María Riera, presidenta del 37º Symposium de la Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI), opina que el balance de esta nueva edición, a la que han asistido más de 350 profesionales, ha sido muy positivo, tanto por los temas tratados como por la excelencia de los ponentes. "El feedback de los participantes ha sido muy positivo", señala.
De las ponencias, destaca la clase magistral del catedrático de Farmacología de la Universidad Complutense, Juan Tamargo, centrada en el concepto de innovación terapéutica, y en las barreras al acceso derivadas de algunas medidas regulatorias. Para Riera, la innovación está en la propia idiosincrasia de la industria, por lo que va a estar siempre ligada a la labor profesional de los farmacéuticos que operan en ella. "Es una obligación de lso farmacéuticos que quieran trabajar en la industria el estar al día de la innovación, y eso supone renovar sus conocimientos en lo que respecta a las novedades en I+D, producción, regulatorio, calidad, etc", indica Riera.
Durante el curso, hubo lugar también para abordar cuestiones más controvertidas como la del uso de los biosimilares. Así, aunque AEFI rehúye posicionarse en cuestiones que deben dirimirse en la arena política, la presidenta del 37º Symposium opina que con los primeros "está pasando lo que ocurrió en su día con los medicamentos genéricos". Y opina: "Si su desarrollo se realiza de acuerdo a criterios científicos, no debería haber ningún problema".
Junto a estas cuestiones, se debatió también sobre los problemas de acceso a los medicamentos huérfanos, por su alto coste y, en este sentido, Riera defendió la necesidad de buscar un equilibrio, "ya que las compañías realizan fuertes inversiones y necesitan recuperarlas a través de las ventas". "Por eso, si la Administración no pone de su parte, va a ser difícil", apostilló. Una posible solución pasaría, en su opinión, por una mayor colaboración Universidad-industria.
Otros aspectos analizados durante el 37º Symposium de AEFI tuvieron que ver con la aplicación del nuevo sistema de verificación de medicamentos, la nueva normativa de productos sanitarios, así como la publicidad relacionada con los medicamentos y los mecanismos de autorregulación. En este sentido, Riera opinó que "si se hace bien, no hace falta más intervención", y subrayó la ética como uno de los principios más sagrados de la profesión farmacéutica.