Éxito de Farmaindustria con su Plan de Adherencia Terapéutica

Artículo de opinión de José María López Alemany, director de Diariofarma

El Plan de Adherencia Terapéutica impulsado por Farmaindustria en los últimos años ha tenido como colofón el XVI Encuentro de la industria farmacéutica española: ‘La adherencia a los tratamientos medicamentosos’ que ha tenido lugar en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander. Un encuentro en el que se han puesto de manifiesto tanto los acuerdos como los obstáculos que aún quedan por superar en este ámbito.

A lo largo de los últimos meses ha sido mucho lo que se ha avanzado en una cuestión tan imprescindible para la prestación farmacéutica como es la adherencia terapéutica. Parece difícilmente entendible que, siendo una de las cuestiones que más pueden afectar al resultado terapéutico, no haya sido hasta que Farmaindustria decidió impulsar un plan que pusiera las bases para actuar fomentándola, cuando ha habido en España un trabajo serio para lograrlo. Hasta ahora, solo existen iniciativas de algunas comunidades autónomas centradas en patologías concretas o dentro del ámbito profesional, proyectos acotados a una profesión (como Adhiérete de los farmacéuticos) o enfermedad (iniciativas de sociedades científicas).

Solo por eso ya es un éxito de Farmaindustria y de las decenas de entidades profesionales que han colaborado con su desarrollo.

Pero su implantación real en el sistema hacía necesario que el ‘padre de la criatura’, la patronal de la industria farmacéutica, diluyera su protagonismo una vez que ya había iniciado sus primeros pasos. Que Farmaindustria diera un paso atrás era algo imprescindible si se quería poner en marcha el plan. Era la única manera de hacer desaparecer fantasmas de intereses ocultos. Y así ha sucedido, aunque tal vez de forma un tanto abrupta y prematura. Tanto que no ha dado tiempo a que Farmaindustria haya finalizado el proyecto antes de su adopción por parte del Ministerio de Sanidad

Si finalmente Sanidad actúa como avanzó el director general de Cartera Básica de Servicios del SNS, Agustín Rivero, el Sistema Nacional de Salud contará en un futuro con un Plan de Adherencia que parta de los trabajos ya avanzados bajo la batuta de Farmaindustria.

De este modo, aunque no sea con la dirección de Farmaindustria, el SNS español habrá sentado las bases para mejorar sensiblemente la eficiencia de los medicamentos. Lo cual debería ser suficiente satisfacción para la patronal y sus laboratorios asociados.

Por todo ello, creo que la industria puede estar contenta del desarrollo de los acontecimientos, de haber puesto en común a muy diversos agentes del sector sanitario y farmacéutico y, sobre todo, de contar con grandes posibilidades de que sea finalmente implantado un Plan que ataje de forma adecuada un problema con graves consecuencias sanitarias y económicas.

Además, la fórmula de trabajo, en la que la sociedad civil inicia los trabajos de desarrollo de un proyecto importante para que, una vez sentadas las bases del mismo, sea la administración la que lo impulse puede ser la única manera de que se realicen, por lo que puede ser una línea de colaboración público-privada en la puesta en marcha de iniciativas de interés.