Basándose en datos globales y estudios de caso de informes y publicaciones propios, la Federación Internacional de Farmacia (FIP) acaba de publicar un informe sobre la vacunación dirigida por farmacéuticos en varios países del mundo y muestra cómo la profesión puede “contribuir a la salud pública y generar ahorros en diversos sistemas de salud”.
La publicación, que tiene en cuenta la encuesta mundial de vigilancia de la vacunación de la FIP de 2024, explora los desafíos para la financiación sostenible de la vacunación, la justificación económica para invertir en vacunas administradas por farmacéuticos y las estrategias para garantizar la adquisición oportuna de vacunas. Destaca además otro aspecto, incluyendo una mejor cobertura de inmunización, la reducción de la carga de enfermedades prevenibles por vacunación y el aumento de la productividad.
El informe indica también un conjunto de recomendaciones guía para los responsables políticos, los líderes sanitarios y las partes interesadas del sector farmacéutico.
Los países incluidos en el estudio son Australia, Canadá, Costa Rica, Portugal, Sudáfrica, Reino Unido y ▪ EE. UU.
El FIP defiende que “a medida que los farmacéuticos se desempeñan cada vez más como vacunadores, educadores y defensores de la salud pública, su papel en el fortalecimiento de las iniciativas de inmunización se ha vuelto crucial”, en aquellos países que se aplica la vacunación. Horarios extendidos, acceso sin cita previa y una amplia presencia comunitaria, son aspectos destacados del informe.
La participación de los farmacéuticos contribuye a fortalecer la infraestructura de salud pública al mejorar la equidad en la vacunación y cerrar las brechas de acceso en zonas rurales o marginadas.
El trabajo se estructura en cinco niveles; el primero de ellos, el papel de la farmacia en cada uno de esos países analizados; los diferentes sistemas sanitarios que tiene cada país; los niveles de vacunación y la financiación de las vacunas.
A partir de ahí el trabajo destaca las barreras y desafíos regulatorios, las limitaciones de personal para acabar concluyendo con el impacto económico de la vacunación.