La hepatitis C tiene en el profesional de Atención Primaria uno de los profesionales clave en la identificación y detección de la enfermedad, como en su posterior derivación al especialista en los hospitales. Así se ha puesto de manifiesto durante el “Encuentro con el experto: “Atención primaria ante el reto de la Hepatitis C”, que se ha celebrado el el marco del XXXIV Congreso de la Sociedad Española de Medicina de familia y Comunitaria (semFYC).
El encuentro, que ha contado con el apoyo de Gilead, ha abordado los profundos cambios que han experimentado el tratamiento de la Hepatitis C en los últimos años. Durante el mismo, los ponentes hicieron especial hincapié en que más del 60% de la población con Hepatitis C no está diagnosticada y que muchos de los nuevos diagnósticos son detectados en fases tardías de la enfermedad, cuando ya han aparecido complicaciones graves, como la cirrosis o el hepatocarcinoma, volviendo a resaltarse la importancia que tienen los médicos de familia en su identificación lo más temprana posible.
Por ese motivo se ha instado al médico de familia a estar atento sobre signos o síntomas clínicos que puedan indicar la presencia de la infección por Hepatits C, aguda o crónica, en pacientes que no pertenecen a grupos de riesgo.
En palabras del especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y médico en el Centro de Salud en San Andrés de Madrid, José María Molero, “más de la mitad de los pacientes infectados por el virus de la Hepatitis C, no están diagnosticados”, por ese motivo, el papel de los médicos de familia es “imprescindible para diagnosticar estos casos ocultos de infección por el virus de la Hepatitis C”. Tal y como indicó Molero, los médicos de familia deben identificar y ofrecer la realización de una prueba serológica de detección del VHC a los pacientes de alto riesgo para la infección. Además, en todo paciente diagnosticado de infección crónica por el VHC, debe valorarse, el grado de lesión hepática y la posibilidad de tratamiento farmacológico antivírico"
En el encuentro también se han abordado los criterios de derivación entre atención primaria y hospitalaria de los pacientes diagnosticados de Hepatitis C y de seguimiento compartido de los pacientes con la infección crónica. Además se han revisado las exigencias asistenciales y formativas que para el médico de familia supone la atención a los pacientes infectados por la Hepatitis C.
Se concluyó recalcando otros aspectos relevantes del rol de los médicos de familia desde la atención primaria: el apoyo a los pacientes de Hepatitis C durante el tratamiento, dando seguimiento a la adherencia y evaluando las posibles interacciones con otros fármacos. También se ha reconocido como fundamental la información y educación de los enfermos y de los familiares de los infectados, así como el seguimiento de dichos pacientes, ante el riesgo de reinfección que existe en muchos de éstos.