mundo le va dando información, pero después vuelve a su domicilio y pueden pasar semanas y semanas, a veces 6 meses hasta volver a tener esa interactuación.”
Lógicamente durante ese tiempo “pueden surgir un montón de dudas” y “el paciente no tiene con quién resolverlas al menos de una manera sencilla y fluida”, eso lleva a una cierta desazón y “en ocasiones a que esos pacientes se acerque a buscar información en Internet y todos sabemos qué es Internet”, explica la especialista en Farmacia Hospitalaria.
“La finalidad de nuestro proyecto es dar una respuesta a esa situación; parte de ahí: de actuar como un chatbot inteligente, como un farmacéutico virtual, que interactuará con él paciente a través de un lenguaje natural”.
La aplicación, aunque también tendrá versión web, está pensada sobre todo para llevarla en el móvil “porque al final esta es una herramienta que los pacientes usan de forma prácticamente unánime, al igual que las aplicaciones de mensajería instantánea tipo WhatsApp o Telegram”. “Al igual que habla con su amigo, el paciente puede hablar con este farmacéutico virtual. De hecho, nuestra idea era llamarle con un nombre de persona, de hecho hemos pensado en SonIA, marcando las dos últimas letras como el acrónimo de inteligencia artificial, o MarIA, con el mismo motivo”.
La solución que plantean estos farmacéuticos presentaría una serie de características muy buenas para el paciente, tales como el acceso 24/7: Disponibilidad constante para responder a preguntas en cualquier momento; respuestas precisas, a través del uso de inteligencia artificial y machine learning; interacción amigable; aprendizaje continuo; Integración con profesionales y ayuda a los pacientes a para mantener un seguimiento de su tratamiento y recordar citas.
El sistema en el móvil podría desarrollarse como una app, “pero otra opción podría ser integrarlo en WhatsApp, como si fuese un contacto más de esa herramienta”. “Lo más sencillo es que fuera una app, pero para integrarlo todavía más para los pacientes, sería como un contacto dentro del propio sistema de mensajería”, explica González Costas.
“Lógicamente todo ello funciona través del desarrollo de un algoritmo en el que farmacia hospitalaria llevara la iniciativa pero también deberían participar, lógicamente, los profesionales sanitarios, los médicos, las asociaciones de pacientes y los ingenieros informáticos. Al principio podrían ser preguntas más cerradas y un algoritmo más cerrado, pero que tuviese la opción de ir aprendiendo”.
La idea ya está cerrada y en la actualidad los creadores se plantean el paso siguiente; “saber a quién le puede interesar esto”. Aunque no descartan que la financiación para su desarrollo fuera asumida desde el sistema privado, “nuestra idea es hacérselo llegar a una organización sanitaria pública o privada, en nuestro caso nos interesaría especialmente que el Sergas (Servicio Gallego de Salud) adoptara esta idea como un proyecto ‘core’”.
El Sergas cuenta ya con una plataforma de teleasistencia, Telea, que está diseñada para contactar con pacientes, pero se basa en una serie de cuestionarios que tiene que rellenar el paciente continuamente, “y no hay un feedback, no hay una interacción y además requiere una espera”, explica González, quien considera que “nuestro proyecto podría ser algo complementario”.
A la farmacéutica no se le escapa el obstáculo de la cuestión económica, “es evidente que el importe económico de esta implantación no es pequeño. En colaboración con un profesor titular de ingeniería informática de la Universidad de Vigo y en una estimación aproximada, calculándolo por paquetes de trabajo, el desarrollo completo podría alcanzar los 200.000 euros”, explica.
“Hay una laguna muy grande cuando el paciente deja estar en contacto con el sistema sanitario y se va a su casa. Ahora que se está hablando de la experiencia del paciente, yo creo que esa experiencia del paciente con un proyecto como este mejoraría muchísimo la percepción por parte paciente del sistema sanitario”.
Nicolas Gonzalez Casares: