La patronal de la industria farmacéutica innovadora ha vuelto a reiterar su petición de escenario perfecto para el desarrollo de su labor. Diálogo, políticas alineadas con Europa y hacer de España un mercado único han sido las tres peticiones que el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés, hizo durante su intervención en el seminario con periodistas que ha celebrado el pasado viernes.
“Que nos escuchen, somos razonables”, indicó Arnés en primer lugar. En este sentido, reclamó más diálogo para que poder saber qué objetivos de gasto tiene la administración, con el objetivo de que las compañías puedan “ajustarse a esa posibilidad de gasto”. Además reclamó “escenarios predecibles y estables” y que las medidas de control del gasto sean “respetuosas” con lo que el sector pide.
En segundo lugar pidió una política de precios y reembolso que esté alineada con la existente en Europa ya que, como recordó, la industria farmacéutica, incluida la de capital español “compite en mercados globales”. En este sentido, reclamó que las evaluaciones clínicas de los medicamentos no se vean ‘contaminadas’ por aspectos económicos. “La parte económica debe tener un componente local y, además, tener en cuenta la situación de cada país y valorar lo que aporta el medicamento”, explicó.
Por último, puso encima de la mesa la necesidad de que España se comporte como un mercado único. En este sentido, reclamó que sea un “mercado vertebrado aprovechando que es el quinto europeo” con el objetivos de que la actividad industrial pueda desarrollarse. Para lograrlo, pidió que se respeten las competencias de las distintas administraciones, por lo que, según explicó, que delimitar adecuadamente las competencias de las comunidades autónomas “que son muy importantes en relación a la demanda, pero no en la oferta”, indicó.
Avanzando hacia la equidad
Además, para el director general de Farmaindustria, es importante que el uso de los medicamentos sea equitativo entre las diferentes comunidades autónomas ya que actualmente podemos encontrar con diferencias entre regiones y medidas que limitan el uso de medicamentos. En este sentido explicó que desde 2013 están elaborando un informe de seguimiento del acceso de los medicamentos en España. Se trata de un estudio centrado en medicamentos de oncología, antidiabéticos, nuevos anticoagulantes orales y medicamentos de farmacia. Se mide el acceso de los nuevos medicamentos en el tiempo desde que se aprueba por la Agencia Europea de Medicamentos hasta que se asigna precio en España y, posteriormente, se evalúa su disponibilidad y uso de forma territorial. Un estudio que, al menos en alguna de sus partes fue elaborado por Boston Consulting Group (BCG) y que su presentación al Ministerio de Sanidad provocó la firma de un acuerdo entre Ana Mato y Farmaindustria en la primavera de 2014.
Aunque tienen resultados, Arnés explicó que no van a hacerlos públicos por que se generaría desconfianza y alarma, y no es eso lo que quieren. No obstante, sí que se muestran esos resultados a las diferentes regiones explicándoles dónde están ellos en relación al resto con el objetivo de que puedan poner en marcha medidas correctoras. ¿Y las ponen? Según Arnés, sí ya que se está observando “convergencia” entre las diferentes comunidades autónomas.
Una de las cuestiones más relevantes para evitar esas diferencias en acceso es la disponibilidad de recursos. Por ese motivo, Arnés reclamó que el sistema tiene que utilizar “los recursos financieros adecuados”. En caso contrario, “no podemos lograr estos objetivos”, explicó. Por ello, la sanidad debe tener los recursos “adecuados a nuestra renta en función también a lo que los ciudadanos esperan”.
Además, recordó que en los próximos años van a llegar otros fármacos innovadores y “si no consideramos el medicamento con una inversión por el retorno que se obtenga a medio y largo plazo, nos estaremos equivocando”. En este sentido, explicó además, que la solución “no es demorar la entrada de estos medicamentos”.
En cualquier caso, para los próximos ejercicios, el director general de la patronal consideró que “el gasto farmacéutico está controlado y no debe causar tensiones financieras”.