Política

Tratamiento de aguas residuales: Aeseg ve riesgo de discontinuación de medicamentos

La nueva directiva de la UE sobre tratamiento de aguas residuales genera preocupación en el sector farmacéutico español por sus altos costes de implementación.
Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de Aeseg.

La nueva directiva de la Unión Europea sobre el tratamiento de aguas residuales, que exige la instalación de filtros de tratamiento cuaternario para reducir microcontaminantes, ha generado gran preocupación en el sector farmacéutico español. Esta normativa, dirigida especialmente a las industrias farmacéutica y cosmética, impone altos costes de instalación de filtros más selectivos y su mantenimiento, lo que amenaza la sostenibilidad de este sector.

Entre los más afectados se encuentran los medicamentos genéricos y, como consecuencia del impacto estimado de esta medida, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, secretario general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), advierte sobre el riesgo de “discontinuidad en ciertos medicamentos esenciales” si no se ajustan las condiciones y criterios económicos de esta medida en España.

Impacto de la normativa en el sector farmacéutico

El secretario general de Aeseg destaca que la industria de los medicamentos genéricos se caracteriza por su bajo margen de rentabilidad y precios regulados, de modo que, ante un nuevo incremento de costes, se enfrenta a una situación crítica. “Nos enfrentamos a costes de fabricación crecientes”, comenta Rodríguez de la Cuerda, quien recuerda que, en los últimos años, la industria ha tenido que financiar el sistema de serialización, el aumento de costes laborales y de materias primas, nuevos procesos para evitar nitrosaminas y la sustitución del dióxido de titanio. Todo esto, indica el representante de Aeseg, con precios que no han crecido en proporción a los costes debido a su carácter regulado.

Rodríguez de la Cuerda señala que la normativa actual “se ha centrado única y exclusivamente en la industria farmacéutica y cosmética”, las cuales deberán afrontar al menos el 80 % de los costes del nuevo sistema, sin tener en cuenta otros sectores industriales que también generan microcontaminantes, por lo que se incumpliría la máxima de “quien contamina, paga”. Añade que echa en falta la participación de otras industrias como la química, alimentaria y de pesticidas.

Hasta el momento, el sector farmacéutico ha presentado una posición unida en sus reclamaciones a nivel europeo y nacional, especialmente ante los ministerios de Transición Ecológica, Industria y Sanidad. Sin embargo, Aeseg, que ve casi imposible la paralización de la directiva, ya está centrada en la siguiente fase: la trasposición de la normativa al cuerpo legislativo español, el establecimiento de criterios de reparto y las posibles excepciones.

DE acuerdo con una extrapolación realizada por Farmaindustria a partir de una estimación de la industria farmacéutica alemana, el impacto que podría suponer para las compañías nacionales la financiación del tratamiento cuaternario de aguas residuales urbanas podría alcanzar los 561 millones de euros.

Modelo de reparto de costes

Para Aeseg resulta evidente que se debe “discutir el modelo de reparto”, ya que, de otro modo, este tipo de medidas podrían resultar insostenibles para ciertos medicamentos. La asociación recuerda el modelo suizo, que opta por financiar estas medidas ambientales de manera compartida entre la población mediante impuestos ciudadanos, diluyendo así el coste.

En otro caso, la normativa incluye la posibilidad de cobrar a las compañías en función del volumen de residuos generados, lo cual “penaliza especialmente” a los fabricantes de genéricos. “Este tipo de medicamentos, de bajo precio y alta demanda, garantizan el acceso y la sostenibilidad del sistema de salud, y medidas de este tipo afectan directamente su disponibilidad”.

La patronal de los genéricos busca que el impacto en el sector farmacéutico se reparta en función de la facturación en valores y no por unidades. Algo que, lógicamente, encontrará el rechazo de los laboratorios innovadores, con menos unidades vendidas, aunque a mayor coste.

“El riesgo es que la normativa lleve a la discontinuidad de medicamentos esenciales para el sistema de salud”, advierte Rodríguez de la Cuerda. Para evitar este desenlace, el sector farmacéutico español está impulsando la discusión sobre el impacto económico de la medida con los ministerios de Transición Ecológica, de Industria y de Sanidad, en un esfuerzo conjunto por adaptar la normativa a las particularidades del mercado español y proteger la viabilidad de los medicamentos de bajo coste.

Aeseg ha mantenido conversaciones con distintos gestores de aguas a nivel nacional, quienes les han explicado que la instalación de estos filtros está en una fase inicial, por lo que la nueva normativa “implica asumir un coste impresionante en instalaciones y mantenimiento, especialmente cuando en España no existe infraestructura de este tipo en las cuencas acuíferas”, señala Rodríguez de la Cuerda.

El tratamiento cuaternario de aguas: una medida exhaustiva y costosa

El tratamiento cuaternario de aguas es un proceso avanzado que se añade a los sistemas de filtrado primario, secundario y terciario, con el fin de eliminar contaminantes microscópicos específicos, entre otros, derivados de los medicamentos y productos farmacéuticos. Este tipo de tratamiento está diseñado para capturar microcontaminantes, como restos de ciertos medicamentos, que actualmente no son eliminados en procesos de filtrado convencionales.

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