Un estudio coordinado por los doctores Pablo de la Cueva, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), y José Luis López-Estebaranz, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid), y patrocinado por Pfizer, en el que han participado 75 dermatólogos, concluye que los medicamentos biológicos, por su eficacia y seguridad, están ganando protagonismo como tratamientos de la psoriasis de moderada a grave.
Los resultados de la investigación, que se presentaron en el 45º Congreso Nacional de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV) en Madrid, pone de manifiesto, según Pfizer, la disminución en el uso de las terapias sistémicas convencionales de los pacientes con psoriasis moderada-severa. Concretamente, se habría observado que en el 64,3% de los casos la transición a un tratamiento biológico se produce entre el primer y segundo año tras el inicio de la terapia. Incluso, en otro 21% de casos el cambio ocurre antes: entre los primeros seis meses y un año. Por el contrario, sólo en un 14,3% de casos se mantenía el tratamiento con fármacos sistémicos convencionales trascurridos dos años del inicio de la terapia.
Entre las causas que propician el cambio de tratamiento destaca la ausencia previa de respuesta frente a, al menos, dos o tres terapias clásicas o fototerapia (un 36% de los casos). Asimismo, como principales factores calificados como de máxima importancia para esta transición, los especialistas señalaron al control inestable de la psoriasis moderada-grave (42,9%) y la necesidad de dosis altas para controlar la enfermedad (21,4%).
Respecto a las condiciones relevantes a la hora de apostar por una terapia biológica desde el inicio del tratamiento, los dermatólogos destacaron de importancia muy alta observar valores de índice de severidad del área de psoriasis (PASI) mayor de 10 (el 57,1% de los encuestados), así como una superficie basal afectada (BAS) por encima de 10 (otro 57,1% ) y una puntuación superior a 10 en la escala de calidad de vida DLQI (43%).
En este sentido, cabe destacar que, según el estudio, el 85 por ciento de los especialistas participantes se marcan como objetivo terapéutico con sus pacientes conseguir un PASI inferior a 3, una reducción de parámetros que según Isabel Belinchón, dermatóloga del Hospital General Universitario de Alicante y participante en la encuesta, provoca que "se acorten los plazos en el cambio de tratamiento hacia la administración de biológicos".