La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha analizado el proyecto de Real Decreto por el que se regula la evaluación de tecnologías sanitarias (ETS) y ha realizado una serie de recomendaciones para mejorar en materia de seguridad jurídica, transparencia y eficiencia administrativa.
La CNMC, que valora positivamente el contenido del Real Decreto, ha realizado recomendaciones para incorporar al texto. Por un lado, considera necesario “perseguir los principios de coherencia y no duplicidad de las actuaciones ante las diversas instancias administrativas”. En este sentido, reclama que se evite que los desarrolladores “se enfrenten a solicitudes de datos múltiples y divergentes por parte de diferentes entidades nacionales o de entes que forman parte de la red de gobernanza”. Además, considera necesario que “se eviten duplicidades respecto a procedimientos ya existentes y que podrían convivir en paralelo con los ahora contemplados, como por ejemplo, en el plano nacional, los relativos a conseguir la autorización de comercialización de medicamentos”.
Por otro lado, en lo que se refiere a los efectos de las evaluaciones, el informe de la CNMC señala que “parece lógico” que el proyecto de Real Decreto señale que “las evaluaciones constituyen elementos que informan las decisiones de las administraciones públicas, pero no constituyen la propia decisión ni ésta está supeditada a aquellas”. El Grupo de Posicionamiento, a la vista de la evaluación realizada por las oficinas correspondientes, puede “concluir la evaluación con un posicionamiento final de la tecnología en la prestación pública sanitaria en forma de niveles de recomendación”. De este modo, la CNMC señala que “sin perjuicio de reconocer ese margen de discrecionalidad a las autoridades competentes”, dada la amplitud de aspectos sobre la que se desarrollaría la evaluación (aspectos clínicos y económicos), en “aras del refuerzo de la seguridad jurídica” que debe ofrecerse a los desarrolladores de productos, se recomienda que, al menos, se “delimiten en la norma los criterios que podrían tenerse en cuenta por los responsables públicos para motivar una decisión que no siguiera los aspectos recogidos en la evaluación científica realizada, así como se expliciten las razones concretas que se han tenido en cuenta en el caso en cuestión”.
Valoración positiva
Más allá de esto, la CNMC estima que el proyecto de Real Decreto “no contiene restricciones injustificadas a la competencia”, sino que, en gran medida, ayuda a alcanzar “eficiencias económicas y organizativas que redundarán en un mayor beneficio tanto para los operadores económicos como para los pacientes”.
Además, la Comisión valora positivamente el proyecto normativo analizado, ya que, además de alinear el sistema de evaluación con el exigido por la Unión Europea, “refuerza la evaluación en diferentes aspectos, favoreciendo la búsqueda de un sistema sanitario coherente, eficiente, innovador y sostenible”. También considera que el nuevo Real Decreto “sienta las bases para dotarlo de transparencia y predictibilidad, en beneficio de los operadores del sector y de la sociedad en su conjunto”.
La CNMC también explica que existen unas recomendaciones de la OCDE acerca de la necesidad de institucionalizar la evaluación de políticas públicas desde una perspectiva holística, fomentando una cultura de aprendizaje y rendición de cuentas y estableciendo mecanismos institucionales para integrar la evaluación en los procesos de toma de decisión, tanto a nivel organizativo como gubernamental. Igualmente, mediante la Ley 27/2022, de 20 de diciembre, de institucionalización de la evaluación de políticas públicas en la Administración General del Estado se establece que las políticas públicas deberán estar sólidamente formuladas en sus aspectos técnicos, basadas en evidencias, deberán responder a las necesidades y desafíos de la sociedad, identificar su valor público a partir de criterios y definir una métrica que permita su evaluación.
Por otro lado, desde una perspectiva sectorial, el informe señala que disponer de tecnologías sanitarias modernas y eficaces “resulta clave para alcanzar un alto grado de protección de la salud y calidad de vida de las personas”. Adicionalmente, constituye un sector industrial fundamental por incidir de forma directa en el progreso médico y científico y, por tanto, en la I+D+I. Además, supone un elemento esencial que forma parte de las infraestructuras críticas del país, contribuyendo a la autonomía estratégica.