Flexibilidad e instrumentos para priorizar, claves para sostener el SNS

La Fundación Alternativas organizó ayer, 20 de septiembre, una mesa de debate en la que, bajo el título 'Tres visiones de la financiación sanitaria en el Estado autonómico español', varios expertos analizaron la situación actual del sistema sanitario y articularon algunas propuestas para mejorarla. La principal conclusión es que, más allá del déficit presupuestario que se ha creado con la crisis, la preservación del SNS va a depender de que éste disponga de una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios y de que se dote de la organización y los instrumentos adecuados para, por ejemplo, facilitar el acceso a la oleada de innovaciones terapéuticas que se avecina.

El primero en intervenir fue Alain Cuenca, profesor titular de Economía Pública de la Universidad de Alcalá de Henares, quien precisó que, en el periodo de crisis, el principal ajuste en el gasto social se ha producido en el seno de las comunidades autónomas y, fruto de ese ajuste, dijo, es "un problema de insuficiencia para la financiación de todos los servicios que éstas tienen encomendados". Por su parte, Javier Rey del Castillo, que fue médico inspector de la Seguridad Social y es responsable de temas de sanitarios de la Fundación Alternativas, señaló, en este sentido, "que no hay ni un hospital público en el que se pueda decir que se han mantenido los recursos" de la etapa previa a la crisis. Y añadió: "No niego que no pueda recortar, lo que es seguro es que eso va a tener repercusiones a nivel de calidad asistencial".

No obstante, los expertos pusieron el acento en otras cuestiones de cara a la solución de los problemas de sostenibilidad del SNS. De hecho, no hay convencimiento de que la situación del SNS vaya a cambiar si se recuperan los niveles de gasto precrisis, si se aplican nuevos copagos o si se crean impuestos finalistas. En opinión del catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra, Guillem López Casasnovas, de nada va a servir ampliar gasto "sin una torre de control que ayude a priorizar la incorporación de lo que viene". "Si el aumento del gasto tiene que servir para hacernos la ilusión de que todo para todos es posible, creo que estamos equivocados", apostilló. Por eso puso el foco en la necesidad de que el SNS disponga de "los instrumentos adecuados para redireccionar los recursos, buscar alternativas más coste-efectivas. Eso y más flexibilidad, ya que el SNS está anquilosado".

Ésta es la prioridad cuando piensan, por ejemplo, en la avalancha de innovaciones terapéuticas que se avecinan en áreas como la oncología. "Se pongan los impuestos que se pongan, va a llegar un momento en el que ésto no se va a poder pagar. Ése es el problema. El sistema sanitario español no tiene las herramientas necesarias para someter a control ese crecimiento", subrayó Rey del Castillo. Para López Casasnovas, lo lógico sería "meter lo nuevo sacando lo viejo, midiendo la efectividad relativa a la francesa, o el coste-efectividad a la inglesa. Pero España no tiene estos instrumentos", concluyó.

Los resultados en salud

Pero un elemento fundamental para poder avanzar por esa senda es disponer de información completa y precisa sobre la efectividad de los tratamientos y los expertos reconocieron que éste es uno de los déficits del sistema sanitario español. Sobre este particular, Cuenca apuntó la importancia de "una mayor cooperación entre comunidades autónomas". Rey del Castillo también se refirió a la "falta de compromiso de algunas autonomías para participar en modelos de coordinación", y planteó la posibilidad de "penalizarse, las propias regiones entre sí, a quienes impidan disponer de un sistema de datos que beneficie a todos".

Junto a la cuestión explícita de más fondos, sí o no, y la necesidad de una mejor redistribución de los mismos, surgió la pregunta de si una devolución de competencias sanitarias al Estado central podría ser la solución a este problema. Aquí Cuenca fue categórico al cuestionar a los que piensan "que el Ministerio toma mejores decisiones". "Lo dudo. Hay muchos trabajos que apuntan que el sistema decisión descentralizado funciona mejor. Y luego hay un mito que dice que un Gobierno central de la sanidad daría el mismo servicio en todo el territorio, y eso es algo que no ha pasado en ningún sistema sanitario". Rey del Castillo, por su parte, aunque no defendió la recuperación de éstas, sí planteó la necesidad de articular mecanismos de presión a las CCAA para homogeneizar la prestación y garantizar la universalidad y la equidad.