La Fundación Instituto Roche organizó esta semana una mesa de debate en el marco del XXIV Congreso Nacional de Derecho Sanitario, en la que se abordó la necesidad de establecer un nuevo marco normativo y regulatorio que sirva de base para diseñar y desarrollar una estrategia nacional de Medicina Personalizada de Precisión.
En la mesa participó Ruth Vera, vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), quien puso encima de la mesa los que, en su opinión, deberían ser los "tres pilares" necesarios para la implementación de este nuevo paradigma: "El conocimiento de las alteraciones genéticas y moleculares, el amnacenamiento de dicho conocimiento y el desarrollo de un marco legal que proporcione claridad regulatoria". En lo que se refiere a ese marco legal, explicó que "la identificación de biomacadores se fundamenta en la recolección de una gran cantidad de información, por lo que es imprescindible mantener el equilibrio entre los riesgos y beneficios, teniendo en cuenta las implicaciones éticas, económicas, sociales y jurídicas, en especial en relación con la protección de datos".
También participó en la mesa Viviana Mª García-Llerena, profesora Bioética y Derecho Biomédico de la Universidad de A Coruña, miembro del Grupo de Investigación ‘Filosofía, Constitución y Racionalidad’, quien señaló que "la utilización del Big Data en la práctica clínica introduce nuevas cuestiones controvertidas". Entre las más relevantes, señaló, "se cuentan, en primer lugar, el tamaño y diversidad de los grupos poblacionales de referencia y el tipo de datos a emplear, así como el equilibrio entre los beneficios y cargas de quienes aportan la información y de quienes están en condiciones de beneficiarse de ella".
Por eso instó a armonizar la protección de la privacidad con el desarrollo de una medicina colaborativa para el futuro, al tiempo que ha planteado las dificultades -tanto para el profesional como para el paciente- "del manejo de información abundantísima, altamente compleja, ubicua, constantemente variable y difícil de procesar", lo que plantea continuó, "serios retos para el consentimiento informado e introduce la posibilidad de que la prestación del servicio médico efectúe una regresión hacia prácticas de corte paternalista”.
Nueva casuística
La especialista también ha advertido de que este nuevo paradigma "obligará a revisar en detalle los criterios de distribución de recursos sanitarios, en particular cuando los nuevos métodos de trabajo sugieran que un tratamiento disponible se desaconseja a un paciente particular". "Para lograr un adecuado desarrollo de la medicina de precisión es necesario que los adelantos técnicos se vean acompañados de un concienzudo escrutinio ético, legal y social", aseveró.
En la mesa redonda también estuvo representada la Fundación Instituto Roche. Su vicepresidente, Federico Plaza, recordó que desde la presentación, a principios de este año, de la 'Propuesta para un Plan Nacional de MPP', han venido defendiendo "que los sistemas de salud necesitan implementar una serie de medidas a nivel organizativo y técnico que hagan realidad esta medicina del futuro en sus hospitales y centros sanitarios". "Apostamos por el avance científico, la formación de los profesionales y la creación de un ecosistema para el desarrollo de la MPP, pero también reclamamos el desarrollo de un marco normativo que implique a las administraciones, los servicios de salud, pacientes, empresas y sociedad en general", concluyó.