Varios representantes de la industria sanitaria participaron en la Cumbre empresarial ‘Empresas españolas liderando el futuro’, organizada por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en la que realizaron algunas propuestas para la reconstrucción sanitaria y económica del país tras el paso de la fase más dura de la pandemia.
Uno de los intervinientes fue el presidente de Cofares, Eduardo Pastor, quien ofreció las capacidades de la distribución farmacéutica para la detección precoz de futuras crisis de salud. "Contamos con la plataforma tecnológica que nos permite reportar información sobre el consumo de determinados productos sanitarios", indicó, asegurando que "en enero" sabían ya "quiénes y dónde estaban solicitando mascarillas, una compra bastante inusual en nuestro país".
Tras su explicación, Pastor puso a disposición de las administraciones y de la sociedad en su conjunto la plataforma tecnológica de la empresa para poder "anticipar tendencias de consumo" y poder estar "mejor preparados para tomar decisiones de una forma ágil". En este sentido, opinó que es preciso desarrollar "un plan de contingencia nacional bien orquestado entre los agentes competentes en la materia, empezando por la empresa, conocedora del sistema de compras de los mercados internacionales" (de material sanitario), además de "una reserva estratégica de medicamentos que nos asegure el abastecimiento de otras moléculas en caso de que haya un cierre de fronteras".
Pastor abogó también por "aumentar la producción nacional y la localización de plantas para no depender excesivamente del exterior cuando hablamos de medicamentos". "Una industria más localizada nos aporta seguridad, pero también es sinónimo empleo y contribución al PIB", opinó.
Esta propuesta fue defendida también por el vicepresidente de Farmaindustria, Juan López Belmonte, quien incidió en el mensaje del presidente de la patronal en la Comisión de Recuperación, y planteó que "en las condiciones adecuadas", se podrían incrementar las inversiones industriales creando nuevas plantas de producción en España o modernizando o ampliando las actuales. "Se ha puesto de manifiesto durante esta crisis la necesidad que España y Europa tienen de recuperar producción que se ha ido deslocalizando en países asiáticos en los últimos años, ya que la alta dependencia del exterior es un riesgo en un ámbito tan crítico como el del medicamento", afirmó. El propio Martín Sellés apuntó, a este respecto, que la necesidad de "reindustrializar Europa y, sobre todo, España para evitar esa dependencia tan elevada".
Además de por incrementar la capacidad productiva, la industria apuesta por potenciar las inversiones en investigación básica y clínica e incrementar la colaboración de las compañías farmacéuticas con las instituciones para fortalecer la I+D del país. "Podemos intentar traer a España nuevos centros de investigación básica. Partimos de una posición de privilegio en este campo, pero hay margen para crecer. En total, nuestro país invierte en I+D el 1,24% del PIB. Muchos países de nuestro entorno dedican más del 2%, y la media de la UE es el 2,2%. Es evidente que tenemos que mejorar estas cifras, y nosotros podemos ayudar", señaló.
Con todo ello, además de apuntalar las capacidades productivas de medicamentos esenciales y no esenciales frente a futuros brotes o pandemias, se podrán sentar las bases de un cambio de modelo productivo para transitar a uno que genere más valor añadido que el actual y empleos de calidad.
Cabe destacar, también, la intervención de la presidenta de Fenin, Mª Luz López Carrasco, quien, en línea con las propuestas que ya realizó la secretaria general de la patronal en la Comisión de Reconstrucción, hizo referencia a algunas medidas para reforzar a la industria de tecnología sanitaria que opera en el país. Entre ellas, la puesta en marcha de un Plan de promoción para la industrialización del sector, planes de contingencia financiera en tiempos de crisis, la potenciación de las actividades de I+D+i como palanca de competitividad empresarial, el apoyo a la internacionalización de las empresas y apostar por un Plan para jóvenes emprendedores y start ups de tecnología sanitaria.
Así, se refirió, como hicieron también Sellés y Pastor, a la necesidad de elevar el gasto en Sanidad, aplicar un IVA superreducido para los productos sanitarios y el cumplimiento de los plazos de pago a proveedores, así como el avance en digitalización y un ajuste de la Ley de Contratos del Sector Público, con la promoción de modelos de compra basadas en la medición de resultados y el pago por valor. Hizo referencia, como Pastor, a la necesidad de disponer de ese Plan de Contingencia y reserva estratégica necesarios para afrontar con garantías rebrotes o futuras pandemias.